Yorka en Nescafé de las Artes: Transformar, celebrar y crecer
28 de agosto 2019.
Por Constanza Paredes.
Fotografías por Francisco Aguilar A.
Hace un año el disco Humo vio la luz, convirtiéndose en la tercera producción del dúo de las hermanas Pastenes; desde el lanzamiento cautivó a la audiencia y se posicionó como una obra que permitiría visibilizar mucho más el proyecto de las oriundas de San Bernardo. Hace un año tuvimos la oportunidad de ver ese mágico e íntimo momento musical, y hoy, en un lugar diferente, fecha diferente, con teloneros incluidos, se celebró el disco que las llevó de gira por México y Estados Unidos, además de condecorar su trabajo hecho a pulso, desde la emoción hacia el perfeccionamiento de su sonido.
Para preparar el espacio Alejandro y María Laura, provenientes de Lima Perú, comenzaron con suavidad, canciones que no son fáciles de describir, pero que definitivamente son una nueva propuesta a lo que está pasando en la música latinoamericana. Se mostraron agradecidos y cercanos; han estado varias veces en la capital y llevan una década de música. Dentro de su presentación invitaron a sus coterráneos Kanaku y el Tigre a participar, compartiendo que se encontraron en el avión y que una coincidencia así, no podía pasar inadvertida. Algunas de sus canciones fueron “Agüita del equilibrio” y “Nadie puede amar a un fantasma”, con letras que quedaron en más de uno de los presentes.
Cuando llegó el turno de las protagonistas de la noche, todo comenzó como la fiesta que debía ser: luces, brillos, baile, las palmas agitadas y gritos llenos de alegría. Una de rojo, otra de azul, un saludo entre ambas al llegar al centro del escenario y un beso para el público, algo que la audiencia retribuyó de manera inmediata llenando de gritos y aplausos el teatro que estaba con lleno total. “Evidente” era la mejor elección para un comienzo lleno de energía.
No todo era estar físicamente compartiendo un buen rato de música, el llamado fue a la imaginación, viajar un rato a la playa a dar un “Paseíto” de la mano de ellas pero con unos invitados muy especiales, los hermanos Zicavo de Moral distraída. Dio paso a traer el litoral un momento en esta cálida noche y a pedir un deseo, pues tener una pareja de hermanos tan talentosos no se da siempre y pues es mejor no perder la oportunidad de hacerlo, sea o no sea verdad, como dijo una de las integrantes.
Algo que sin lugar a dudas tiene Yorka es el poder de llenar un espacio de talento y crear una atmósfera íntima pese a estar con cientos de personas alrededor, se nota que el trabajo es a pulso, elaborado y detallado, sin dejar que se pase por alto ningún mínimo detalle, como se pudo apreciar en “Rinoceronte” cuando todos alzaron sus manos con los papelitos con la forma del animal que entregaron a los asistentes. Cada persona se hacía presente siguiendo las letras y coreando a todo pulmón los coros, silbando en conjunto con ellas. Su show, como muestra de todo el meticuloso trabajo que hacen para dar un espectáculo de gran nivel, siempre está lleno de sorpresas, no solo de invitados, fue así como se cerró el telón por un instante y solo eran Yorka y Daniela frente al público con un ukelele (instrumento que no puede faltar en su sonido). Quisieron dedicar unas palabras y explicar que eso es un gesto que les gusta hacer en sus presentaciones, pese a que los técnicos no son los más contentos con esas decisiones de cambiar los equipos, sacando risas del público y mostrando ese lado que tanto le gusta a sus fans, humor y calidez, como si nos dieran a entender que somos amigos. Yorka dijo que “ha sido un año de aprender, de cosas buenas y malas, estas canciones han mutado y han llegado a nuestro cuerpo de una forma y se han transformado en otra cosa. Espero que les haya gustado este disco, que les haya acompañado durante este año que tiene y les haya acompañado en sus tristezas porque es un disco tan triste, ¿cierto?”. Nos habló de la tristeza y de lo generalizado que se ha convertido ese estado de ánimo en particular, que muta constantemente y que pareciera que todos tratan de ocultar, pero que es algo a lo que debemos poner ojo, y definitivamente Humo ayuda a visibilizar eso como algo importante, hacerle frente y que no es malo estar triste, pero que hay que enfrentar esa tristeza de algún modo. “Este vacío que se quedó” llegó a calar hondo, aunque especificaron que esta canción por sobre otras se ha transformado y su letra llena de vacío, nostalgia y melancolía se transformó en una invitación a aceptar esos periodos de la vida donde las cosas, las personas van y vienen, desaparecen muchas veces, dejando un dolor que no siempre se entiende, pero que es necesario sentirlo para poder transformar y mutar en algo mejor, quizás. Una canción dedicada a nuestros vacíos, no para llenarlos sino para apreciarlos y agradecer que sucedan, pues a veces son necesarios.
