Kuervos del Sur en Noches Off: Brotando como un árbol en el desierto
Club Subterráneo, 21 de enero 2018.
Por Francisca Neira.
Fotografías por Víctor Santibáñez.
Anoche se llevó a cabo la tercera jornada musical de Noches Off parte del Festival Internacional Santiago Off. Esta vez, los protagonistas fueron los integrantes de la banda nacional Kuervos del Sur, en lo que sería su segundo show del día tras tocar en el Isla Rock Festival, instancia que se ejecuta en el marco del Verano Entretenido 2018 de la Municipalidad de Isla de Maipo.
Pasada la medianoche y en un Club Subterráneo a media capacidad, salieron a escena los seis integrantes de la banda oriunda de Curicó, inyectando automáticamente un golpe de energía en los presentes a través de los acordes de “Aves de mal agüero”, track perteneciente a su más reciente producción El vuelo del Pillán (2016). Rápidamente la temperatura del recinto se disparó y el público se mostró, desde un comienzo, entregado a las melodías de la banda, las cuales fusionan impecablemente el rock progresivo con la música folclórica chilena, específicamente, la que proviene de los sectores cordilleranos del interior del país.
La energía emanada por la agrupación no se vio disminuida por lo pequeño del escenario; por el contrario, se manifestaba en saltos y bailes de los músicos, lo que, además, dejaba una y otra vez en evidencia la complicidad y fiato (incluso cariño) que entre ellos existe. Esta conexión, a su vez, fue canalizada a la audiencia, quienes respondieron coreando todas y cada una de las canciones que sonaron, dando pie para que Jaime Sepúlveda abandonara a ratos el micrófono y dejara que las letras fueran interpretadas por las voces en coro de los emocionados asistentes.
Entre canción y canción no faltaron los momentos de discurso y sensibilidad como cuando Pedro Durán, guitarrista, dedicó “La casa del mañana” a su hijo, para quien fue compuesta originalmente; o cuando agradecieron la presencia, en una noche de domingo (ya madrugada de lunes), de quienes contra todo pronóstico nos encontrábamos en el lugar y, en palabras de Sepúlveda, brotando y haciéndolos brotar como un “Árbol en el desierto”.
Todo el Club Subterráneo se transformó en un carnaval cuando sonó “Anciano sol”, perteneciente a su primer disco, Porvenir (2009), y su intro cercana a la saya que empujó a todos a saltar y bailar. Aunque es conocido y evidente el uso que Kuervos del Sur hace de los sonidos e instrumentos propios de la música andina, al verlos en vivo se percibe el respeto con el que se acercan a las raíces folclóricas y cómo las viven y comparten generosamente. Lo mismo ocurre con las letras de las canciones, que tratan temas de preocupación internacional como el cuidado por la naturaleza o la vinculación trascendental de los humanos con ella; no obstante, esa aproximación no la hacen por medio de una crítica explícita ni un reclamo violento, sino desde la sensibilidad de quien ha vivido cerca de la tierra y muestra su cariño y lamento por ella.
De esta forma, la presentación del sexteto curicano no solo fue una muestra de una muy buena banda de rock, sino que también fue la expresión de un rescate patrimonial que, muchas veces, queda relegado a bandas folclóricas o a segmentos muy específicos de la cultura y las artes. Anoche, Kuervos del Sur, nos ofreció buena música y, al mismo tiempo, nos estrujó la memoria y el corazón.
Setlist:
Aves de mal agüero
La casa del mañana
Los cometas
El árbol del desierto
Águila sideral
El vuelo
Taku
Cenizas
El Indio
Anciano sol
Hasta poder respirar
Luminoso
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