Por: Bernardita Ponce
Fotografías: Gentileza Oscar Hauyon
El cantautor y periodista chileno, Oscar Hauyon, regresa a la escena musical con su nuevo disco “La Trampa de la Evolución”, una propuesta atractiva donde integra los sonidos electrónicos con raíces folclóricas e instrumentación docta como violines y cello, lo que produce una sensación bastante especial y vibrante. Su nueva larga duración, nos habla de un personaje futurista que está en un mundo post-humano.
“Al principio quería hacer un relato de ciencia ficción muy sociológico, pero mientras estaba delineando su línea argumental, mi propia línea argumental se estaba poniendo más interesante: me convertí en papá. Obviamente el seguimiento de esta historia personal permeó todo el relato. El cual describe la vida de un ser sintético que recorre un mundo post-apocalíptico, con sus diferentes fases de existencia. Hay un nacimiento, un recorrido, un diagnóstico, un episodio amoroso, la enfermedad o caducidad y luego la muerte, todo en económicos 36 minutos”, señala el músico.
Luego de tres años, se puede apreciar una madurez en el cantautor desde el proceso de composición como en sus letras. Sus dos LP: «Huída» (2008) y «Mortal» (2013), son una mezcla de procesos de experimentación, donde no se refleja a simple vista una historia concreta. Al respecto, el músico señala: “Mi disco «Huída» (2008) fue un vómito sonoro de música electrónica e industrial instrumental, buscando apartarme muy adrede del pop-rock de vocación radial que hacía Polter, mi anterior proyecto. Nunca fue pensado para salir como álbum, porque eran temas instrumentales hechos a pura máquina. Mi álbum «Mortal» (2013) fue pensado casi como una colección de singles, en los que me di el gusto de recorrer el synthpop, el rock industrial y todas esas cosas que siempre quise hacer. Pero son temas diseminados, bonitos y efectivos, pero sin un hilo conductor, al menos de manera evidente para mí”, agrega.
Este nuevo disco conceptual de 9 canciones, que fue compuesto entre 2014 y 2015, contó con una creación muy personal, donde se pueden apreciar diversos paisajes sonoros de guitarras acústicas con sintetizadores, que nos llevan a una pieza musical única y con una historia digna de una novela. “La Trampa de la Evolución busca sonar como un todo. Para mí es como una carta de amor al formato álbum, a eso de encontrarse con una pieza artística sólida y compacta. Busqué sonidos reales para contrastar con las emulaciones electrónicas y los samples. En este disco hay cuerdas (violín, viola, cello), hay guitarrón chileno, guitarras acústicas y mucha voz humana en coro. No deja de ser electrónico, pero es más cálido, humano”, nos relata el músico.
El álbum cuenta con una forma interesante de hacer música mezclando diversos sonidos, cuyo concepto es experimental y conceptual. En su trabajo se ve reflejado las influencias del new wave, del dance, la electrónica y el rock. “Tuve la idea de hacer un disco conceptual y buscar algo así como un eslabón perdido entre la música dance y el art-rock; porque los discos dance desde los días de Moroder hasta los Chemical Brothers tienen tracks pegados por un beat, que puede unir varias piezas bajo un mismo groove. Eso mismo pasa, pero a un nivel más intelectual, con el art-rock, el rock progresivo o sinfónico, que puede unir varias canciones bajo una sola temática o concepto. Yo quise arriesgarme y jugar con ambas leyes de la música popular: ritmo contínuo y relato cronológico».
El nuevo disco fue grabado en diversos lugares como Valle del Elqui, La Serena, Ovalle y Santiago. Además, contó con el apoyo de músicos de diversos estilos, pasando desde lo clásico a lo más vanguardista. “La grabación la partí en mi casa en el Valle de Elqui, programando todos los ritmos, grooves, percusiones, líneas de bajo y sintetizadores. El resto fue un peregrinaje por diferentes estudios: las cuerdas de la Orquesta Filarmónica Juvenil de La Antena se grabaron en Kubo Records de La Serena; los bajos, las voces y las guitarras se grabaron en Ovalle, en el estudio de Javier Salazar, un amigo y talentoso músico, que también colaboró en la producción de varios tracks. La masterización la hizo Roberto Marti, ingeniero de sonido, amigo desde los días de mi anterior banda (mezcló el disco «Moderno» de Polter, en 2008), quien también ha trabajado con Congelador, Angel Parra Trío, Sol y Lluvia, Los Bunkers y El Cruce”, señala Hauyon.
Este larga duración cuenta con varios temas dignos de destacar. Es importante señalar que “Conciencia”, con el cual se abre el disco, es una parte introductoria hacia lo que nos encontraremos y donde el personaje principal se muestra. Los sonidos de cuerdas y sintetizadores son armoniosos y acompañan la historia. “Buscaré ser normal, sólo uno más entre la gente…tomo conciencia de mi ser”, así se presenta el personaje en este mundo futurista.
“La Trampa de la Evolución”, tema que da nombre al disco, donde el cantautor nos muestra cambios en el mundo, ello acompañado por una melodía dance y pegajosa. Tal como dicen sus letras “Sin novedad, en tiempos de resignación, sin novedad, la trampa de la evolución”.
«Sin Miedo», canción con la cual finaliza el disco, es donde el personaje se despide del mundo de una forma tranquila y cálida. Un momento bastante íntimo, el cual va acompañado con sonidos minimalistas, beats, piano, palmas y sintetizadores. “Buscar y encontrar amor, recuperar por fin la noción”. “Voy flotando en espiral, soy uno más que sube al sol…adiós”. Con esas palabras cierra un disco, que nos permite ver a un artista experimental, que ha sabido enriquecer su música entregando madurez y gran calidad musical.
Sobre las canciones, “cada una de ellas representa una de las facetas musicales y líricas que busqué explorar. No se trataba de querer sonar maduro, sino de tomarse con madurez cosas que para otros pueden ser mera ñoñez, como un relato fantástico, por ejemplo”, explica el músico residente en Valle del Elqui.
“La Trampa de la Evolución” fue lanzado el 22 de agosto y se encuentra disponible en www.portaldisc.com/disco.php?id=14384