19 de octubre 2024.
Por Daniela Díaz.
Fotografías por Javier Martínez.
La mítica Blondie fue el escenario ad hoc, para una velada oscura y cargada de energía, donde se reunieron dos leyendas del rock gótico: Christian Death y The Mission. La atmósfera en el icónico recinto capitalino ya anticipaba una noche muy esperada, con un público dispuesto a un viaje directo a las raíces de la oscuridad, con dos bandas de culto que han marcado generaciones completas, y que hasta el día de hoy dejan su legado.
Eran las 19:25 hrs, cuando las luces se apagaron por completo y, bajo una nube de humo, comenzó el show de Christian Death. El cuarteto hizo su entrada en un escenario envuelto en sombras, con estilosos outfits con mucho faldón, sombreros, hebillas y mucho negro. Complementado con su característico banderín en el bombo, y flores rojas que daban su toque de momento especial, en una atmósfera perfectamente alineada con el sonido lúgubre y profundo. En una segunda visita a este país tan recóndito, después de 14 años, en su recordado debut el año 2010 en La Batuta.
Los primeros golpes con “Elegant sleeping”, “New messiah” y “We have become”, dieron la seña de que el escenario en Chile estaba abierto para un recorrido denso y cargado de sobriedad. Siguiendo con “Forgiven”, “The Warning” y “Rise and shine” con una primera parte compuesta por canciones de producciones post fallecimiento de Williams, en las voces principales de Valor Kand y Maitri Nicolai, en una dupla acompañada por Steve en batería y Dave, en guitarra.
Nicolai en ciertos momentos lograba sincronizar su interpretación con el videoclip que se proyectaba en la pantalla con “Beautiful”, junto a unas visuales impactantes que dieron otro tenor a un show que recién comenzaba. Para llegar a lo más esperado, al escuchar los clásicos “Romeo´s distress”, que si bien Kand no vocalizó en esta oportunidad, la voz femenina no se quedó atrás en una interpretación distinta. Continuando con “Face” y “As evening falls”, estas últimas piezas pertenecientes a la época más transgresora e inicial de la primera formación de Christian Death.
En una tónica oscura y envolvente en un setlist dedicado a lo más nuevo, y finalizando con lo más recordado con “Cavity – First communion”, “Church of no return” y “This is heresy”, nos trajo recuerdos de las tantas líricas que desafían y critican la religión, la sociedad y los valores morales. Además el arte de este álbum Sex and Drugs and Jesus Christ (1988) fue motivo de polémicas, al tener una imagen perturbadora de Jesucristo, y que en su tiempo acarreó protestas y censuras en algunos países.
Un final que dejó interacciones memorables de Kand con el público, en que alza una botella de vino blanco chileno, bebe y luego nos escupe, en un gesto provocador y desafiante, dejando la euforia a mil, a las cientos de personas que prácticamente repletaban el recinto, y expectantes del show principal.
Prosiguiendo con la jornada, la banda inglesa, liderada por el carismático Wayne Hussey, hizo su entrada triunfal interpretando «Wasteland», uno de sus mayores éxitos y un himno indiscutible del rock gótico. Desde el primer acorde, quedó claro que estábamos frente a una banda que, a pesar de los años, sigue dominando el escenario con la misma energía y pasión, que los hizo famosos en los 80s, con una impecable puesta en escena, alta producción e instrumentos de primer nivel.
El cuarteto demostró estar en excelente forma, pese a los años que han pasado, tanto musicalmente como en su presencia escénica, reforzando los aires de soltura ante la calidad vocal de Wayne, y los riffs hipnóticos de guitarra. Pasando por “Beyond the pale”, “Like a hurricane” cover de Neil Young, que fue bastante coreado, “Within The Deepest Darkness (Fearful)” y “Naked and savage”, y que como también reconoce Wayne en el estrado, los chilenos fuimos unos suertudos, al escuchar este clásico del año 1987, del álbum The First Chaper, canción que no ha incorporado en todas las visitas de su gira por Latinoamérica.
