Shaila en Pulpa Fest: Cuando el fanático no es sólo espectador
Domo San Diego, 27 de mayo 2017.
Por Jorge Fernández.
Fotografías por Gabriel Padilla.
Bien entrada la noche y cuando ya habían tocado cinco agrupaciones anteriormente, subió al escenario del Domo de San Diego, la banda argentina de hardcore-punk, Shaila, para cerrar lo que sería una noche potente y de una calidad musical impresionante.
Su aparición no fue ni con bombos ni platillos, pues la modestia que los caracteriza, pese a estar en el ruedo por más de 20 años, es una de sus fieles compañeras en escena. Y es que este grupo de músicos bonaerenses no sabe de soberbia ni de tapujos elitistas entre los que tocan y los que escuchan y fue así como lo dejaron demostrado durante toda la extensión de su show.
Cuenta la historia que fue Carlos Kretschmer, bajista y vocalista de BBS Paranoicos, quien a mediados de los noventa en algún antro musical de nuestra capital, descubrió un casette con su música, la cual ya daba buenos frutos al otro lado de la cordillera. De ahí en más, la amistad y los conciertos en conjunto fueron una tradición que se mantiene hasta el día de hoy.
La banda está integrada por Pablo Coniglio (bajo y coros), Yasser Eid (guitarra), Santiago Tortora (guitarra y coros), Guido Hernan Diez (batería) y el siempre carismático Joaquín Guillén (voz), quien desde un principio invitó a todos los fanáticos a ser parte activa del espectáculo.
“Esta línea que ustedes ven aquí es arbitraria, como todas las líneas que nos dividen”, decía mientras apuntaba con el micrófono a la punta del escenario que conectaba con el público. Y no eran solo palabras, pues durante todo el show fueron subiendo constantemente fanáticos para corear sus más grandes éxitos entre los que destacan como siempre “Te vi”, “Bajo el agua”, “La historia somnolienta de América Latina”, “Mil ilusiones” y “Cuando no quieras sentir”, entre tantas otras.
Lamentablemente el show no pudo durar más, pues hubo mucho que faltó, entre lo que es posible destacar su muy buena última placa Contraindicado (2015) de la que sólo tocaron el tema homónimo que más los representa, ya que en palabras de su vocalista habla de aquellos que tienen una puerta en frente, pero que, sin embargo, quieren entrar por la ventana, lo cual hace mención directa a su objetivo musical y de vida que se basa siempre en no ser un potencial ser acostumbrado al letargo de la homogeneidad.
Hubo espacio para gratas sorpresas, pues Shaila creó un espacio de culto a la música que disfrutan, interpretando covers de Bad Religion y de los propios BBS Paranoicos. La gente grito, cantó y pataleó desde el inicio hasta el fin en un espectáculo que claramente dejó a todos contentos y con ganas de esperar una nueva fecha para este gran cartel musical de una escena que está lejos de extinguirse.
Shaila brindó la posibilidad de que todos fueran protagonistas. Micrófono abierto de mano en mano y la histeria colectiva que se dejaba ver en cada uno de los rincones del recinto. Son vecinos, son queridos y con la sinceridad que los caracteriza, fueron el sello maestro para cerrar una noche que quedará profundamente grabada entre todos los asistentes a este primer festival organizado por Pulpa Discos.
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