RBMA Bass Camp Chile: Vibras latinoamericanas iluminando la ciudad
Parque de las Esculturas, 26 de febrero 2016.
Por Omar Saldias.
Ayer se realizó el “Encuentro en Los Andes” en el marco de la versión nacional de la RBMA Bass Camp, mundialmente reconocida como Red Bull Music Academy. Después de la inauguración en la NAVE, lugar donde artistas han podido compartir experiencias y puntos de vista con periodistas y otros músicos, a las 19 horas en punto en el Parque de las Esculturas comenzó la presentación de Chancha vía circuito, el connotado compositor, productor y músico argentino, que prendió el atardecer con su sonido, integrando instrumentos de viento y cuerda, y una alegre puesta en escena que hizo bailar a los asistentes en un lugar rodeado de un imponente Santiago.
La presentación de Chanca vía circuito que fue una sorpresa, además de agradable y bien lograda, sonaba fresca y natural, una propuesta orgánica .Un viaje musical con influencias de nuestras raíces sonó fuerte. El evento siguió con Quantic (Will holland), que en el escenario mezcló cumbia funk, bossa nova, soul, jazz, trip hop, y donde nunca se notaron las transiciones. La música simplemente fluía, los siete años en Colombia a este músico le regalaron una gran inspiración e influencias andinas. No dejó a nadie sin bailar, ya era casi de noche y el sol se despedía a sus espaldas, dando una hermosa sensación de armonía.
Matanza propuso un viaje ancestral, un sello de buena música. Su puesta en escena y su concentración, así como su sinceridad dieron pie a un trance en sus fanáticos, que a esa hora ya llenaban el lugar. La música de Matanza es natural, es como si fuera un medio para que nos hablen nuestros antepasados andinos, nuestras raíces latinas. La banda regaló un show hermoso a una hora agradable, al aire libre, de seguro desde ese público solo salían buenas vibras.
Justo a la hora después, apareció Nicola Cruz para prender el alma. Nicola entregó una muestra de lo que es latino, sonidos de América, con un tempo exquisito. La vanguardia del ecuatoriano no dejó a nadie indiferente, nos transportó por la selva, con sonidos tribales, voces chamánicas y muestreo electrónico dieron la nota justa para traernos los olores y las imágenes de la belleza de Los Andes.
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