Royal Blood en Lollapalooza Chile 2018: Cuando la potencia te descalabra
Parque O´Higgins, 18 de marzo 2018.
Por Francisca Neira.
Fotografías por Francisco Aguilar A.
Ya desde las siete de la tarde se podía encontrar una cantidad considerable de gente apostada junto a la reja del Acer Stage, lugar donde 1 hora y 15 minutos después se presentaría el dúo inglés Royal Blood y, más tarde todavía, la cubana que encabeza todos los rankings del momento, Camila Cabello. Lo insólito fue que a ratos los gritos llamando al escenario a la agrupación rockera se alternaban con los que vitoreaban el nombre de la actual diva del pop en un “gallito” que medía fuerzas y pasiones, pero que a la vez daba cuenta de una convivencia un tanto cómplice entre ambos bandos.
De todas formas, durante los minutos que siguieron, el espacio, rodeado de árboles, comenzó a recibir a más y más fanáticos que a las 20.15 en punto, tras una serie de cambios de horario y lugar, pudieron disfrutar en vivo del show que Royal Blood tenía preparado. “Where are you now?” fue la canción elegida para abrir los fuegos de la presentación que puso a muchos en jaque ante la decisión de asistir a este escenario o al Itaú Stage, donde a la misma hora se daba inicio al concierto de Imagine Dragons.
No hizo falta más que un par de acordes para que todos quienes se encontraban frente al escenario se movieran como un solo cuerpo, agolpándose junto a la reja que separaba a la audiencia de los músicos, quienes agradecieron este recibimiento de la mejor forma que podían hacerlo: poniendo toda su energía en tocar el bajo y la batería como si no hubiera un mañana, como si fuera el último concierto de sus vidas.
Tras la segunda canción, “Lights Out”, Mike Kerr, a cargo de la voz y el bajo, en un característico inglés británico explicó que el vuelo en que venían sus equipos sufrió un retraso, por lo que tuvieron que cambiar de horario. Lo que en un primer momento parecía una disculpa se convirtió en un reclamo cuando pidieron tres minutos para resolver algo con uno de los altavoces, algo que nunca quedó realmente claro de qué se trataba. Mientras Ben Thatcher, baterista, salía de la vista de todos nosotros, Kerr bajó de la tarima ofreciendo tequila a las primeras filas, aunque simplemente lanzó el vaso sobre la audiencia en medio del mutismo de los parlantes que dejaban escuchar con claridad lo que sucedía en el escenario más cercano.
Nada de lo anterior importó, en todo caso, cuando la actitud e increíble potencia de este dúo retomó los amplificadores con “Come on Over” haciendo saltar a todos los presentes y dando pie para que se formara un mosh rápido, violento pero feliz que se podía ver a través de las pantallas laterales e intuir por la cantidad de tierra que se levantaba como si estuviéramos en pleno terremoto. Y en alguna medida lo estábamos, porque Royal Blood toca con tal ferocidad que remece cada célula de tu cuerpo, cada neurona de tu cerebro y te exige pensar cómo es posible que solo dos personas llenen un espacio sonoro de esa forma.
Y del espacio físico, ni hablar. Thatcher y Kerr son dos tipos que se manejan en escena con una complicidad admirable en la que ambos comparten el protagonismo no solo musical sino en la labor de animar al público en el borde del tablado, en jugar con las cámaras que los capturan durante el concierto, en crear la atmósfera de desorden, caos, rebeldía y displiscencia que envolvió cada segundo de su presentación y que se vio reflejada con el “what’s that fucking noise?” de Kerr cuando se dejaron escuchar algunas notas de Imagine Dragons.
Para el final, una interpretación de “Out of the Black” que casi nos desarmó con su volumen y energía y que nos dejó una de las postales más representativas de la actitud propia del rockanroll con Thatcher y Kerr pegándole en conjunto a la batería sin que el bajo dejara de sonar, todo mientras puños en alto se mezclaban en medio del último pogo de un público que no fue a conocerlos sino a escuchar a su banda favorita, coreando cada tema y vitoreando todas sus intervenciones.
No hay duda de que la distorsión y potencia de Royal Blood quedarán inscritos en los recuerdos de todos quienes los vimos en este, su debut en Chile, y que los ocho temas que tocaron en 45 minutos, ocuparán un sitial importante en los recuentos de lo mejor de esta octava versión de Lollapalooza en nuestro país.
Setlist:
Where Are You Now?
Lights Out
Come on Over
I Only Lie When I Love You
Little Monster
Hook, Line & Sinker
Figure it Out
Out of the Black
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