“Himnos de América” es el tercer disco en 13 años de existencia de Las Madres, con un proceso muy distinto a su antecesor, Chilaxorratl (2014).
El disco fue compuesto en la sala de ensayo. Producido en Estudios Soplete en Providencia, bajo la producción, mezcla y masterización de Max Soublette, el disco se inició en Agosto de 2015 y terminó su masterización en Octubre de 2018.
El proceso incluyó la composición de la mayoría de los temas, en gran parte arreglados y terminados en el estudio mismo, con el foco común de los dos compositores principales de la banda, Carlos Cohl y Pablo Fontecilla (quiénes aportaron al disco 7 y 6 temas respectivamente), de profundizar de una manera más directa en el elemento de fusión Latinoamericana presente en Las Madres en sus dos discos anteriores («Chilaxorratl» de 2014 y «Las Madres» de 2008).
Para eso, y en la personal aproximación de la banda a esa fusión, el disco se basó en un particular mundo de referentes que para la banda encarnan, más que una reproducción responsable de lo musical latinoamericano, una mitología personal de la música latinoamericana: El rol perdido de la brujería en la poética continental y la lucha cotidiana de cualquier hombre americano contra el desamor y la pérdida, encarnados, muchas veces inadvertidamente, en la brutalidad del paisaje. Influencias «occidentales» que pasan por Dead Can Dance, Air, Led Zeppelin, Mars Volta y Radiohead se unen y entremezclan a otras de la trova, la cumbia y el folclor; Juaneco y su combo, Silvio Rodríguez, Pedro Santos e Inti-Illimani.
«Himnos de América» es el resultado de la maduración de una banda que no ha madurado y que ve en la música un juego emocionante, místico y fantasmagórico.