Sondelvalle y Franz Mesko en Club Subterráneo: Un miércoles sabroso de estilos
26 de julio 2017.
Por Gabriela León.
Fotografías por Victor Santibañez.
El día de ayer, 26 de julio, a eso de las 23:00 hrs nos dirigimos al Club Subterráneo, ubicado en Orrego Luco, para a ver a dos agrupaciones que han estado dando de que hablar en el último tiempo. Me refiero a Sondelvalle y el saxofonista chileno Franz Mesko.
El Saxofonista ha ido marcando terreno en la música actual chilena, con una propuesta diferente, mezclando el movimiento hiphop con el sonido del jazz. Además, ha participado en diferentes colaboraciones en bandas como Gepe, Javier Barria, entre otros.
A eso de las 23:30 Mesko pisó el escenario del Club Subterráneo, para darnos un buen rato de su Técnica mixta. La presencia del saxo en las líricas del hiphop lo hacen ser un show entretenido de estar, esto unido a la lista de invitados con la que contó a lo largo de toda su presentación. Desde los sólidos raperos Charly Humos, Matiah Chinaksi, hasta la voz más melódica de Javier Barria, que nos permitió tener una variedad amplia de sonidos para disfrutar en una misma presentación. Sin duda, Mesko se puede definir como un hiphop suave con el aporte del saxo que atrae hasta a los más distantes de este estilo.
A las 00:40 hrs. fue la entrada del plato fuerte de la noche. Con un público que comenzó a llenar de a poco el Club Subterráneo, y que rápidamente se incorporó al sonido de Sondelvalle.
Para iniciar la fiesta solo fue necesario un par de golpes en el cajón peruano de Javiera Iglesias para que los pies de sus seguidores comenzarán a bailar y saltar. Las canciones escogidas fueron “Cumbia para despertar” y “Vacas Gordas”, con los sonidos de la melódica y el rap de Sebastián Rojas.
Es entretenido el show de Sondelvalle, y si bien es una banda que comenzó a tocar desde el año 2012, han explorado un rincón de la música que no todos han decidido entrar. El Rap Guachaca mezclado con la cumbia reflexiva, es un territorio en donde son embajadores. Dejando de lado el sentido más conocido de la cumbia, para reemplazar por una letra más reflexiva, más consciente. No por nada sus canciones hablan sobre desigualdades, cambios en la sociedad y del orgullo latinoamericano.
La banda también tuvo tiempo para dar en el gusto a sus fanáticos, ya que nos deleitaron con “El barquito”. Canción que según mi apreciación es demasiado corta para lo linda y potente que es. Es un tema que produce calma y que siempre se agradece poder disfrutarla.
La noche comenzaba a cerrar con las conocidas y alegres “Maracuyá con Mango” y “Ritmo Elemental”, que sin duda son las canciones más bailables de esta agrupación, que están tomando fuerza y se hacen espacio dentro de la ola de grupos de cumbia actuales, con una idea nueva, y con música que se diferencia del resto.
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