Mauricio Redolés en Teatro Nescafé de las Artes: Todo Redolés
13 de julio 2019.

Por Amaranta Cartes.
Fotografías por Francisco Aguilar A.

No es fácil escribir sobre un momento que encierra tanto. Tanto tiempo, tantos otros momentos, tanta poesía y música, tantos años de carrete de un poeta, comunista, músico punketa como Mauricio Redolés. Anoche en el Teatro Nescafé de las Artes el concierto fue una celebración para un artista nacional que tiene 44 años de carrera. Por lo tanto, no, fácil no es. Fueron 27 canciones y más de tres horas de concierto; un repaso de nueve discos y un single nuevo; poemas y relatos acerca del nacimiento de cada canción. Afortunados los que estuvieron presentes y son varaderos admiradores del “Redo”, porque difícilmente habrá otro concierto así de grande y completo sobre su trayectoria. A esto se le suman dos documentales que se proyectaron previo al concierto: “Redo, la película” de Cristián Parker y Gabriela Flores y “Las hebras de un poeta” de Len López, el que terminó unos veinte minutos antes de que la banda y el poeta subieran al escenario, tiempo en el que el teatro llenó sus butacas.

Pocos rastros quedan del accidente cerebrovascular que sufrió Mauricio en 2016, al menos en términos de energía y presencia escénica. Si bien ahora se demora un poco más en entrar al escenario y se apoya en un bastón para hacerlo, el músico de 66 años habla y canta como lo escuchábamos quienes lo seguíamos por el Barrio Yungay hace más de una década, tocando en el Galpón Víctor Jara o en las plazas, con banda o solo con la guitarra, o como lo hiciera en 1975, la primera vez que tocó frente a otras personas como preso político en la cárcel de Valparaíso. Comenzó con una historia. Contó sobre su tío colocolino que murió mientras él, su sobrino, estaba preso en Valparaíso y su hijo no aparecía. Le escribió la canción “Ancianos en el parque” y abrió con ella el concierto.

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A lo largo del show rindió homenaje a distintos personajes de Chile, de la ciudad de Santiago y de la escena artística nacional. El primero lo hizo generando un bello encuentro poético entre Carlos Pezoa Véliz y el Divino Anticristo al recitar un poema nuevo escrito sobre el esqueleto del ya conocido y musicalizado “Nada” de Carlos Pezoa. El poema se llama “Todo” y es un homenaje al vagabundo del barrio Lastarria, a quien trajo al escenario simbolizado a través de un mini carro de supermercado que sostuvo en su mano mientras recitaba. Luego volvió al poema original y su versión cantada, sin antes mencionar que estaba convencido de que el escudo nacional debiese decir “Nadie dijo nada” en lugar de “Por la razón o la fuerza”. Un hombre con visión de futuro.

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Redolés habló de cada una de sus canciones, de cómo algunas fueron terminadas treinta años después de empezadas, como “Hijo de ladrón chileno”, homenaje a Manuel Rojas. Habló de otras que son collages de creaciones de otros, como “Me la cambió el amor”, canción con una frase robada a Octavio Paz. O de dónde provino la idea de “Triste funcionario policial”, una de sus canciones más crudas. Cuenta el poeta que la canción vino a buscarlo una vez que creyó ver a uno de sus torturadores en el metro y simplemente se preguntó “¿qué será de mi torturador?”. ¿Cuánta gente en Chile se habrá hecho la misma pregunta?

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Con respecto a su carrera artística, Redolés se reconoce como poeta más que como músico. No junta las cosas y, por cierto, sus talentos están más en lo literario. Es músico autodidacta y muchas de sus canciones son más bien “despelotadas”. Aún así sus discos han tenido gran reconocimiento dentro del ámbito de la música chilena, como ¿Quién mató a Gaete?, disco que fue posicionado como uno de los mejores discos chilenos de todos los tiempos por la edición chilena de Rolling Stones. Interpretó varias canciones de ese trabajo, como “El espejo”, canción que, cuenta él, fue del agrado de su madre quien consideraba que en algún momento tendría que dedicarse a una trabajo “de verdad”, o “Marcando ocupa’o”, canción que escribió cuando aprendió lo que significaba esa expresión luego de volver del exilio en Inglaterra.

