Manuel García en Bar El Clan: Las raíces de la música chilena en un artista

Manuel García en Bar El Clan: Las raíces de la música chilena en un concierto a pedir de boca
10 de marzo 2017.

Por Nicolás Morán.
Fotografías por Francisco Aguilar A.

Me gustaría partir esta nota haciendo un homenaje a Ángel Parra, que anoche nos acaba de dejar en este mundo tan loco. No es solo un grande de la música chilena o hijo de la recordada Violeta, es además una influencia para cientos de músicos nacionales, y entre ellos, Manuel García. Además, colaboró estrechamente con la música del trovador norteño. Me alegra haber compartido esa noche con alguien que lo conoció tanto y se dejó llevar por los consejos del viejo Parra. Donde sea que andes, espero que estés haciendo unas cuecas choras y alegrando las reuniones.

Volviendo a lo que nos convoca, Bar El Clan se ha vuelto uno de los lugares más interesantes para ver a tus artistas favoritos a una distancia más que íntima. El Clan va creciendo y ampliando su carta musical mes a mes. Anoche estuvo tocando Manuel García, en un concierto “desenchufado”, y esta era la oportunidad de ver a este gigante de la trova nacional en vivo, en un show menos masivo de lo que estamos acostumbrados.

Si no han ido a verlo, les recomiendo que al menos vayan una vez. Anoche nos presentó un show de gran calidad, probablemente de los mejores de Chile. Partiendo de la base que es un maestro con la guitarra, esto hace que el show se potencie cuando toca una acústica, más encima tuve el lujo de verlo a menos de 2 metros de distancia, lo que se vuelve toda una experiencia gracias a los fans, que enardecidos por las canciones, corean a todo pulmón.

Su repertorio se basó en sandías caladas, tales como «Medusa», «Carcelero», «La danza de las Libélulas», «Piedra negra», entre otros. Además aprovechó de mostrar parte de su nuevo trabajo, “Harmony Lane”. Para esto, hubo una diferenciación súper notoria, se comenzó subiendo al escenario de forma humilde, con una camisa negra, pantalones grises y lentes a juego para comenzar tocando sus clásicos, era necesario enfatizar el cambio, y cuando se puso un sombrero de cowboy, notamos todos que empezaría con el nuevo disco. Cuando se lo quitó, dimos por sentado que volvía a los temas antiguos. En esos momentos, todo era alegría y el calor que se sentía era impresionante, ya que sus fanáticos dejaron la garganta en prenda al local. Todas y cada una de las canciones fueron coreadas con una fuerza que se transmitía y te llamaba a cantar.

El desplante de Manuel es increíble. Su cercanía con el público es envidiable y hace de cada espectáculo un momento agradable. Posee una sencillez al hablar y cantar, que ya la quisieran muchos de los divos de la escena nacional. En cerca de una hora y cuarenta minutos, tocó 21 canciones y entre ellas, Volver a los 17, como homenaje al centenario del natalicio de Violeta Parra, que se da este año.

Sin lugar a dudas, un gran recital que llena un poquito el alma cuando se piensa que luego de que se cumplan 100 años del nacimiento de su madre, muera el hijo de una de nuestras artistas más reconocidas y queridas. Manuel y los Parra han hecho de la música chilena algo para no olvidar.

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