25 de Agosto.
Banda invitada: Waterglass.

Por Meryth Smirnoff.
Fotografías por Francisco Aguilar A.

Era el fin de la época pacifista hippie cuando desde el fondo del telón a finales de los años 70´s se comienzan a remecer las cortinas de aquellos que no estaban conformes, de los jóvenes irreverentes cuya bandera de lucha era la rebelión en forma de protesta musical, de aquellos que se inspiraban en el anarquismo y en la libertad musical como movimiento de lucha dando paso a un estilo sonoro único: El Punk. Con guitarras de riffs rápidos, baterías energéticas y voces de disconformidad, el estilo rápidamente fue ganando adherentes por todo el globo demostrando su insignia particular no solo por la representatividad de sus letras, sino que también por el look característico de sus oyentes que gritaban a viva voz sus insignias a mano de sus primeros exponentes reconocidos a nivel mundial como son Sex Pistols, Ramones, New York Dolls, Misfits, The Clash, entre otros, quienes fueron los encargados de dar el impulso a este nuevo estilo de música a fines de 1970 y la cual fue definida como si “apenas supieran tocar los instrumentos” pero que generó furor con sus letras llenas de críticas y caos.

Inspirada en la escena Punk, pero sumando la nueva característica musical más melódica, en 1988 nace Samiam en Berkeley, California a manos de Jason Beebout (voz) entregando un sonido renovado que mezclaba el desbarajuste sónico con melodías altamente emocionales características de la música Emo y que en varias entrevistas ellos mismos han definido como difíciles de encasillar en algún estilo musical particular. Luego 35 años de experiencia y con 9 discos de larga duración, ayer nos presentaron su última entrega discográfica denominada Stowaway lanzada en marzo de este año, además de darnos un viaje por sus temas más icónicos.

El show comienza con una antesala de infarto, los locales de Waterglass se encargan de encender el escenario del Club Ambar con su Hardcore Punk santiaguino a eso de las 20:00 con su tema “Todo o nada” primer track de su último disco de estudio denominado Arrebol, lanzado el pasado 14 de julio. “Selk’Nam”, “Entropía” y “El último escape” siguen encendiendo al público que se hace presente en el recinto. Las paredes resuenan con fuerza acompañadas de la acalorada sinfonía de aplausos y demostraciones de cariños de la audiencia que empieza a llenar los espacios del club. Los nacionales hacen una pausa para agradecer a todos los músicos que han acompañado y ayudado a su carrera musical y anuncian el lanzamiento de su vinilo Arrebol para enero del 2024. “Voyager”, “Caída libre” y “300 km al norte” siguen el hilo continuo del nuevo álbum que solo sabe de fuerza y potencia tanto en sus instrumentos con una batería de percusiones aceleradas como en la voz que interpreta con profundidad la lírica que los componen. El final de la presentación de Waterglass llega con su tema “Martín” tras una pequeña dedicatoria de la agrupación al exintegrante que ya no se encuentra entre nosotros, el baterista Martin Pascal, quien fue miembro de la banda entre el 2012 hasta el 2014 y a quien le dedicaron este tema en forma de homenaje: “Es nuestra manera de devolver, de algún modo, la alegría que él entregaba de manera constante y sin distinción a sus amigos y conocidos”. Sin duda una impecable presentación de los chilenos en el Club Ambar que se fue llenando a medida que transcurrían los minutos y cuyo público le fue sumando garra al show que finaliza con una invitación a nuevos eventos y asegurando que la buena música que compone el hardcore punk chileno sigue más viva que nunca.

