Sons Of Apollo en Chile: Viaje al centro de la mitología del Rock
Teatro Teletón, 8 de abril 2018.

Por Guillermo Ziem.
Fotografías por Agustín León.

La noche del domingo se cubrió del polvo mágico de lo que en la actualidad es la mega banda de rock del momento. El ex Teatro Casino Las Vegas, actual Teatro Teletón, fue el escenario escogido para la primera presentación en suelo nacional de la mega banda Sons of Apollo.

Sin tanto preludio, para comprender que es Sons of Apollo, debemos volver más de tres décadas en la historia del rock para lograr ver las dimensiones reales de este nuevo fenómeno. Sons of Apollo es una banda formada en 2017 y su placa Psychotic Symphony vio la luz recién en octubre del año pasado, bajo estos conceptos, entendemos que es una banda nueva. Pero debemos insistentemente ver su génesis, desentrañar su formación para entender cuál es el ADN que mueve esta maquinaria.

Es difícil decidir por quien comenzar al momento de señalar sus integrantes, en la voz tenemos a Jeff Scott Soto, quien fue vocalista en algún periodo de los 80´s de la banda de Yngwie Malmsteen, también paso por Journey y fue el encargado de poner la voz del cantante de Steel Dragon en la película Rock Star, luego en los teclados tenemos a Dereck Sherinian quien trabajo con Alice Cooper, Tony Macalpine, y sus teclas quedaron además grabadas en el álbum en vivo de Kiss, Kiss Alive III, además de ser por un prolongado periodo tecladista para Dream Theater, en la batería esta nada menos que otro conocido, Mike Portnoy, baterista insigne de Dream Theater por más de 25 años, productor y baterista de Avenged Sevenfold, elegido en decenas de ocasiones como el mejor baterista del mundo por algunos medios especializados, en la guitarra nos encontramos con Ron “Boomblefooth” Thal, quien aparte de su trabajo solista fue guitarrista para Lita Ford, y su no menor participación por casi una década con Guns N’ Roses, con quienes elaboro gran parte del álbum más longevo en producirse en la historia del rock, Chinesse Democracy. Y por último vemos en esta obra de la ingeniería al bajistaBilly Sheehan, quien al igual que Portnoy se pasea por el mundo en clínicas de su instrumento, pero que además tiene la no menor participación en la escena mundial del rock siendo bajista para los primeros trabajos solistas de David Lee Roth luego de su salida de Van Halen, también de Steve Vai, además de ser el bajista de Mr. Big en todas sus etapas, así como de The Winery Dogs, y en la actualidad, así como todos los músicos ya presentados en este párrafo, está dedicado a este mega proyecto Sons of Apollo.

Con esta formación es difícil no lograr dimensionar que en buen chileno, esta banda es una sandía calada, empezando por la calidad de sus integrantes, probada por décadas en diferentes agrupaciones. Pero vamos a la comprobación empírica respecto al show. El show inició puntual a las 20:00 horas como estaba anunciado, el imponente escenario fue engalanado con un telón de fondo que es la portada del disco Psychotic Symphony, un escudo de armas que representa la fortaleza de los cimientos del grupo.

Luego de una Intro a base de secuencias se descubre la batería imponente de Portnoy, la que claramente siempre tiene menos piezas de las que puede usar, Ron Thal sube a escena con una guitarra con luces led multicolor de doble mástil uno freetless y otro con trastes, así como Billy Sheehan con un bajo de doble mástil, uno activo y el segundo pasivo, con lo que las escalas a desarrollar podrían sonar a decir lo menos, como para hacer llorar a cualquier aficionado.

