16 de agosto 2023.
Por Paulo Domic.
Fotografías por Javier Martínez.
Fue como si los protagonistas de una escena de Woodstock salieran del video y se posaran arriba del escenario del Club Ambar. Ante nosotros, tres jóvenes llenos de energía y pasión, brindaron un espectáculo simple, pero muy potente en el que la fuerza e incluso los instrumentos del rock del pasado, tomaron el control de una audiencia que se dejó llevar a través de las psicodélicas aguas por las que navega The Vintage Caravan, quienes por fin debutaron en Chile ante su creciente número de fanáticos que disfrutaron de una fiesta de sonidos amaderados que los transportó hacia lugares inexplorados del inconsciente.
El trío se formó en Alftanes, Islandia en 2006 y hasta la fecha han editados cinco trabajos de estudio, este último llamado Momuments viene de la mano del sello Napalm Records, con quienes firmaron previo a la grabación del material. Es un rock clásico, con remanencias a los años 60 y 70 en esencia con un sonido moderno. Teniendo como referentes a bandas como Led Zeppelin, Cream, Rush, Mastodon y Deep Purple podemos imaginar por donde va el sonido que ofrecen.
El primer disco, homónimo y autogestionado, lo lanzaron aún siendo menores de edad. Y apenas tuvieron ya los dieciocho, firmaron inmediatamente con un sello islandés para su segundo trabajo. Desde ahí en adelante, y sólo interrumpidos por la pandemia, sólo han ido sumando hitos y exitoso, participando en festivales como el Wacken Open Air, el Hard Rock Hell y hasta siendo invitados de Opeth para abrirles la mayor parte de sus conciertos europeo durante el 2022.
Sin número de apertura, a las 20:30 comenzaron a hacer estallar el Club con “Whispers” y luego “Crystalized”, las mismas dos canciones que abren su último trabajo. De inmediato se dejaron caer con toda su potencia, carisma y energía ante un público que en la previa estaba bastante frío que se prendió en llamas inevitablemente, contagiados por la entrega total del trío. “Esto es lo más lejos que hemos estado de casa”, comentaron en la primera pausa, visiblemente emocionados por el recibimiento y, probablemente, reflexionando en su mente cómo esas canciones que compusieron en la intimidad de sus hogares o sala de ensayo, fueron capaces de viajar 12 mil kilómetros para llegar a los oídos y corazones de personas en el extremo opuesto del mundo.
Gran habilidad instrumental que muestra una clara tendencia hacia los sonidos psicodélicos, donde los riffs de guitarra son en gran parte protagonistas y que se ven acentuados por una gran base rítmica y un enorme energía escénica, fue lo que se hizo notar durante toda su actuación de The Vintage Caravan. Los tres músicos funcionaron con una coordinación impoluta y se echaron a los asistentes al bolsillo en base a una gran conexión con ellos y a esa soltura con que hacen ver todo tan fácil allá arriba. Lo estaban pasando muy bien en esas tablas, y eso se transmitió a todos, desatando una fiesta rockera que realmente impresionó.
La estética característica del excéntrico cantante y guitarrista Óskar Logi Ágústsson, junto al potente bajo de Alexander Örn Númason, formaron una unión de fuerzas increíble, siendo el núcleo principal en medio del escenario. Dándole un frenético soporte a esto, el baterista Stefán Ari Stefánsson golpeó con desenfreno constante los parches de sus tambores, ejecutando ritmos que pusieron a la audiencia en un permanente trance, hipnotizados por el hechizo lisérgico de una banda que, pese a su juventud, se para como verdaderos veteranos en las lides musicales.
Aunque en el mundo de la música, en este caso el rock, esté casi todo inventado, The Vintage Caravan tiene una total convicción en lo que están haciendo, echando la mirada hacia atrás y encarnando en nuestros tiempos un estilo musical que precisamente no está en un periodo boyante. Hasta el momento, con sus cinco trabajos lo único que han hecho es superarse y sobre todo en directo. Aquí es donde se puede apreciar la gran contundencia de esta banda.
Con “Expand Your Mind” y “Midnight Meditation” cerraron un show realmente redondo, en que la crudeza de su sonido se manifestó con contundencia. Realmente fue un lujo poder verlos en un concierto tan íntimo, entregándose tan intensamente y contagiando con su derroche energético hasta a los menos movedizos. Estos jóvenes que bordean los 30 años, están tocando música inspirada en un arte que estuvo en la cima hace 55 primaveras. Intentan regresar el tiempo a una era análoga que probablemente ni se imaginan cómo hubiera sido vivir. Libre de exceso comunicacional y control tecnológico. Podrían ser prácticamente los bisnietos de una generación que puso las piedras fundacionales de un estilo que, por mucho que intenten desahuciar, ahí permanece y pareciera que no tiene cómo extinguirse.
Se nos hizo corta la actuación de The Vintage Caravan, en general la noche se pasó en un abrir y cerrar de ojos y pudimos constatar que el rock tiene cantera y de la buena. ¿Podrá apreciar esto algún día el gran público? El tiempo lo dirá. Por ahora, no queda más que disfrutar de estos regalos que el rock aún nos da, aferrado totalmente a la vida que tantos por ahí claman que ya no tiene. Lo cierto es que, aunque sean pocos, aún hay una importante cantidad de bandas de rock que emergen desde las cenizas de sus próceres y que están levantando una escena en la que muchas veces tocan para público mayor que ellos, paso a paso abriéndose camino para, quien sabe, un día volver a ponerse de moda y ganar relevancia masiva.
Setlist:
Whispers
Crystallized
Reflections
Innerverse
Guitar Solo
Can’t Get You Off My Mind
Forgotten
Reset
Hell
Crazy Horses
Babylon
Cocaine Sally
On the Run
Expand Your Mind
Midnight Meditation
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