Peter Murphy en Teatro Caupolicán: Reviviendo un clásico
13 de octubre 2018.
Por Francisca Neira.
Fotografías por Felipe Morales.
A las 9 de la noche de ayer sábado el Teatro Caupolicán apagó sus luces y apareció sobre el escenario el recorte de la silueta del británico Peter Murphy, brazo en alto como es su costumbre y, esta vez, secundado por un rubio y hermético David J que se ocultaba tras sus gafas oscuras. Como si fuera un presagio la noche partió con “Double Dare” y se nota que realmente hay una apuesta o desafío en tocar dos días seguidos en localidades tan cercanas del mismo país, como Valparaíso (la noche anterior) y Santiago. No nos extraña, en todo caso, porque ya desde muy temprano en los 80 Murphy y Bauhaus, la banda que lo vio nacer en el ámbito artístico, se dedicaron a romper moldes preestablecidos y proponer sonidos y estéticas fuera de lo común.
Y si nombro a Bauhaus no es por azar ni capricho, sino porque en esta ocasión el show consistió en la interpretación íntegra de In The Flat Field, el disco debut de la banda que ha sido tocado en vivo en muy contadas oportunidades desde la separación del grupo en 1983. A pesar de los 40 años que han transcurrido entre el lanzamiento del LP y el concierto de anoche, notamos cómo la voz de Murphy se mantiene intacta y el aura oscura que produce no merma en lo más mínimo de la que encontramos en videos y registros antiguos.
Como espectáculo lo de anoche fue un evento sobrio, sin parafernalias innecesarias, centrado en la figura del vocalista y el ambiente que las canciones eran capaces de conformar. El ritmo espasmódico de “God In An Alcove” terminó con la teatral autocoronación del líder del cuarteto y el comienzo de “Small Talk Stinks” estuvo marcado por la profunda voz de David J. Tras tocar “Nerves”, los músicos hicieron una larga pausa en la que Murphy salió del tablado y regresó envuelto en un gran pañuelo rojo para presentar a los músicos, de los que J se llevó la ovación del público.
Pareciera que el cuarteto dejó lo mejor para esta segunda parte del show, ya que suenan clásicos como “Bela Lugosi’s Dead” que es coreada a todo pulmón por los asistentes y “She’s In Parties” en la que el frontman se hace cargo de una melódica que le imprime un extraño toque a una canción que fusiona el pop y el post punk a la perfección y que, hacia el final del tema, empalma con algunas frases de “We’re Jammin” de Bob Marley y “Raiders on the Storm” de The Doors.
Con un ambiente de fiesta gótica ya instalado en el recinto del centro capitalino, la mitad de Bauhaus y los músicos que los acompañan abandonan por primera vez el escenario para volver y hacer un homenaje con “Severance” a Dead Can Dance, banda australiana que en su última visita a Chile, hace un par de años, agotaron todas las localidades, y volver a retirarse en medio de un aplauso generalizado y un vitoreo constante que no cesó hasta que se abrió la cortina y volvieron a aparecer en escena.
Esta parte final funcionó como broche de oro para una noche oscura, bailable, y rockera. La esperada “Telegram Sam” llegó seguida del esplendido cover de “Ziggy Stardust” que no dejó indiferente a nadie y que vino a corroborar que Bauhaus y Peter Murphy, en particular, no han perdido la esencia que los llevó a ser considerados padres del rock gótico y emblemas de la cultura underground mundial.
Setlist:
Double Dare
In the Flat Field
God In An Alcove
Dive
The Spy in the Cab
Small Talk Stinks
St. Vitus Dance
Stygmata Martyr
Nerves
Burning From The Inside
Silent Edges
Bela Lugosi’s Dead
She’s In Parties
Terror Couple
The Passion of Lovers
Dark Entries
Encore:
Severance
Encore 2:
Telegram Sam
Ziggy Stardust
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