Por Francisca Neira.
Peter Murphy es uno de los músicos que, probablemente, más ha influido en los oscuros sonidos góticos y post punk que salieron de sus escondites en las postrimerías de la década de los 70 en las húmedas y frías calles del Reino Unido y que, con el tiempo, se extendieron por todo el orbe, llegando a lugares tan lejanos e impensados como el propio Chile, lugar al que dentro de unos días regresará el ícono británico, esta vez no para exhibir su carrera como solista (mucho más extensa, variada y actual que la de su banda de origen, pero quizá un poco menos impactante y trascendente) sino para celebrar los 40 años de la formación de la agrupación que lo lanzó a la fama y que cimentó su relevancia en los anales de la historia musical mundial: Bauhaus.
El próximo 13 de octubre subirán al escenario del Teatro Caupolicán Peter Murphy y David Jay, ambos músicos piedras fundacionales de la banda considerada, tanto por los fans como por la crítica especializada, los padres del rock gótico. En la ocasión, ambos músicos, acompañados de un staff de primer nivel, interpretarán en forma íntegra In The Flat Field, el disco debut de Bauhaus que vio por primera vez la luz a fines de 1980 y y que tuvo en su momento una recepción dividida. Los sonidos elegantes y espasmódicos que se pueden escuchar en el trabajo del cuarteto son capaces de crear una atmósfera densa y oscura en donde quiera que suenen, sin dejar de lado el espíritu rockero logrado a punta de guitarras estrujadas, baterías secuenciales y voces muy influidas por las performances punk de la época. In The Flat Field terminó por convertirse en uno de los LPs más importantes de los primeros años de los 80 y un infaltable en la colección de cualquier melómano, incluso, pareciera que cada vez el trabajo cobra mayor valor ya que ha sido reeditado en 1983 y en 2009, siempre incluyendo nuevo material y enriqueciendo la calidad del debut.
Un año después del estreno discográfico de Bauhaus, el cuarteto editó un segundo álbum titulado Mask (1981) que mantiene el manto impenetrable de oscuridad que caracteriza todo el trabajo de la banda y de Peter Murphy como solista también. No obstante, en este LP se incluyeron sonidos provenientes de la electrónica, el glam y el pop, decisión que permitió que un público más amplio se acercara a las producciones de los oriundos de Northampton. Si bien temas como “Kick in the Eye” lograron sonar en círculos ajenos a las fiestas y tocatas punk y góticas, la banda nunca fue masiva sino que más bien y con el tiempo, se ha transformado en una agrupación de culto a la que prácticamente se le rinde tributo y de la que podemos distinguir influencia en artistas que recién nacen en este milenio.
También después de un año, en 1982, sale a la luz The Sky’s Gone Out, el tercer disco de estudio de una banda que pareciera producir como si no hubiera mañana, como si tuvieran tanto que decir que no podían darse un respiro para frenar las ansias de creación. En este LP, particularmente, lo anterior queda completamente en evidencia porque dejan de lado los sonidos que diferenciaron el primer y el segundo trabajo de la banda, haciendo una propuesta sonora que mantiene el espíritu de la banda pero que juega o experimenta con nuevos elementos. Este es un disco en el que las voces corales toman mayor relevancia, al igual que los instrumentos acústicos mezclados con la irreverencia de la saturación y la disonancia que le imprimen un tinte apocalíptico a cada canción del tracklist.
Mención aparte merece la incorporación en el tercer álbum de la banda, la experimental “The Three Shadows”, tres canciones que llevan el mismo nombre, pero que se yerguen como una composición teatral a ratos más recitada que cantada, que absorbe por completo todos los sentidos del cuerpo.
De nuevo tras un año de espera, la banda edita su último disco de estudio en la primera parte de su vida como conjunto, Burning From The Inside (1983), título que probablemente da cuenta de la realidad que el cuarteto vivía puertas adentro con discusiones constantes y luchas de ego que parecían no poder dejarlos en paz, aunque algunos de los músicos aseguran que se debe a un accidente en el que, estando drogados un auto resultó carbonizado. Este trabajo de Bauhaus estuvo marcado por la incomunicación entre sus integrantes y la inminencia de la disolución del grupo. Pese a lo anterior, este es quizá el disco más conocido de los británicos y canciones como “She’s in Parties” siguen siendo parte de la parrilla musical de algunas discoteques capitalinas como Blondie o Bal Le Duc.
La corta vida de Bauhaus no hace mella en el gran legado que dejaron a la música alternativa, a la gótica especialmente, ni tampoco a la capacidad creativa de ninguno de sus integrantes. De hecho, a fines de la década del 90 y principios del nuevo milenio la banda se reunió en algunas ocasiones para revivir las glorias pasadas, pero en 2008 sorprendieron con Go Away White, un álbum inédito, actual, más rockero que los anteriores pero sin perder esa esencia dolorosa que tan bien caracteriza a una banda que a pesar de las vicisitudes y del tiempo transcurrido lograron plasmar sus renovadas visiones personales en un disco que suena un tanto más limpio que los anteriores y que parte con la que podríamos entender como una declaración de principios, “Too Much 21st. Century”.
Este sábado 13 de octubre esperamos entonces poder escuchar el legado de una de las bandas más importantes de la historia del rock alternativo, gótico y del post punk en general, nicho que tiene gran cantidad de seguidores en Chile y que espera recibir con los brazos abiertos a uno de los frontman más carismáticos de la escena underground de los siglos XX y XXI. Tendremos la suerte además de que suba al escenario acompañado de David Jay, bajista, con lo que tendremos el placer de ver a la mitad de los Bauhaus originales sobre el tablado del Caupolicán. De aquí en adelante no nos queda más que esperar ese día en el que anhelamos escuchar la totalidad de ese debut de 1980 y algún que otro clásico del cancionero de Bauhaus, como “Bela Lugosi’s Dead” (que si bien no forma parte del primer disco, fue el primer single de Bauhaus y quizá el más conocido), de la carrera solista de Murphy, como “Cuts You Up” o algún cover, como ocurrió con “Spiders From Mars” de David Bowie en su anterior visita. Solo queda comenzar la cuenta regresiva.