Banda invitada: Alectrofobia.
27 de Noviembre 2023.
Por Sebastián Allende.
Fotografías por Francisco Aguilar A.
El que sea lunes no puede ser un impedimento para que la fiesta del rock and roll se haga presente una vez más en el Teatro Caupolicán. Es el día en que las guitarras potentes, la actitud, la electricidad y el blanco y negro marcarían tendencia este 27 de noviembre, ya que en el icónico recinto de calle San Diego, después de casi una década después, se viviría el regreso de la banda sueca The Hives el que de verdad prometía quedar en la retina de todos los asistentes.
Para comenzar potentemente la jornada de este lunes, y cuando poco a poco el recinto comenzaba a repletarse, subiría Alectrofobia para presentar parte de su discográfica, que actualmente los tiene mostrando parte de su último trabajo, lanzado en septiembre de este año, titulado Portal. “El Poder”, fue la primera muestra con una buena dosis de guitarras que fue merecedora de un tremendo aplauso generalizado gracias a la buena dosis de guitarras y sobre todo una buena actitud entregada durante su presentación. “Anestesia”, seguiría manteniendo las pulsaciones a mil, para seguir con su sonido directo con canciones como “Rutinas”, “Arde el fuego”, “Cómo no me va a doler” y el final con “A dónde voy” en este show que ellos mismos presentaron como un homenaje al gran Omar Acosta.
Gran presentación de los muchachos de Temuco, demostrando una potencia que no sorprende y que al contrario se transforma en un reflejo y una constancia al arduo trabajo de este power trio conformado por Gerardo Elgueta, Rudy San Martín y Tanty Ibarra, quienes ya llevan más de 20 años sonando bien fuerte. La correcta presentación de los nacionales, dio el espacio necesario para el desmantelamiento de los equipos del trio temucano, y así, poder dar pie a las respectivas puestas en escena de la banda estelar, espacio necesario para tomar la mejor ubicación y disfrutar del complemento sonoro que nos entregaba el entorno del recinto, ya que tras los parlantes nos acompañaban los sonidos de The New York Dolls, como una forma de preparar el ambiente necesario para ese sucio rock and roll que caracteriza a los suecos.
Cuando ya disfrutábamos de una cancha del Teatro Caupolicán repleta y dispuesta para el comienzo de este show, a las 21:10 hrs las luces que se apagan y que dan espacio para que suene la marcha fúnebre de Chopin, para que comience la despedida a Randy Fitzsimmons, y poco a poco suban como si fueran una especie de sepultureros vestidos en traje y de impecable blanco y negro, The Hives, quienes a volumen muy alto comienza con “Bogus Operandi”, para que en menos de 30 segundos trasformar el recinto en una caldera gracias al tremendo desplante que ya nos entregaba Pelle Almqvist.
La algarabía de la jornada seguiría con uno de los clásicos de los suecos, “Main Offender”, una de esas canciones hechas para que todos salten, y por los cielos corra la cerveza y el agua como una especie de lluvia que circula por el cielo. “Walk Idiot Walk” mantendría a bien arriba a los presentes, quienes ya se encontraban extasiados con tan solo 3 canciones de The Hives, gracias a la terrible potencia y fuerza que le imprimen los suecos y que realmente te da ganas de moverte y de dejarlo todo por los aires. “¿Cómo esta mi gente?”, The Hives ya está en casa y efectivamente se sienten como tal, Nicholaus Arson, Vigilante Carlstroem, The Johan and Only y Chris Dangerous se muestran contentos, sonrientes y a la vez expectantes a la respuesta de lo que se vendría a continuación.
The Death of Randy Fitzsimmons es el nombre de su sexto álbum de estudio que actualmente tiene a los suecos arriba de los escenarios del globo tras más de 10 años de silencio discográfico y tras el inició con “Bogus Operandi”, sonaría muy fuerte con “Rigor Mortis Radio”, “Stick Up”, “Trapdoor Solution” y “Smoke & Mirrors”, entre otras canciones que fueron retratadas con furia, del que fue uno de los grandes discos del año que ya termina gracias a la fórmula que posee esta agrupación que no desentona y lo mejor, que suena fresca y muy sincera a pesar del tiempo. The Hives es una gran banda para disfrutar en vivo, y en parte es gracias a la tremenda performance de Pelle Almqvist, un verdadero showman que habla en un casi perfecto español, que tal como el nos dice: “fue hecho en casa”. Pelle saltó, cantó, gritó y fue el responsable de prender a todos los presentes desde el inicio al fin, moviéndose de una esquina a otra e incluso metiéndose entremedio del público para cantar con ellos, como lo fue en “Go Right Ahead”.
La fiesta que no daba truega, con un volumen que no bajaría y que nos entregaría uno de los momentos culmines de esta velada: “Hate to Say I Told You So”, sin lugar a dudas, una de las canciones más reconocidas de esta agrupación, tal como nos diría Pelle: “Un grande clásico, magnifico, fantástico”, que parte con la guitarra sucia de Nicholaus y con ella, para que la fiesta siga desatándose y el recinto no de más con este clásico de los años 2000, en donde los fans presentes fueron parte de la canción, interpretando los acordes de bajo característicos en el medio tiempo de ésta, para ir cerrando con una demostración de pogo en donde dejaron todo en la cancha, transformándola en un campo minado, ya que en cualquier lugar en que tú te encontraras, era difícil mantenerse quieto y en pie gracias a la intensidad que se respiraba que mantendría en llamas a todos.
Tras esto, el locuaz vocalista nos entregaría una advertencia, la que definitivamente parecía muy tarde: «No hay canciones suaves, solo canciones peligrosas y muy fuertes» y es cierto cada mazazo que nos entregó The Hives fue un fiel reflejo de esto. “Están listos culiaos!”, llegan los dos grandes singles de su última entrega: “The Bomb” (declara la canción favorita de la agrupación de su última placa) y “Countdown to Shutdown”, para una pequeña pausa cerrar esta intensa jornada con dos clásicos que fueron entonados a tope. “Come On!” y “Tick Tick Boom” canciones precisas para que todos los presentes en el teatro cantaran, saltaran y bailaran bajo el alero del ritmo de estos demonios suecos.
Hace poco tuvimos grandes shows como los de Roger Waters o de los Red Hot Chili Peppers, en donde la periferia y todo lo externo a la música toma protagonismo, pero si me preguntan, hay que dar gracias a números como The Hives, que nos suben a la escena, nos muestran y nos entregan un show honesto en donde ponen en manifiesto lo que realmente importa la música y la actitud, que los tiene catalogados con el apodo de “La mejor banda en vivo del mundo” y de seguro le preguntan a cualquiera que asistió este lunes al Teatro Caupolicán, te dirá con una sonrisa que es así.
Setlist:
Funeral March (3rd Movement) (Frederick Chopin, Kemal Gekić song)
Bogus Operandi
Main Offender
Walk Idiot Walk
Rigor Mortis Radio
Good Samaritan
Go Right Ahead
Stick Up
Hate to Say I Told You So
Trapdoor Solution
I’m Alive
Smoke & Mirrors
The Bomb
Countdown to Shutdown
Come On!
Tick Tick Boom
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