Hace un par de meses, la portada de la revista norteamericana Rolling Stone retrataba a Rosalía sobre una estructura parecida a una moto, junto al titular “Rosalía escribe sus propias reglas”. Cabe preguntarse qué significa hoy en día que existan reglas o normas en la industria de la música, cuál es el juego que la cantante catalana se rehúsa a jugar y cómo se refleja esto en sus canciones y espectáculos en vivo. Para ella es simple: no comprometer su creatividad a sonidos que la clasifiquen en un estilo musical; no ser señalada como un estereotipo de mujer sensual, pero inocente y no dejar de hablar de los temas que atraviesan su propia vida, incluso si estos son tabú o mal vistos desde su espacio de género. Su último disco, Motomami y su show en vivo, crudos, incómodos y honestos, son reflejo del alejamiento de la norma que esta artista ofrece a su público y es justamente lo que esperamos encontrar este año en Lollapalooza Chile. ¿Qué podemos esperar de su presentación en el festival? Es lo que te contamos a continuación.
Primero, es necesario conocer un poco de la trayectoria de esta compositora, productora y cantante, para poder comprender su rareza y su arrastre. Desde muy joven, Rosalía Vila Tobella, se encontró con el flamenco, música y concepto que, si bien no proviene de Cataluña, se encuentra enraizada en el folclor de España y alcanza regiones y voces diversas. Como la de esta joven que, cantando en tonalidades muy agudas, ha llevado el lamento a sus composiciones, transformándolo cada vez más en una fusión con el reggaetón, el rock, el pop, el trap y el rap. Es muy importante, además, entender que esta experimentación y mezcla de sonidos que ella construye, no es antojadiza ni mucho menos improvisada. Graduada de la Facultad de Música de Cataluña, Rosalía compuso y grabó sus dos primeros discos en el contexto de sus estudios, con complejos conceptos planteados a modo de tesis. El primero, Los ángeles (2017), es casi exclusivamente de raigambre flamenca, desde las guitarras a las palmas y los melismas de la voz, sin muchos más recursos musicales incluídos. El concepto de la muerte lo atraviesa, rescatando cantes antiguos que tocan la temática.
Por otro lado, El mal querer (2018), su segundo disco, es su proyecto de fin de carrera y es el comienzo de la deconstrucción de un género que en sus manos pasará a ser, principalmente, música urbana y pop poco convencionales. Basado en una novela anónima del siglo XIII titulada “Flamenca” y bajo el concepto de una relación tormentosa ordenada en capítulos, este álbum fue su ascenso definitivo a la fama internacional. El mal querer obtuvo 5 nominaciones en los Grammy Latino, de las cuales ganó 4, incluyendo álbum del año. Esto se reflejó luego en los premios Grammy 2020 en los que ganó como mejor álbum alternativo o rock latino.
Sin embargo, este éxito no ha estado exento de polémica. Ella misma ha declarado su admiración por la cultura y la música latinoamericana y la ha considerado como inspiración para su sonido. Es por ello que los resquemores frente al otorgamiento de premios reconocidamente latinos ha sido evidente, dado su origen europeo, lo que muchos han tildado de colonialismo cultural o apropiación. A pesar de las críticas que, más que a Rosalía apuntan a la academia, su tercer álbum, Motomami (2022), volvió a romper todos los récords y a ganar como mejor álbum latino en los premios de ese año. Algo tendrá que estar haciendo bien esta catalana para ser reconocida por sus pares y por la crítica como pionera en su rubro, que, como decíamos en un inicio, no es posible de encasillar.
En tan solo seis años, Rosalía ha recorrido el mundo y ha colaborado con todo tipo de artistas pop y urbanos como C. Tangana (en el contexto de su relación de pareja), The Weekend, Sech, Daddy Yankee, J Balvin, Farruko, Billie Eilish, Travis Scott, Ozuna, entre muchos otros y ha homenajeado a algunos de ellos en las canciones de Motomami con referencias a clásicos del reggaetón y a nombres reconocidos del mismo género.
Lo que viene próximamente en su carrera, y que fue anunciado hace unas horas, es la colaboración con su actual pareja, Rauw Alejandro, en un EP de tres canciones titulado R∞R que será lanzado el próximo 24 de marzo. Los fanáticos y fanáticas esperan con ansias la creación de estudio de la pareja del momento, algo que hace tiempo se veía venir.
Es así como Rosalía llega a Lollapalooza, aún con Motomami por delante, después de haber visitado nuestro país en 2022, en el marco de la gira que lleva el mismo nombre. Considerando la propuesta entregada en dicha gira, lo que esperamos de su presentación el 18 de marzo, es un show sobrio, pero no por eso menos complejo. Un show emotivo y poderoso a la vez. Un show en castellano, como pocas veces se ve en las últimas horas de Lolla y un show, por sobre todo, original y de altísima calidad. Rosalía pisará el Banco de Chile Stage alrededor de las 20:15 y su presentación durará un poco más de una hora. Para verla, se recomienda preparar los oídos y la cabeza para una propuesta innovadora y ponerse casco para un paseo en moto a alta velocidad.