Banda invitada: QueenMilk.
3 de mayo 2024.
Por Daniela Díaz.
Fotografías por Javier Martínez.
El Teatro Caupolicán fue el epicentro escogido para que Mr. Big realizara en nuestro país la última presentación de su carrera, en el contexto de la gira “The big finish tour”, albergando en esta ocasión el regreso del canadiense Sebastian Bach, y como emblema nacional la banda QueenMilk.
La velada se abría a las 18:56 con el despliegue arrollador de QueenMilk, el quinteto santiaguino que encarna el auténtico espíritu del rock. Liderados por las voces imponentes de Paulo Domic y Marcela Villarroel, la banda se posiciona como auténticos íconos del género, cautivando con micrófonos en alto y riffs de guitarra de Rodrigo Blackmore, que condimentan esta noche de viernes con una sensualidad palpable. Desde el explosivo inicio con «Golden Silver», respaldados por una batería firme de Allan Awerkin, hasta la amalgama de baladas e himnos basados en el amor, el deseo y libertad con “Sweet love”, que componen su repertorio de siete canciones, QueenMilk despierta la esencia del rock clásico y el hard rock.
Los oscuros lentes de Domic y los acordes distorsionados de Gonzalo Tejo, construyen una atmósfera envolvente que transportan a la audiencia a los vibrantes años 60 y 70, evocando reminiscencias de la icónica película «Almost Famous», donde las voces se fusionan con una armonía perfecta, acompañadas incluso por el pandero de Marcela, con acordes estruendosos que nos llevan de vuelta a épocas musicales pasadas. El público se ve gratamente sorprendido por la experiencia y trayectoria de QueenMilk, logrando generar un clima rockero perfecta para todos los gustos, desde los más puristas del género hasta los nuevos adeptos. Exhibiéndose como una banda de total exportación musical con “Smash”, destacan cómo se puede hacer rock sin excesos ni parafernalia, sino con dedicación, trabajo arduo y una genuina disposición hacia el público, quienes al final, como siempre, tienen la última palabra.
Para continuar con las leyendas, la noche se encendía aún más con la presencia electrizante de Sebastian Bach, vestido con unos rojos pantalones de lentejuelas, boina roja y una polera de Kiss, quien a sus 56 años, parece estar más decidido que nunca a reclamar su trono en el mundo del rock y el glam. Con un teatro a 3 cuartos de su capacidad total, salía Bach acompañado por una banda magistral, desatando una tormenta de canciones de su proyecto solista, así como clásicos de Skid Row, lo que aumentaba la euforia de los fans, demostrando una vez más por qué es considerado un verdadero icono del género.
Recordando su última visita el año 2016 en el Teatro Cariola, tuvo el tiempo de hablar sobre su show en compañía de Gun´s N Roses, con palabras en español a través de un discurso escrito que se extendía alternadamente durante toda su presentación, invitando a hacerlo aún mejor. Desde el vibrante inicio con “Lose” de su álbum Angel down (2007), hasta pasando por “Big Guns», «Sweet Little Sister», “18 and life” y «Piece of Me», daban la cuota necesaria de emociones y nostalgia, e interactuando con el público, dotado de un carisma que traspasó todas las barreras, al autografiar vinilos de varios de los asistentes. Dando una pieza demoledora con “Chilean metalhead” de inmediato los asistentes respondían con la energía necesaria, la misma que derrochaba Sebastian corriendo y cabeceando por todo el escenario, con una capacidad vocal que se mantiene a través de los años, y jactándose de gritos desgarrados y largos en sus canciones.
Siendo la última parte del show, cargada de pura potencia y actitud, deslumbraba con un cover de Rush «Money/Tom Sawyer» no hizo más que elevar la temperatura del recinto, con una mezcla impecable de heavy, sleaze metal y rock duro, arrasaban también con éxitos como «Wasted time/remember» y «Youth Gone Wild», desatando una auténtica fiesta de rock ‘n’ roll que sacudió los cimientos del teatro. Con una entrega inquebrantable, y manteniendo la energía en su punto máximo durante todo el espectáculo de más de 1 hora y media, dio clausura con la intensidad de una época dorada del rock, transportando al público a un viaje lleno de nostalgia y energía desbordante. Siendo un espectáculo salvaje y perpetuamente juvenil, efectivo y necesario, como pocos pueden serlo.
