Michale Graves en Teatro Cariola: Una gran muestra de energía descontrolada
Banda invitada: Paranoia.
29 de Noviembre 2022.
Por Jorge Fernández.
Fotografías por Javier Martínez.
Era un sideshow esperado del vanagloriado Outsider Festival realizado hace unos días. Las ganas estaban porque no era un anticipo sino la última gota que faltaba para rebasar el vaso de la felicidad. Hay que recordar que, por temas de fechas, Michale Graves no pudo estar presente en dicho encuentro, por lo que su concierto en solitario fue más que bien recibido.
Súmenle a todo ello que no se guardó nada. Los discos American Psycho (1997) y Famous Monsters (1999) fueron tocados de punta a cabo (o eso se intentó, por lo menos). Fue una época gloriosa de Misfits esa de la segunda mitad de los 90s. Atrás quedaba el mítico Glen Danzig luego de la incorporación de este otro fenómeno que incluso trascendió a la misma banda.
Con unos no menores inconvenientes al final, es posible afirmar, sin embargo, que el show fue de una envergadura mayúscula y que la calidad del artista norteamericano no se ha perdido en lo más mínimo. Al igual que lo vivido en el citado festival de hardcore punk, acá los relojes estuvieron absolutamente sincronizados. A las ocho de la tarde en punto comenzó el espectáculo de la mano de la banda nacional Paranoia quienes, en poco más de media hora, depositaron en los oídos de varios fanáticos que ya habían llegado al recinto, sus canciones más conocidas. Coreadas o no coreadas, la acogida fue positiva, especialmente en temas como “Por qué no me morí”, “Noche de Punk Rock”, “Todos fuman” y “Abdomen prominente”.
Tiempo para desmantelar y volver a armar. El reloj marcaba las nueve de la noche cuando hizo su aparición Michale Graves y compañía. El protagonista hizo su ingreso con su rostro pintarrajeado como acostumbra, con una alba camisa de fuerza y pantalones rojinegros con rayas rasgadas. Las luces armonizaban el ambiente por medio de los colores más característicos de su disco Famous Monsters, no obstante, fue American Psycho el encargado de abrir la presentación. Y, era que no, arrasó entre los presentes que corearon cada una de las canciones que lo componen. Distinción aparte, claro, a temas emblemáticos como la homónima “American Psycho”, “Crimson Ghost”, “Speak of the Devil” o la siempre esperada “Dig Up Her Bones”. El disco avanzó con la mayor energía y sin tropiezos, salvo cuando, a falta de dos canciones, se produce una primera salida Graves y algunos de sus músicos y es el baterista el encargado de mantener la catarsis en alto. Luego de terminar el disco, hubo un nuevo receso. Y es que había un cambio de acto y la algarabía no tardó en regresar con los primeros acordes de “Kong of the Gates”, puerta de entrada para el citado disco de 1999.
Ya de ahí en más no había nada que hacer. El publicó siguió en la cúspide con cada éxito que se iba repitiendo. A “…Forbidden Zone”, le sucedieron grandes clásicos como “Dust to Dust”, “Scream”, “Saturday Night” o “Descending Angel”. Entre el mosh y la masa, caras pintadas al estilo de Graves e incluso algunos osados como Doyle. El nivel de transpiración se notada en las lágrimas de mimo que se posaban en las comisuras y se arrastraban sin mayor cuidado a las poleras oscuras con el emblema insigne de la banda o de otras afines.
En el final, un pequeño traspié. Famous Monsters no pudo ser terminado a cabalidad. Uno de sus músicos se ausentó por unos tensos minutos, luego los otros lo siguieron. Mientras tanto Michale se acercaba a los cientos de fanáticos que se apostaban en el lugar para saludarlo y estrechar su mano. Se notaba que el músico no tenía absoluta claridad de lo que estaba pasando, pese a mantener la compostura en todo momento. En vista de que el show no se retomaba, también Graves salió del escenario por algunos minutos. Muchos debieron pensar que era parte de la presentación y que lo que venía era el encore, pero lo cierto es que el guitarrista nunca regresó y fue el propio Graves el que se cruzó el instrumento para interpretar “Fiend Club”. Michale dijo que había un problema de salud y que la fiesta terminaría antes de lo previsto. No hubo tanta queja atendiendo la situación, menos aún si la guinda del pastel fue “Helena”.
Por suerte el contratiempo fue casi llegando al final, pues, a esas alturas del partido, ya las cartas estaban echadas. El espectáculo fue de una magnitud descollante. El histrionismo e ímpetu de Michale Graves deja boquiabierto a quien lo vaya a ver. Un show electrizante que te hace quedar con ganas de más, aunque haya recorrido parte importante del recuerdo de la tremenda banda Misfits. Fue un muy bien logrado cierre definitivo para la organización de un festival de alto vuelo que dejó contento a todo fiel amante de la música Punk.
Setlist:
Abominable Dr. Phibes
American Psycho
Speak of the Devil
Walk Among Us
The Hunger
From Hell They Came
Dig Up Her Bones
Blacklight
Resurrection
This Island Earth
Crimson Ghost
Day of the Dead
The Haunting
Mars Attacks
Hate de Living, Love the Dead
Shinning
Don´t Open ´Til Doomsday
Kong of the Gates
…Forbidden Zone
Lost in Space
Dust to Dust
The Crawling Eye
Witch Hunt
Scream
Saturday Night
Pumpkinhead
Scarecrow Man
Die Monster Die
Living Hell
Descending Angel
Fiend Club
Helena
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