Mac Demarco en Blondie: un show íntimo y cercano
18 de noviembre 2016.
Por Bernardita Ovalle.
El de anoche fue uno de los shows más entretenidos y dinámicos que me ha tocado ver en el último tiempo. Mac Demarco, con su extravagancia y singular personalidad, volvió a conquistar a su público chileno a un año de haberse presentado por última vez, para ese entonces en el festival Primavera Fauna 2015. En esta ocasión el escenario fue la Blondie, lugar que se dispuso para el segundo concierto del artista luego de venderse fugazmente las entradas para la primera fecha, agendada para el sábado 19 de noviembre en el Teatro La Cúpula.
Los encargados de calentar los motores para la presentación de Demarco fueron los músicos de Niños del Cerro, una de las bandas nacionales emergentes que más ha dado que hablar en el último tiempo.
La agrupación está compuesta por jóvenes veinteañeros, que se presentan con solidez sobre el escenario, pero que al mismo tiempo generan esa sensación de inocencia adolescente. Sus temas, cargados de sonidos melancólicos, fueron coreados, aplaudidos y saltados por el público asistente, lo que reflejó que fue una excelente elección para anteceder al plato fuerte de la noche.
Al terminar los teloneros, la música envasada seguía manteniendo al público en el disfrute y luego de unos 20 minutos, mientras aún sonaba de fondo “Rebel Rebel” de David Bowie, Demarco y sus músicos ingresaron al escenario sorpresivamente, causando la euforia colectiva en el recinto. “¡Aloha!” fue el saludo del canadiense de 26 años hacia los asistentes, para dar pie a “The Way You’d Love Her”, primer tema de la noche perteneciente al disco “Another One” de 2015.
El lugar dio cabida para una presentación íntima, donde un sencillo y poco pretencioso Demarco se paseó por sus cuatro discos de estudio y donde junto a sus músicos configuraron una entretenida puesta en escena que se conjugó con la chispeante simpatía y singularidad de los artistas, con diálogos hacia el público entre canciones que lograron que el show, además de musical, se acercara a lo que es una rutina humorística.
El calor dentro del recinto no fue impedimento para que cada canción fuera intensamente coreada y bailada a más no poder por el público; y es que Demarco tiene esa capacidad innata para prender el ambiente con su energía desbordante y riffs pegajosos. Él disfruta cada momento sobre el escenario y se encarga de que el resto también lo haga.
Se nota que le gusta presentarse en nuestro país, lo que quedó demostrado anoche con sus interminables agradecimientos y una bandera chilena que al cabo de un rato se amarró al cuello simulando una capa, sacando gritos y aplausos eufóricos. El broche de oro de la noche fue, como es de costumbre en sus presentaciones, con un Demarco lanzándose descalzo sobre el público, sellando simbólicamente la entrega que tiene hacia sus seguidores.
El indie rock internacional se ha ganado un nuevo nombre, ya que Demarco actualmente es uno de los más grandes exponentes de este género, logrando excelentes críticas musicales. Sin embargo, éste no es el único mérito que tiene para haber logrado ascender en su fugaz, pero contundente carrera. Creo que esa cercanía especial que tiene con sus seguidores, que ha demostrado presentación tras presentación, es también una de las claves importantes de su éxito.
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