Sílvia Pérez Cruz se presentó en el Nescafé de las Artes: Yo aquí me dejó el alma
21 de abril 2016.
Por Omar Saldias.
Ayer Silvia Pérez Cruz se plantó en el escenario del Nescafé de las Artes rodeada de instrumentos de cuerda. Ella luminosa con un vestido de noche y una sonrisa que haría florecer al más triste y creando una pequeña orquesta en forma de semicírculo. En cada momento cuando su mirada se encontraba con la del público era imposible no sentir la energía que esta mujer de 32 años transmite a cada paso y que en cada canción dejaba.
La ganadora de un “Goya” a mejor canción original en ‘Blancanieves’, y que ha estado a cargo de bandas sonoras de las obras de teatro ‘Terra Baixa’ de Lluís Homar e ‘Informe per a una acadèmia’ de Ivan Benet, además de sus trabajos en bandas sonoras actuales, como “ No hay tanto pan” una de las canciones con la que ayer nos deleito. Deja entrever como ella misma lo ha dicho «Esto no es un producto, yo aquí me dejó el alma».
Y así en su concierto debut en Chile era como si enfrente tuviera a algún ser amado, a un recuerdo de su tierra, algún sentimiento que invisible se posaba sobre él público. A cada canción se daba el tiempo para darnos un poco de historia. En ella confluyen las formas más simples y memorables que las raíces de la música nos ha entregado, el flamenco, música tradicional catalana, boleros cubanos, etc. Pero Silvia no es solo forma, a través de ella fluye poesía, historias de cuentos perdidos. Su forma de cantar es una muestra de su forma de ver la vida, sentir, como dijo ayer. Sentir cada momento, amar y con su timbre de voz único y a la vez mágico y con sus palabras que revolotearon en nuestros corazones, nos hizo recordar, y así casi sin querer nos olvidamos del tiempo para empezar a sentir.
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