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Uno de los momentos más significativos de la noche, fue la participación de su hija Florencia Redolés en “Canción para la más chiquitita de todas” del disco Bello Barrio. La canción fue escrita durante su tiempo en el exilio, para una niña que conoció allá en la isla, quien, hace muy poco y por casualidad, supo que le habían hecho una canción y llamó a Redolés para agradecerle más de 30 años después. Anoche su hija, que es efectivamente la más chiquitita de todas, la representó en el escenario tocando el ukelele y se quedó luego para “Sólo mujer” del disco Química, una canción anti machista escrita en los 80 y que intenta despojar de sus roles históricos a las mujeres para ser sólo mujeres.

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Luego de un intermedio, la banda y su líder volvieron para interpretar un segmento con todas aquella canciones que se consideran blues dentro de la discografía redoliana. “Blues de Santiago”, de Bello barrio, un blues se defiende a sí mismo como música trabajadora, negra y que puede ser propia de cualquier americano, no sólo de los “gringos”. Tocó “Recabarren Blues”, para el compañero Luis Emilio, “Nutrias en abril”, su primer blues, “Era pa’ llorar”, acerca de la soledad del exilio y los gatos londinenses y “Yo también viví en Harrow Road”, canción sobre una de sus tantas residencias en Inglaterra. Del mismo disco que la anterior, interpretaron “Ciertos especta culos de Santiago de Chile”, otra canción con críticas al machismo, específicamente a diarios como La Cuarta, a la publicidad sexista y el doble discurso frente al tema. Fue interpretada por sus coristas, las que lograron mantener la irreverencia que el tema arrastra desde los 80.

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Ya hacia el final del show, Redolés invitó al escenario al poeta Juan Urrutia, quien fue también un preso de la cárcel de Valparaíso y participó en uno de los talleres literarios que Mauricio realizaba en el recinto. Recitó uno de sus poemas para dar paso a la canción “Choro porteño”, un poema de Urrutia que, a la vez, se convierte en un homenaje al poeta de Valparaíso, al verdadero choro porteño. A esto le siguió la presentación de “San Pedro”, primer single de su nuevo disco, que cuenta con la colaboración con Pancho Sazo de Congreso, y que termina con la frase “Víctor no está muerto”. La canción fue acompañada por la performance del actor Roberto Pablo, quien protagoniza el videoclip. Para irse despidiendo, «Redo» presentó a sus músicos, entre los que se encuentra su hijo Sebastián, en la batería. Agradeció e hizo regalos al público y se cerró el concierto con “Que Dios se lo pare” del disco ¿Cachai Reolé?

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Sin embargo, faltaban todas las canciones importantes de su repertorio y el público lo hizo saber. ¿Cómo se iba a ir sin tocar “Eh rica”, himno noventero, ¿y sin el Gaete? Por supuesto que no, volvieron todos los músicos sin ninguna intención de dejar a alguien insatisfecho. Ya sin tanto relato tocaron las canciones más importantes de cada disco y más emblemáticas de la carrera musical del Redolés: “Eh rica” y el público se puso de pie para bailarla, “Química de la lucha de clases” y la gente adoptó actitud de protesta para gritar “¡Yo prefiero el caos a esta realidad tan charcha!”, “Llegando a Yungay”, canción anti OS-7 , para terminar con “¿Quién mató a Gaete?” y seguimos sin saber quien lo mató. Listo, eso fue todo Redolés. Puede haber quedado algo pendiente, pero sabemos que no habrá un momento más completo que el de anoche para entender y celebrar la trayectoria de uno de los artistas más importantes de Chile. Los que se lo perdieron podrán asistir entre el 23 y el 29 de septiembre al Festival Arte y Memoria Víctor Jara y a aprovechar al Redolés que todavía tiene pila pa’ rato.

Setlist:
Primera parte:
Ancianos en el parque
Pinche fugaz
Todo (poema)
Nada (Carlos Pezoa Véliz)
Triste funcionario policial
Hijo de ladrón chileno
Me la cambió el amor
El espejo
Canción para la más chiquitita de todas
Sólo mujer

Segunda parte:
Blues de Santiago
Marcando ocupa’o
Recabarren blues
Nutrias en abril
Era pa’ llorar
Yo también viví en Harrow Road
Ciertos especta culos de Santiago de Chile
Historia del milenio XXV
Choro porteño
San Pedro
Suda Mery Cano
Que Dios se lo pare

Encore:
Eh rica
Química de la lucha de clases
Llegando a Yungay
¿Quién mató a Gaete?

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