Un teatro Teletón repleto y expectante es el marco que dio la bienvenida a la banda en su primer show en conjunto en tierra chilena. El show se inicia con la épica “God of the Sun”, con sus 11 minutos es una obra magna llena de retórica con una majestuosa interpretación, “Signs of the Time” es la continuidad del inicio en grande, “Figaro´s Whore” le da el matiz decadente necesario al show que ya está lleno de colores y energía. “Divine Adiction” viene a dar su configuración precisa a un show lleno de matices, pero esta banda igual tiene su corazón puesto para recordar, y en este caso ocupan “Just let me Breathe” de Dream Theater para demostrar lo que ya se ve, una lujosa interpretación. “Labyrinth” es en sí lo mismo que su título, un camino largo y difícil de desentrañar, sin embargo bien traducido para los oídos asistentes. Pero se nos queda Billy Sheehan en este camino, el virtuoso sextogenario músico nos brinda un solo de bajo impresionante, quizás un bajo de dos mástiles es mucho, pero para él no es suficiente, pudo quizás nacer con cuatro manos o más dedos en ellas, pero las octavas se multiplican mágicamente, el tapping, notas enteras, y nada es suficiente en este solo de casi cinco minutos para este gentil músico, siempre brindando una sonrisa a sus seguidores, un genio moderno de la música.

“Lost in Oblivion”, nos remonta a espacios en los que reconoceríamos el purgar nuestros errores de nuestras vidas es una posibilidad, en escala de rock, esta culpa se descarga a continuación en el espacio que se brinda al gran Jeff Scott Soto para su solo vocal en el que tributa a Queen en un mágico juego de pedales de efectos, que el mismo maneja a su antojo, con ellos, Jeff produce sonidos con reverb que le permite hacer el solo vocal de la gran “The Prophet´s Song” emulando las escalas vocales de Mercury superponiendo diferentes octavas para una misma frase, algo magistral para oír, sigue el tributo a los británicos con “Save Me”, esta vez Jeff acompañado de la guitarra de Boomblefoot, una interpretación a reventar, cantada a toda voz por los asistentes, es un agrado reconocer como evoluciona el público, en algún momento de la historia quienes se consideraban así mismos rockeros renegaban de Queen por las maneras de Freddie Mercury, sin embargo en la actualidad es reverenciado, como siempre debió ser.

“Alive” nos devuelve enérgicamente al show que tenemos en frente, algo difícil de asimilar, pero que vuelve a aterrizarnos con el solo de Ron “Boomblefoot” Thal, quien en conjunto con los demás músicos interpretan el poco solemne, quizás jocoso sonido de “The Pink Panther Theme”, en una interminable descarga de notas y riffs asociados que permiten apreciarla desde otro ángulo, uno más rockero, material probado ampliamente en los conciertos cuando Boomblefooth era parte de Guns N’ Roses. Pero la solemnidad vuelve a escena sin despeinarse para interpretar “Opus Maximus”, un épico tema de casi 10 minutos, en que todos tienen su oportunidad de lucirse, paseando al público por ambientes tan amplios como intrincados, que desembarcan en un solo de Teclado de Sherinian, algo surrealista al máximo, con teclas que suenan a todo tipo de instrumento, sabiendo que es un teclado con atmósfera. “Lines in the sand” del disco Falling into Infinity de Dream Theater, un cierre genial, solo para que los músicos descansen unos minutos del ajetreo de un día más en la oficina, algo común. Luego del break los colosos del rock vuelven a escena para dar por finalizado el espectáculo con “Comming Home”, quizás un recordatorio de que con su arte hacen propio cada espacio en el que se presentan. Un show implacable, de alto nivel, groseramente virtuoso, pero sin hacer alarde de lo mismo, se centran en solo hacer un excelente espectáculo fácilmente digerible y entendible hasta para los más básicos oídos.

Para cerrar, es importante destacar que la majestuosidad de la presentación de Sons of Apollo como banda, es nada en comparación con la humildad de estos músicos muy dispuestos siempre hacia sus fans, estrechando manos, regalando sonrisas y también en el caso de Boomblefooth permitiendo que toquen su guitarra mientras él hacia algunas notas, simplemente genial. Nos vamos a casa con una sensación de ruido por el volumen de la amplificación, es un concierto de rock, pero sabiendo que nuestros tímpanos fueron masajeados en un tratamiento reparador de buena música.

Setlist:
God of the Sun
Signs of the Time
Figaro’s Whore
Divine Addiction
Just Let Me Breathe (Dream Theater cover)
Labyrinth
Bass Solo (Billy Sheehan)
Lost in Oblivion
The Prophet’s Song / Save Me (Queen cover)
Alive
The Pink Panther Theme (Henry Mancini cover)
Opus Maximus
Keyboard Solo (Derek Sherinian)
Lines in the Sand (Dream Theater cover)

Encore:
Coming Home

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