null
null
null
null

Las conversaciones de los presentes de pronto enmudecen y los faros vuelven a iluminar los instrumentos listos y dispuestos en el escenario; una guitarra aguda y energética comienza con los riffs característicos de Sergie Loobkoff acompañado de una segunda ráfaga de cuerdas a manos de Sean Kennerly en conjunto con la percusión acelerada de Colin Brooks y la profundidad del bajo de Chad Darby para hacer estallar la bulla del recinto a esos de las 21:08 horas de la noche. La tensa sección rítmica de los instrumentos se logra escuchar en los temas de su disco estreno Stowaway y la voz de Beebout entrega el valor melódico que tanto caracteriza a la agrupación en un paseo por “80 West”, “Sunshine” y “Wisconsin” pertenecientes a sus discos estrenados en los 2000´s. Los mosh se hacen presentes inmediatamente generando el desorden típico de bullicia punk de antaño que se acompaña con las voces al unísono de la audiencia que acompañan a la banda con sus coros estruendosos.

null
null

Con el recinto repleto la odisea por los acordes que continúan al recorrido del álbum Stowaway, el cual se demoraron 12 años en lanzar, se encargan de sumar a la potencia de la música ya conocida de la banda una brisa de nostalgia y melancolía notoriamente visible en el tema “Crystallized” el cual habla sobre el crecimiento personal desde la irreverencia de la juventud hasta alcanzar la claridad que se obtiene con los años. “Lights Out of Hustler” llega para gritar con desenfreno lo difícil que puede ser el recorrido a través del tiempo haciendo hincapié en los inconvenientes que aparecen en la vida con un grito de Beebout que reza en sus líricas “Siempre hay algo en el camino”.

null
null

El colectivo que compone la audiencia se encarga de sumarle la aceleración al show con gritos coreados, una energía vibrante y moshpits que no cesan en ningún momento. El sonido crudo, sin filtro y pulsátil de clásicos como “Lake Speed”, “Something”, “September Holiday” y “Capsized” resuenan en las paredes del recinto haciendo que los latidos cardiacos de la fanaticada se aceleren y se conviertan en interminables ovaciones hacia los longevos del punk rock quienes sorprendieron con una travesía a través del tiempo contando su propia historia como agrupación. El momento cúlmine del show es a eso de las 21:42 de la noche cuando comienza a sonar una guitarra de acordes simples que se acompaña de manera inmediata con las voces de los fans en un coro sincrónico espontáneo que abre camino a “El Dorado” tema perteneciente al disco Trips (2011) y que genera los saltos, gritos y un mosh aún más intenso. Los aplausos a esta altura ya no ceden al espacio que se genera de tema a tema.

null
null

Los fanáticos rugen y saltan provocados por el sonido sin filtro de las canciones de Samiam, en una intensidad tan extrema que convirtió la velada en una vorágine de sensaciones. Un baile catártico entre la introspección y la rabia generan la satisfacción de los fans que aplauden y gritan en todo momento. “Bad Day” y “Full On” son los temas elegidos para el gran final hablando de las frustraciones y la desilusión de la vida misma transmitiendo a los presentes una sensación de completa vulnerabilidad que explota en un estallido de éxtasis y fascinación.

Entre aplausos y ovaciones de la concurrencia, los integrantes de Samiam se despiden a eso de las 22:27 de la noche dejando en claro su expertiz longeva en el manejo de los sonidos desordenados y el poder perdurable del Punk Rock que han mantenido a través del tiempo, dando una clase magistral de una música que es atemporal y que quedará resonando en los oídos de cada uno de sus oyentes incluso cuando la última nota se haya desvanecido por completo del escenario.

Setlist Waterglass:
Todo o nada
Selk’Nam
Entropía
El último escape
Voyager
Selénico
Caída libre
Valley
300 km al norte
Martín

Setlist Samiam:
80 West
Sunshine
Wisconsin
Crystallized
Lights Out Little Hustler
Factory
She Found You
Dull
Lake Speed
Something
El Dorado
September Holiday
Capsized
Scout Knife
Ordinary Life
Mudhill
Monterey Canyon
Bad Day
Clean
Full On

>>> REVISA NUESTRA RESEÑA FOTOGRÁFICA PINCHANDO EN ESTE TEXTO <<<