19 de noviembre 2024.
Por Sebastián Allende.
Fotografías por Francisco Aguilar A.
Hopes And Fears es el nombre del que fue, definitivamente, el álbum que catapultó a la fama mundial a la banda británica Keane, quienes para celebrar los 20 años del disco que los llevó al estrellato se han embarcado en una gran gira que llega con toda su fuerza y melancolía este martes 19 de noviembre al Movistar Arena. En una jornada que viviría cierta sombra por la velada futbolística de este martes, vería como el recinto comenzaría a tomar color y forma para este show que prometía un lleno total, en esta que sería, el séptimo desembarco en nuestro país, tras las sendas presentaciones vividas en el Teatro Caupolicán el 2019; como parte de Lollapalooza Chile 2013 y en el Teatro La Cúpula ese mismo año; en el Movistar Arena en el 2009 y en el debut, en ese lejano 2007, en el festival Vive Latino Chile.
Con esos antecedentes era de esperar que el fervor de la velada se sintiera desde temprano en los alrededores del Parque O’Higgins, con los típicos stands de venta de merch, y unas filas que demostraban que la impaciencia para encontrar la mejor posición para el inicio del show que sería a partir de las 21:00 hrs, momento en que el tiempo se borró cuando el cuarteto subió al escenario con un Tom Chaplin enfundado con una bandera chilena para que el escenario se tiñera de blanco y comenzara la música con “Can’t Stop Now”, canción que nos trasporta por unos minutos al mundo del festejado Hopes And Fears, para posteriormente Chaplin saludarnos y realizar una invitación a los presentes: “Los invitamos Tonight a bailar con nosotros, Tonight a disfrutar con nosotros y Tonight a cantar con nosotros”. Tras el saludo inicial que tomaría una pausa de comienzo, seguiríamos con “Silenced by the Night”, tema perteneciente al cuarto disco de Keane, Strangeland (2012).
La pantalla que se vuelve roja y la gente que salta y canta junto a “Bend and Break”, en donde los visuales artísticos se destacan, por el buen juego de iluminación y la participación del público, en donde además el vocalista se pasea de un lado para el otro motivando a los presentes a qué suban los brazos y sean partes activas del show y así, logren dejarse llevar por cada una de las notas que salen desde los parlantes del Movistar Arena en momentos en donde el confeti que cae desde el escenario al cielo para cubrir a todos los presentes.
La fiesta ya estaba servida y como este era una celebración de aniversario, y si bien la banda venía con el compromiso de tocar Hopes And Fears en su totalidad, durante la noche se intercalarían distintas canciones de sus otros discos, lo cual enriquecería la velada de la cual seríamos testigos. Vendrían “Your Eyes Open”, “Nothing in My Way” (una que fue bien cantada), “Spiralling” y “Sunshine” para seguir dándole alma al concierto, para así, seguir aumentando la lista de canciones con “The Way I Feel”, “You Are Young”, las que darían pie a una de las primeras que lograría que el Movistar se fuera para abajo: “Everybody’s Changing”, tan simple como un piano, un bajo, batería y voces que se multiplican y logran formar un gran coro para demostrar del poder de Keane y del porqué de la importancia del álbum que este martes se festeja.
Si bien el público de Keane es un público más maduro, más pausado, un poco más reflexivo en base al compás de las canciones, cantan con pasión, gritan, aplauden y se hacen sentir para Tim Rice-Oxley, Tom Chaplin, Richard Hughes, y Jesse Quin arriba del escenario se emocionen, sorprendan y agradezcan con cada muestra de afecto de los presentes. “A Bad Dream”, “Perfect Symmetry”, “Is It Any Wonder?” (otra de las favoritas y que invitó a saltar y cantar), “She Has No Time” y “This Is the Last Time” (otro hit para disfrutar en la velada) formaron otro de los momentos en donde las ovaciones de una fanaticada que demostraba ser muy fiel nos servían de guía para conocer las causas de que Keane se consolidara como un número tan asiduo a nuestro país y en forma tan concurrida.
“Crystal Ball” y “Somewhere Only We Know”, llevarían a los peaks de la noche gracias a la fuerza de parte de los singles más reconocidos de la agrupación, quienes tras una breve pausa, continuarían con la música con “My Shadow”, “Neon River”, “We Might as Well Be Strangers” y “Sovereign Light Cafe”, la que sería acompañada con una versión del clásico de Queen “Under Pressure” en donde Tom Chaplin y Tim Rice-Oxley jugarían a ser Freddy Mercury y David Bowie para el goce de los presentes, quienes terminarían una intensa y melancólica velada con “Bedshaped”.
En síntesis, Keane demostró que la música siempre se debe celebrar y que aunque pasen 20, 30 o 40 años, nada podrá borrar las emociones y sensaciones que generan los sonidos y las prosas en la gente, ya que buenas canciones se transforman en instancias para acompañar los mejores y a la vez, los no tanto, recuerdos de capítulos de la vida que nos hacen crecer y nos hacen soñar.
Setlist:
Can’t Stop Now
Silenced by the Night
Bend and Break
Your Eyes Open
Nothing in My Way
Spiralling
Sunshine
The Way I Feel
You Are Young
Everybody’s Changing
Hamburg Song
Disconnected
A Bad Dream
Perfect Symmetry
Is It Any Wonder?
She Has No Time
This Is the Last Time
Crystal Ball
Somewhere Only We Know
My Shadow
Neon River
We Might as Well Be Strangers
Sovereign Light Cafe
Under Pressure
Bedshaped
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