Banda invitada: Pacífico.
30 de julio 2024.
Por Rocío Belén.
Fotografías por Javier Martínez.
El quinteto de metal progresivo neoclásico norteamericano Symphony X regresó a nuestro país para presentarse en el capitalino Teatro Coliseo el pasado 30 de julio, celebrando 30 años de carrera junto a lo mejor de su repertorio y grandes sorpresas rescatadas del pasado que en conjunto conquistaron a la masa santiaguina. Tan sólo dos años pasaron desde su última presentación en Teatro Caupolicán, jornada que dejó al público con gusto a poco debido a la insuficiente calidad sonora, sin embargo, estamos a años luz en comparación a lo vivido anoche en lo que fue un impecable show en todas sus aristas.
Cerca de 10 minutos antes de lo pactado, se sube al escenario la banda nacional Pacífico, como un potente huracán que arrasa enérgica y emotivamente, presentando canciones de su más reciente trabajo Success, Luck and Happiness, lanzado en mayo de este año. Media hora de intensas progresiones se apoderaron de la antesala sinfónica en manos del cuarteto local, quienes desde 2016 rompen la escena habiendo ya pisado escenarios internacionales en México y Europa, y como no, también la connotada Quinta Vergara en 2022 para la apertura de Dream Theater en su último paso por nuestro país. Una ejecución poderosa e impecable que data con certeza los 8 años que tiene la banda en el cuerpo, dándonos una sutil cátedra de un intachable rock progresivo chileno.
Puntuales y perfumados se presentan desde las 21 horas los estadounidenses Symphony X, celebrando 3 décadas de odiseas divinas junto a una formación sólida que compone a la agrupación hace ya casi un cuarto de siglo. El Teatro Coliseo fue testigo de una noche inolvidable que supera con creces las ediciones pasadas del quinteto en cuanto a energía, desplante y calidad sonora, sacando ventaja a las capacidades acústicas del venue para darle un toque mucho más épico a la velada. Si bien en un comienzo la guitarra se vio levemente opacada por los teclados, la cohesión musical estuvo presente a lo largo de toda la jornada.
La banda presentó un setlist que abarcó clásicos como la sorpresiva “Without you”, y los ya tradicionales “Set the world on fire”, “Serpent’s kiss” y “Evolution”, comenzando con “Iconoclast” entre saltos. “Nevermore” se transformó lentamente en una de las más coreadas hasta la brutal explosión de “Inferno (Unleash the fire)”, abarcando masivos registros audiovisuales por parte de la audiencia. “Run with the devil” tuvo una presentación extendida de los músicos, demostrando connotada maestría y habilidad para fusionar la complejidad musical con energía y emoción. El impresionante virtuosismo de Michael Romeo no dio tregua alguna, destacando siempre con sus dotes musicales que lo posicionan como uno de los principales íconos del neoclásico, dándole con vasta precisión a todas y cada una de las notas en el mástil de su clásica signature Caparison Dellinger Prominence MJR blanca. Por otra parte el rango vocal de Rusell Allen es indescriptiblemente impresionante, manteniendo intactos el color, timbre, tono, potencia y condición, dejando atónitos a varios en distintas ocasiones. Este hombre hace lo que quiere sobre el escenario, generando calurosas ovaciones a lo largo de todo el encuentro, aprovechando el despampanante carisma que tuvo además la participación de una pequeña y afortunada niña que recibió un setlist de las propias manos del frontman en medio del show, conmoviendo a todos a su alrededor. La sección rítmica compuesta por Michael Pinella en los teclados, Jason Rullo en las percusiones y Mike LePond en el bajo, proporcionó una base sólida y precisa en su totalidad.
Definitivamente la sección pensada para los fans sorprendió gratamente con canciones como “To hell and back”, sin embargo no fue hasta el encore que los corazones terminaron de ser conquistados gracias a la magnífica balada “Paradise lost” y nada más ni nada menos que “Out of the ashes” y “Of sins and shadows”, estrenadas en Brasil recientemente tras 8 años sin interpretarlas en vivo, cerrando la velada con broche de oro para los más apegados a los side-b de las discografías. A esto hay que sumarle la aparición de Rullo con la camiseta de la selección nacional de fútbol, dándole el último toque de color a la noche.
Extensos aplausos resonaron desde el público chileno en lo que podemos considerar un éxito rotundo, llevándonos a casa una satisfactoria sensación en cuanto a la integralidad del show. Si bien no fue perfecto, fue infinitamente mejor que cualquiera de las entregas pasadas de la banda en nuestro país, mostrándonos al fin un show como se lo merece Chile, y aunque se pueda cuestionar el setlist en comparación a las últimas giras por la falta de variedad en la selección de las canciones en general, las sorpresas fueron gratamente recibidas en un encuentro de admiración recíproco entre los intérpretes y sus seguidores. Con la marcha imperial de Star Wars reverenciaron a las dos mil almas que asistieron al Coliseo metropolitano, despidiéndose emocionados y con una sonrisa de oreja a oreja.
Setlist Pacífico:
Aullido en la piel
Autocontrol
Digital slaves
Horizons
Success luck and happiness
El río sueña
Setlist Symphony X:
Iconoclast
Nevermore
Inferno (Unleash the fire)
Serpent’s Kiss
Without you
To hell and back
Evolution (The grand design)
Run with the devil
Set the world on fire (the lie of lies)
Paradise lost
Out of the ashes
Of sins and shadows
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