The Drums en Coliseo Santiago: Baile y frenesí
27 de marzo 2022.
Por Carlos Barahona.
Fotografías por Javier Martínez.
La expectación era latente y leitmotiv que reunía a todas las personas que nos encontrábamos un domingo por la noche era el mismo: el reencuentro con Jonathan “Jony” Pierce y compañía en la conmemoración del décimo aniversario de Portamento, el segundo disco de la banda, la que fue pospuesta un año por la pandemia – una batería de himnos que marcan a una generación que vive y muere por el indie, los vaivenes de la existencia, el intentar aferrarse a algo y mantenerse en esa sensación de que la vale la pena vivir, sea cual sea la circunstancia.
Para comenzar la velada, nada mejor que la solidísima banda nacional El Cómodo Silencio De Los Que Hablan Poco (ECSDLQHP), quienes con sus riff y melodías atmosféricas pasan perfectamente de un pop bailable a generar sonidos y capas que rememoran a bandas como Sonic Youth o Explosions in the Sky. La recepción del público fue total y en cada canción que presentaron, los vítores no se dejaron de sentir.
Luego del fin del show de ECSDLQHP, la tensión se comenzó a notar en el ambiente. Juventud inquieta ante lo que sabían que se venía. A eso de las 21.15 horas se comenzó a visualizar un enorme telón negro con la frase Portamento escrita en blanco. Afinación de últimos detalles de los roadies a los instrumentos y el público ya vitoreaba “Jony, Jony” a todo pulmón.
Casi con exactitud, a las 21.30 el Teatro apagó las luces, se comenzó a escuchar un audio en el cual se rememoraba parte del proceso creativo del disco, y con una intro de cuerdas, sumado a los sintes de “Searching for Heaven”, la banda se arroja al escenario. Comienza “Book of revelation” y el Teatro se viene abajo, los celulares colman el reciento buscando atrapar lo fugaz y Jonathan Pierce comienza el peregrinar por el disco que los catapultó a la fama. Portamento es un disco de corazones rotos, pero que nunca dejan de bailar. Y la premisa se mantuvo durante todo el concierto.
Todas las canciones son coreadas a desfallecer. “Days”, “Money” y “I don’t know how to love” identifican a una generación y Jony Pierce lo sabe. Cada movimiento suyo es un baile que lleva al frenesí. Se desliza por el escenario, de manera muy teatral, con movimientos que son una mezcla entre el voguing y los pasos que realizaba Ian Curtis al mando de Joy Division.
Las últimas tres canciones del disco – el que fue tocado en su totalidad – “I need a doctor”, “In the cold” y “How it ended”, mostraron el despliegue de la banda en el escenario. Compuesta por Jacob Graham, Adam Kessler y Connor Harwick, desplegaron un sonido frenético, con tintes de punk y una celeridad que contagió a la audiencia.
Finalizada la presentación del disco, la banda se retira entre vítores del escenario, pero con hambre de escuchar más canciones. Jonathan, como buen maestro de orquestas, maneja los tiempos y cuando por las paredes del Teatro su nombre retumbaba a más no poder, reaparece, acompañado solo de una guitarra para cantar la balada “Down by the water”, perteneciente a su disco homónimo del año 2010, teniendo el momento de mayor intimidad en todo el concierto. Luego, vuelve el resto de la banda y tocan el himno “Let’s go surfing” con el que el público salta, baila y corea con todas las energías que les quedaban.
Se cierra el telón definitivamente, acaba el baile y el frenesí y la generación presente se retira tímidamente, volviendo a la calle a enfrentar sus miedos e inseguridades, pero encontrando en The Drums un cobijo que los hace mantenerse en pie día a día.
Setlist:
Book of Revelation
Days
What You Were
Money
Hard to Love
I Don’t Know How to Love
Searching for Heaven
Please Don’t Leave
If He Likes It Let Him Do It
I Need a Doctor
In the Cold
How It Ended
Down by the Water
Let’s Go Surfing
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