Mientras la noche caía sobre el escenario del recinto, y a las 21:50 en punto, el Teatro Caupolicán se convertía en un hervidero de emociones. Cientos de asistentes, ansiosos por presenciar el último acto de Mr. Big, emergieron triunfantes bajo los destellos de las luces, recibiendo una ovación ensordecedora al compás de «Addicted to That Rush». Desde el primer instante, la legendaria banda de hard rock desató su virtuosismo musical y su energía contagiosa, sumergiendo a la audiencia en un viaje lleno de emociones y poderosas interpretaciones con canciones como «Take Cover», «Price You Gotta Pay» y «Daddy, Brother, Lover, Little» demostraron la habilidad técnica y la química excepcional entre los miembros de la banda. Más tarde con clásicos como «Alive and Kicking», «Green-Tinted Sixties Mind» y “Never say never” desataron la euforia entre los fans, trasladándonos hasta el hair metal, en sus últimos momentos de esplendor, con la movida grunge esperando agazapada a la vuelta de la esquina.
Eric se movía de lado a lado sobre el escenario, con su sonrisa eterna y la garganta dispuesta, marcando momentos memorables, como el emotivo «Just Take My Heart» y el nostálgico «To Be with You», que resonaron en los corazones de todos los presentes, llegando directo a lo más profundo de todos, y dando una estocada con la conocida “Wild World”, original de Cat Stevens, le dieron nueva vida a la melodía, transmitiendo tanto la melancolía, el drama como la esperanza contenida en la letra. Hubo momentos de solos impresionantes de Paul Gilbert en la guitarra, y Billy Sheehan en el bajo, dejando maravillados y boquiabiertos a todos, por la magnificencia y la experiencia in situ demostrada.
Además, la inclusión de temas como «Shy Boy» y «30 Days in the Hole» agregó variedad y dinamismo al setlist, demostrando que siempre será un placer visual y auditivo, no solamente desde el virtuosismo, sino que también por el ramillete de grandes canciones que repasaron su discografía y marcaron muchas épocas. Mientras que Martin respaldado por sus compañeros, quienes han demostrado una amistad más allá de lo musical, con complicidad y siendo elementos históricos valoradísimos en cualquier concierto de rock, el cuarteto lanzó hábilmente distintos estilos dentro de su propuesta, pasando por el rock melódico hasta las power ballads y el frenético boogie, al estilo de Van Halen en los 80´s, como lo demostraron con cortes en «Colorado Bulldog», el cual fue más que agradecido y coreado por los fans, y en esta ocasión con el estruendoso baterista Nick D’Virgilio.
Los californianos nos llevaron al punto culminante con la interpretación de «Mr. Big», un himno del rock que encapsula la esencia de la banda, ataviado a un final explosivo que incluyó «Good Lovin'» y «Baba O’Riley», que incluso con una bandera chilena, lograban dejarnos una impresión imborrable, con un talento inigualable y su entrega, demostrando una vez más por qué son considerados uno de las grandes del género. Con cada acorde, cada riff y cada nota, cerraron así un capítulo legendario de su historia musical, dejando una enseñanza, que pese a que han enfrentado desafíos y contratiempos, siempre han salido adelante con determinación y fuerza, en combinación de talento, autenticidad y perseverancia, lo que ha convertido a Mr. Big en una de las bandas más queridas y respetadas en la historia del rock, con un show final en Chile, que fue un recordatorio de lo poderoso de su grandeza indiscutible.
Setlist QueenMilk:
Golden silver
Wounded mind
The world is yours
Hold the fire
Sweet love
Nowhere
Smash
Setlist Sebastian Bach:
Lose
Here I am
Big Guns
Sweet little sister
18 and life
Piece of me
Bleeds
Slave to the grind
Rattlesnake shake
The Threat
American “Chilean” Metalhead
Money/Tom Sawyer
Wasted time/Remember
Youth gone wild
Setlist Mr. Big:
Addicted to that rush
Take cover
Price you gotta pay
Daddy brother lover little
Alive and Kiccking
Green tinted sixties mind
Lucky this time
Voodoo kiss
Never say never
Just take my heart
My kinda woman
A little too loose
Road to ruin
To be with you
Wild world
Guitar solo
Colorado Bulldog
Bass solo
Shy boy
30 days in the hole
Mr. Big
Good loovin´
Baba O´Riley
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