Por Mackarena León.
Hoy en cines se estrena «A Toda Velocidad», protagonizada por el actor hispano-francés, José García, y que cuenta con la participación de Caroline Vigneaux y Andrés Dussollier. La historia cuenta la vida de Tom, un cirujano plástico exitoso y un tanto obsesionado por la tecnología, que decide comprar un “auto inteligente” para irse de vacaciones con su familia, compuesta por su esposa Julia, embarazada de termino, sus dos hijos y su padre Ben (quien se suma sorpresivamente), un abuelo un tanto aprovechado y bastante descuidado, quien desata una problemática entre el matrimonio, que ya estaba bastante saturado de enredos y problemas.
Es dentro de esta temática familiar que el auto del futuro “medusa” comienza a tener varias dificultades en su funcionamiento, desde que el cinturón no se desabrocha, las plumillas se rompen y la velocidad crucero pasa a ser un pasaje al más allá. Es en este momento, donde una corriente de acontecimientos desafortunados se van transformando en risas a destajos y en 90 minutos de humor que no sabes cómo van a terminar, ya que si piensas que todo va mal. El director galo, Nicolas Benamou (Se nos fue de las manos en 2014), se encarga de que cada momento sea peor, pero sin perder el humor y la conexión con la temática, “todos van a morir”.
Un film francés, que toma la temática de “máxima velocidad” y de otras tantas, llevada a una línea cómica y actual, hace alusión a la revolución de la tecnología que nos lleva a confiar nuestras vidas en máquinas que ni siquiera sabemos si son realmente seguras. Una crítica de lo que es la vida y la familia hoy en día, incrédula, apurada, con secretos, intolerancia y abaratamiento de costos, pero que demuestra que a pesar de todos los problemas, el amor nos une.
Sin duda, una película para ver en familia y que te llevará por la vergüenza, la risa y los nervios, es una de las mejores comedias que se han visto en lo que va del año y que, sin duda, nos muestra que los franceses saben llevar a cabo este género. La recomiendo en su idioma original, el francés, ya que en su lenguaje se incluyen modismos españoles e ingleses que te dan aún más ganas de reír. Definitivamente al salir te hará pensar “¡Wow qué buena es!”.