El sonido fuzzrockero de Soponcio se hace presente nuevamente desde la región de Valparaíso. Se trata de “Kolilla”, adelanto del próximo E.P. “Descenso” producido en Hiss Records y que será publicado a fines de mes por Bombtrack Distro tanto en plataformas digitales como a través del formato físico. Cuatro canciones que retratan el presente de la agrupación, en esta ocasión gozando del sonido más orgánico, crudo y directo.
Al vivenciar los cuatro minutos y fracción del videoclip emergido de Z.V. Producciones, nos llega a la retina un flashback, un recuerdo, un sonido similar y diferente al mismo tiempo respecto a lo que conocíamos hasta ahora de ellos gracias a las placas “Soponcio” (Planetario Fuzz Records, 2013), “Fuerza Oculta” (Believe Records, 2014) y “Radio-Lógica” (P.F.R., 2018). Similar porque el presente sencillo se condice con la línea estilística que caracteriza a la banda oriunda de Quintero y sus melodías y ritmos son una reminiscencia de un pasado que nos suena familiar; y diferente por su tratamiento técnico, gracias a la entrada a las cuatro cuerdas graves de Dante San Martín, que también participó en “Radio-Lógica”, siendo un gran aporte a la banda en cuanto a ingeniería sonora, según nos cuenta David “Wazón” Castillo, vocalista, guitarrista y miembro fundador junto a su hermano Sebastián, cuya presencia rítmica y aplanadora desde los tambores está lejos de pasar desapercibida.
“Kolilla” (suena con acento en la “o”) es un espacio en el que nos encontramos con nuestro dolor, lo abordamos en todo su esplendor, lloramos si queremos, reflexionamos, y desde ahí emprendemos nuestro camino, lejos de aquello que nos oprime, por la senda de nuestro verdadero ser. Castillo nos cuenta también que la creación del próximo E.P. estuvo enmarcada en un afán de palpar cada detalle musical de forma pausada, dando cabida al reposo, a “limpiar la oreja”, a observar las canciones en perspectiva, regándolas como una planta, dándoles todo el cariño y atención que requieren para que sean un reflejo lo más fiel a la época que en que el power trío se encerró a concebir “Descenso”, confirmando además la existencia de momentos de lentitud densa y pesada como encontramos en “Leviflot”, “Callas” o “Dimensión”.
En la presente entrega, la familia soponcial obtiene un nuevo integrante, más ligado al ámbito lo-fi, manteniendo una batería con presencia, un bajo multiforme y una guitarra atmosférica que zigzaguea entre el cielo y la tierra, haciéndonos sentir que valió la pena la espera, reflejándose la madurez y el tiempo otorgado a la creación del cuarto trabajo de estudio de estos estandartes de un llamado fuzzrock bañado en grunge, stoner y groove, y, como ha sido habitual durante estos 7 años de carrera, el buen y siempre vivo punkrock.