Don’t Stop Them Now, el “Gran Finale”
Por Juan Pablo Mora.
Ante más de 20 mil personas, Queen + Adam Lambert demostraron que el rock de estadio que caracterizó a la banda inglesa en la década de los 80’ aún vive y está más vigente que nunca con los acordes de los antiguos miembros de la banda, Brian May junto a Roger Taylor y en la voz de un histriónico Adam Lambert, quien pese al manto de dudas sobre su calidad, supo conquistar y demostrar con creces por que fue elegido por May y Taylor para compartir esta aventura.
A las 21:05 hrs. se baja el telón y comienza el show con una potente “One Vision” que dejó exaltante al público presente y encendió el ambiente en cuanto sonó el primer riff de la guitarra de May. Luego vino “Another One Bites The Dust” y “Fat Bottomed Girls”, donde Adam hizo su primera interacción con el público, con un look que recordaba una mezcla de George Michael y Rob Halford, pero con una calidad vocal a la altura que merece Freddie Mercury.
Si los primeros tres temas fueron para que May y Taylor demostraran que la calidad no pasa con los años y siguen estando totalmente vigentes, “Lap of the Gods” y “Seven Seas of Rhye” fueron el pie para que Adam Lambert demostrara su calidad vocal y encantara al público y críticos de este cantante, actor y modelo estadounidense, que logró tener una complicidad y unión tremenda con la banda, que hace pensar que llevan años de gira y conocimiento sobre el escenario. Pero el momento de demostrar su total valor sobre el escenario fue en “Killer Queen”, cuando recostado sobre un sofá morado con dorado, abanico y micrófono dorado en mano, cambio de vestuario incluido, dio rienda suelta a su histrionismo y carisma como toda una “diva” para terminar la canción bebiendo de una botella de Champagne y arrojando un sorbo al público, dejando en claro que el no es un imitador o rinde tributo a Freddie Mercury, sino que tiene un estilo propio y un sello que impone y hace propias las canciones de Queen.
Siguió el show con “Crazy Little Thing Called Love” y una invitación de Adam a ayudarlo a encontrar el amor en “Somebody To Love” para que luego de esto, el escenario quedara solo para Brian May y su guitarra acústica, el cual interpreta una hermosa e íntima versión de “Love Of My Life” junto al público y finaliza las últimas estrofas de la canción acompañado de Freddie Mercury proyectado en la pantalla gigante ubicada al centro del escenario, dando un broche de oro a uno de los puntos altos de la noche.
Brian saluda al público, los invita a tomarse una selfie con él con su propio bastón selfie y como buen astrofísico, recuerda su paseo por el observatorio Paranal y hace mención a la calidad de los astrónomos que trabajan en nuestro país, invita al escenario a la banda que los acompaña en esta gira, compuesta por el legendario Spike Edney, el bajista Neil Fairclough, el baterista e hijo de Roger, Rufus Taylor y el mismo Roger Taylor, para interpretar un tema que sorprendió y encantó a los más fanáticos, “39” compuesta por el mismo May, para que luego el menor de los Taylor tome su puesto en la batería y deja a su padre como dueño del escenario para interpretar “It’s A Kind Of Magic” con un registro vocal de gran calidad.
Un solo de bajo y luego un duelo de baterías entre padre e hijo, dieron paso para que Adam volviera al escenario con su tercer cambio de vestuario, esta vez de chaqueta sin mangas y pantalones, todo de jeans y cubierto por un poncho, para interpretar “Under Pressure” junto con Taylor que seguía en una batería instalada especialmente para él en el centro del escenario. Fuera poncho y Adam Lambert ya dueño del escenario y del espectáculo, se pasea por este y por la pasarela que permitía estar más cerca del público, interpretando “I Want To Break Free” y un tema propio de Lambert “Ghost Town” que supo cautivar a la audiencia. Fue en “Who Wants To Live Forever” donde los tonos altos de Adam hicieron recordar a Mercury e hicieron que el público terminara por enamorarse del estadounidense por su calidad como interprete y desplante sobre el escenario.
Brian May vuelve a adueñarse del escenario con un impecable y virtuoso solo de guitarra, para una nueva vuelta al escenario de la banda completa, con un nuevo atuendo para Adam Lambert y para vivir los últimos momentos del show, pero que fueron los que volvieron a encender al público con “Tie Your Mother Down”, “Don’t Stop Me Now”, “Radio Gaga” donde Lambert hizo cantar al público y luego se paseó por entre ellos recibiendo el cariño de la gente ya entregada a él, para volver al escenario con “I Want It All”, para así dar paso a la canción más esperada de la noche “Bohemian Rhapsody”, donde Brian May sale con un traje dorado espacial para interpretar este tema, tema que terminó cantado a dúo entre Adam Lambert y Freddie Mercury gracias a la magia de la tecnología.
¿Fin del recital? No, ya que aún quedaban dos canciones de los clásicos hits de Queen, “We Will Rock You” y “Whe Are The Champions” con un Brian May tocando su guitarra con una polera con la bandera de Chile y Adam Lambert vestido de dorado, corona con brillos incluidos, cerrando una presentación impecable y de gran calidad, como un cierre de tour lo amerita, el “Gran Finale” como lo llamo Adam Lambert.
Más de 20.000 personas fueron testigos de que Queen aún está vigente, que si bien la ausencia de John Deacon se extraña, se puede lograr mantener la magia que hizo de Queen una de las grandes bandas de rock y que Freddie no es reemplazado, sino que siempre se recuerda su legado y Adam Lambert celebra este legado, tal como lo dijo al comienzo del show “Vamos a celebrar a Freddie”.
El bombo de Roger Taylor aún retumba fuerte en Ñuñoa.
Setlist:
Intro
One Vision
Another One Bites the Dust
Fat Bottomed Girls
In the Lap of the Gods… Revisited
Seven Seas of Rhye
Killer Queen
Crazy Little Thing Called Love
Somebody to Love
Love of My Life
’39
A Kind of Magic
Bass Solo
Drum Battle
Under Pressure
I Want to Break Free
Ghost Town
Who Wants to Live Forever
Last Horizon
Guitar Solo
Tie Your Mother Down
Don’t Stop Me Now
Radio Ga Ga
I Want It All
Bohemian Rhapsody
Encore:
We Will Rock You
We Are the Champions