Por Carla Valdebenito.
No cabe duda de que, en momentos difíciles, la música es un arma tan poderosa que, incluso es capaz de cambiar el estado de ánimo de cualquiera y así olvidarnos un poco de lo que estemos viviendo.Carlos Sadness se ha encargado de aportar en ello a sus seguidores de todo el mundo en tiempos como los que corren hoy por hoy. Tropical Jesus es el nombre que le da al ya cuarto álbum de estudio de este tremendo artista español.
Tan solo cinco días han pasado desde el estreno de “Todo estaba bien” en colaboración con el colombiano Manuel Medrano, canción que hasta el momento nadie conocía. Acompañada de un videoclip dirigido por Lyona Alova, ha llegado a ser tendencia de YouTube en seis países y que nos adelantaba con unas cuantas horas de diferencia del estreno total, del que hemos llamado, el inicio de esta nueva era. Aunque hace ya un tiempo que Sadness nos sorprendía con canciones como “Aloha” en conjunto a Bomba Estéreo o “Isla Morenita” donde revelaba poco a poco la magia de lo que sería este nuevo disco.
Con “Ciclo lunar” es que comienza este viaje músical lleno de sorpresas que, para ser sinceros, nos hace cuestionarnos unas cuantas cositas. ¿Superstición? ¿Quién no se ha preguntado alguna vez que tan cierto puede llegar a ser la compatibilidad de los signos?, ¿Si los astros se alinean con nuestras ideas y conceptos?, ¿Podremos ser compatibles y amarnos sin más, sin importar el ciclo de la luna?. Aún ni siendo expertos en el tema en cuestión, Carlos nos hace dudar de muchísimas cosas en este disco y en especial en esta canción llena de mística astral. ¿Lograremos identificar cada uno de los mensajes que el artista intenta transmitir?. Les sugiero estar dispuestos a bailar, llorar (quizás todo eso a la vez) pero también a abrirse a nuevos mundos e ideas al oír cada una de las melodías y letras que conforman esta joya que cuenta con trece tracks que el artista supo elegir muy bien y así ayudar a romper con la monotonía que significa estar encerrado debido a la contingencia mundial.
“Me Desamaste” es el segundo nombre que conlleva la lista, una de nuestras favoritas por lejos. No hay mucho que explicar, el título ya nos deja bastante en claro de lo que va. Pero ¿alguna vez pensaron que podrían llegar a bailar e incluso disfrutar una canción de desamor como esta?. Qué curioso lo que puede llegar a provocar Sadness. Al oírla, sólo dan ganas de brincar de gusto incluso olvidando el significado real de lo que dice.
Y bueno, la verdad es que da igual la época, la hora y el día en que quieras oírlo, pues siempre podrás notar los sonidos frescos y la alta influencia que le ha dejado cada uno de los países que ha visitado por Latinoamérica. Y, a la vez, sonidos cálidos como el ambiente que es capaz de generar en cada directo. Si estás en el hemisferio sur, verano u invierno, este álbum nos enseña un poco de la ambigüedad de las cosas y sobre todo de la música. Y es que es perfecto para disfrutar con la compañía de una tacita de té junto al calentador y arroparse escuchando “Chocolate y Nata”. Transportarse al verano y al buen rollo que genera “Aloha” o bailar junto a una piscina con “Muerte Súbita De Un Caimán”. En definitiva, hablamos de un trabajo de son internacional, ya no tan solo por el dominio de los sonidos, sino que también por las colaboraciones. Y, porque no decirlo, lo trascendental que será para muchos de sus fans confinados alrededor de todo el mundo esta desconexión.