Matahari en Bar El Clan: La cálida combinación entre funk e intimidad
25 de agosto 2017.
Por Jorge Fernández.
Fotografías por Francisco Aguilar A.
Pantalones negros abombados, suspensores tirantes en forma recta por delante, cruzándose por detrás. Una camisa blanca y una boina tímidamente pintada a cuadros. Todo esto, adornando un cuerpo en continuo movimiento y un rostro que, tras cada canción, contemplaba a los músicos con evidentes sonrisas de satisfacción.
Eran pasadas las 12 de la noche cuando Matahari hizo su aparición en el escenario siempre cercano de Bar El Clan. La madrugada del día sábado prometía fiesta y baile, deleite y entrega. Todo eso hubo de la mano de la carismática Ema Pinto y su pandilla chilena del funk. Este potente estilo musical de ascendencia afroamericana se mezcla de forma natural con los ritmos afines del soul y del jazz en todo el repertorio de la banda, disfrazando momentos de algarabía y mezclándolos con suaves tonadas que hacen que goces en medio de un vaivén constante de sabores sensuales y altisonantes.
Los músicos disfrutaban cada interpretación. Desde el suave gravitar de temas armónicos como su reciente “Bajo el Agua”, canción cargada de soul, hasta sus melodías más pegajosas, donde “Deja el Cuerpo” se roba todo el protagonismo, pues en el momento de su presentación, no había nadie que no se moviera con su sempiterno ritmo. “Discodos” y “Al despertar” también siguieron en esta línea.
El espectáculo bajo el escenario era similar. Todos bailaban. No importaba de qué manera ni por qué lado. La música era la que tenía el poder, esa que recorría las venas abiertas de sangre caliente y descontrol anatómico.
Cabe destacar que esto también lo provoca la calidad del lugar. Hay una cercanía inusual con el artista donde queda en evidencia su desnudez, su integridad y su recelo constante. El Clan te brinda esa transparencia que sólo algunos son capaces de visualizar, lo que permite encantarte o desencantarte con la tranquilidad efímera del transcurso de un concierto.
Matahari es una banda nacional cuyos albores datan de hace casi 20 años atrás. En medio de cambios en sus integrantes, hoy en día son una clara imagen representativa de lo que es el estilo más puro del funk en nuestro país. Sus músicos tienen un talento indiscutido. Tras cada interpretación, no solo derraman pasión y alegría, sino que también causan una profunda admiración que no declina en ningún momento durante el espectáculo.
Poco más de una hora estuvo Matahari en el escenario. Tiempo suficiente para dejar a todos extasiados. Incluso a aquel muchacho de boina y suspensores quien, a pesar de subir al escenario, de desplegar su talento en la pista y de hacer mover la cintura a todos a su alrededor, parecía no conformarse nunca, pues como dice una canción, su fiesta era eterna y su cielo era un cielo funk. Matahari le otorgó esa fracción de goce inextinguible por medio de una cálida mezcla entre ritmo e intimidad.
Setlist:
La señal
Ángel
Mi Fe
Bajo el agua
La tiendita
Camino
Discodos
Aeropuerto
Deja el cuerpo
Ultraman
Más Allá
Yabadaba
Al despertar
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