Después de ese melancólico momento pudimos volver a sorprendernos, llegaron al escenario un grupo de amigos conocido por varios, al que ellas apodan de “El curso”, como es su nombre en Whatsapp. Los presentaron como grandes colaboradores y personas que les han ayudado en su trabajo y que les han enseñado lo importante del trabajo en equipo: Vicente Cifuentes, Charly Benavente, Benjamín Walker y Matías Arriaza. Cantaron “La caverna”, una canción simple y pegajosa, en compañía de las voces, un charango y una guitarra, comprobando que no se necesita más para llenar un espacio de sonido hermoso y con el juego de voces todo se transformó en perfección.
Cuando ya parecía que todas las sorpresas habían aparecido, nos volvieron a sorprender con un grupo muy especial que, quienes tuvieron la oportunidad de asistir al lanzamiento del disco hace un año, ya conocían: La casa espiral, una casa educativa en la que Yorka trabaja hace un par de años y que muestra lo importante que es la música para los niños y adultos también. Un momento que enterneció el ambiente profundamente, pues en esta oportunidad no solo cantaron, sino que también tocaron variados instrumentos y llenaron el lugar de alegría y gran talento pese a sus cortas edades.
La noche siguió avanzando y hubo un pequeño espacio para la literatura también, en “Qué terror se siente” las acompañó la escritora Arelis Uribe, coterránea de las cantantes, quien llenó de versos una canción profunda con mensajes sobre lo difícil que es ser mujer en un mundo y sociedad como la nuestra, imágenes de diarios con titulares que no dejan otra sensación que el terror como muy bien dice la canción, mujeres violadas, asesinadas, finalizando con un mensaje de cuidarnos y avisar que llegamos bien, pues las mujeres vivimos en ese contexto que no todos entienden, tristemente, pero que es necesario visibilizar, no dejarnos opacar por aquellos que no quieren oír lo que está pasando.
Estrenaron una nueva canción como parte de una de sus tantas cábalas: “¿Qué hiciste?”, mostrándola como una promesa de cosas nuevas que están por llegar y que definitivamente todos estaremos ansiosos de querer escuchar pronto, pues el año de Humo pasó volando y es evidente que el público y sus fans quieren mucho más de ellas.
La noche culminó con la misma de hace un año “Y bailamos tanto”, ahora coreándola y haciendo bailar a todos. Yorka ya no es un proyecto, son una propuesta y banda establecida y consolidada, con metas y proyectos claros, que evidentemente seguirán creciendo, pues han pavimentado un camino lleno de esfuerzo y dedicación que ha dejado grandes frutos a su paso. Sus canciones enseñan tanto, muestran la vida en todos sus aspectos, transformándolas en parte de la banda sonora personal de quien las escucha. Para algunos, que pueden estar pasando momentos llenos de dolor, vacío, terror y melancolía, fue una noche que ayudó a abrazar esas emociones que todos, queremos evitar y alegrar el corazón, aunque sea por un instante; por eso este tipo de música es importante, llena de esencia, no solo con ritmos pegajosos. Yorka es música con alma, con espíritu, enseña y ayuda a tener presente las cosas importantes cuando se escucha alguna de sus canciones y a querer más de la vida, porque para eso estamos aquí.
Setlist:
Evidente
África
Bien
Paseíto
Rinoceronte
Interminable
Humo
Este vacío que se quedó
Si solo fuera yo
Cae
Qué terror se siente
Miedo
¿Qué hiciste?
Quédate conmigo
Encore:
Otra era (cover)
Y bailamos tanto
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