El concierto no estuvo exento de momentos de tensión, y en un acto que destacó la empatía y el compromiso de Hussey con su público, el vocalista detuvo la música para llamar la atención a un grupo de punks que, en su intento por acercarse a la barricada, habían comenzado a empujar a varias mujeres que llevaban horas en la primera fila. Con una mezcla de humor y firmeza, Hussey puso fin a la situación, recibiendo el apoyo de todo el recinto que aplaudió su gesto de respeto. Este pequeño incidente no logró empañar la atmósfera festiva, y rápidamente la música devolvió la calma, permitiendo que la conexión entre la banda y el público se mantuviera intacta.
La energía en Blondie alcanzó su punto máximo, con bailes y cánticos que llenaron el recinto con “Only you & you alone”, “Kingdom come”, “Stay with me” y “Metamorphosis”, en ovaciones totales, y muestras evidentes de agradecimiento de un público fiel, que si bien no ha tenido muchos recambios de generaciones, los pocos que gustan de los referentes más antiguos, sin duda son los que se quedan.
Con «Beyond the Pale», The Mission continuó el set, en que la banda nos transportaba a otra dimensión, con los acordes hipnóticos de la guitarra de Simon Hinkler, el bajo retumbante de Craig Adams, y la inconfundible voz de Wayne Hussey terminaban de envolver nuestros sentidos. En un setlist increíblemente equilibrado, The Mission mezcló sus clásicos de siempre con canciones más recientes, creando un puente entre el pasado y el presente; donde la nostalgia se mezcló con los años en que muchos seguimos la banda, transformándose en un viaje de emociones que no me dejó a nadie indiferente.
Con canciones como «Deliverance» del álbum Carved in Sand (1990), «Love Me to Death» y «Butterfly on a Wheel», la banda logró que el público, no dejara de cantar y ondear los brazos al ritmo de las melodías. Y cuando llegó «Severina» el lugar se convirtió en una verdadera fiesta, con las voces del público resonando por todas partes, en un hitazo que ha marcado en parte el reconocimiento de la banda a nivel mundial.
Tras una breve pausa, Wayne Hussey volvió solo al escenario, y aquí es donde la cosa se volvió más íntima, interpretando una versión conmovedora de «Wake», en que todo el lugar quedó en un silencio casi sagrado. Pero la sorpresa llegó después, con el cover de Depeche Mode, «Let Me Down Again», el que fue inesperado, pero increíble, sobre todo para los que amamos el sonido ochentero del new wave, en una mezcla de estilos nos dejaba una sensación de frescura y sorpresa para prepararnos al punto cúlmine.
El cierre de la noche no pudo ser mejor con «Tower of Strength» como broche de oro, el que estuvo reforzado con los coros de todos quienes llenamos la capacidad del lugar, erizándonos la piel en un verdadero clímax emocional, cargado de manifestaciones de amor, aplausos y hasta una camisa lanzada al escenario, cerraron una noche mágica, digna de recordar, y dejando en claro que la escena oscura no muere en Chile.
En este encuentro inolvidable con dos titanes del rock gótico, no solo nos embarcamos en un viaje hacia lo clásico, sino que también se configuró como una ceremonia de reconexión con las raíces que forjaron nuestros primeros pasos, en estas oscuras sonoridades. Y es así como la escena goth, dark y alternativa en Chile no solo respira, sino que late con fuerza, ante estos artistas tan influyentes y consagrados. En un concilio gótico necesario, y como si el destino lo hubiera preparado, este ritual tuvo lugar en el mes más apropiado: octubre, donde los rituales cobran vida, y este show se enmarca en la antesala perfecta para Halloween.
Setlist Christian Death:
Elegant sleeping
New messiah
We have become
Forgiven
The Warning
Rise and shine
Abraxas we are
Beautiful
Blood moon
Romeo´s distress
Face
As evening falls
Cavity-First communion
Church of no return
This is heresy
Setlist The Mission:
Wasteland
Beyond the pale
Like a hurricane
Within The Deepest Darkness (Fearful)
Naked and savage
Kidness is a weapon
Evangeline
Only you & you alone
Kingdom come
Stay with me
Metamorphosis
Deliverance
Love me to death
Butterfly on a wheel
Severina
Swang song
Wake up
Let me down again (Cover Depeche mode)
Tower of strength
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