El rapero y productor de Temuco estrena su segundo álbum en solitario tras desafiar sus propias habilidades durante la cuarentena.
A sus 35 años, Carlos Humberto Cartes se ha convertido en una referencia ineludible dentro de la inquieta escena temuquense de Hip Hop, definiendo un equilibrio entre la sabiduría de las generaciones más antiguas con el espíritu y motivación de la nueva escuela. Como rapero y productor se ha dado a conocer con el alias de Kanitrou, y bajo ese seudónimo ha firmado algunos de los proyectos más emblemáticos de la zona, como el legado del grupo La Tarea, el álbum Tesis junto a 4to Karamazov, la dupla AkKa con Akel y su propuesta con la banda Läkratas, además de un sinfín de colaboraciones en la escena regional, nacional e incluso internacional. En enero del 2020 debutó como solista con el conceptual Humores y este 2021 regresa a la carga con su segundo álbum en solitario, el que define como su obra más completa hasta ahora.
La publicación del vídeo/single “La música me sana” hace algunas semanas fue la confirmación de que Malabar venía en camino. La obra de 14 canciones, a diferencia de otros trabajos personales o colaborativos del autor, se caracteriza por ser más libre en términos de escritura y composición musical. En este capítulo apostó por dejarse llevar y romper sus propias estructuras, disfrutar tanto del proceso creativo como de la grabación, sin presiones. Podría decirse que el único concepto respetado es el de malabarear con la versatilidad de sus habilidades.
“Creo que el encierro me inspiró. Poco tiempo después de Humores quería lanzar un EP de 5 canciones que tenía listas, pero con el confinamiento produje más beats de lo normal, los que me fueron gustando y que seguí escribiendo. Quise jugar, arriesgarme, grabar sin tanta pretensión de que salga el rapeo perfecto, tampoco darle apoyos a mi voz, sino que hacerlo con la naturalidad y simpleza de sentirme en una tocata frente al micrófono.”
De un tiempo a esta parte Kanitrou vive en el campo junto a su familia, entre Caburga y Pucón. Reconoce que el desconectarse de la ciudad y también de la escena musical le permitió encontrarse más con sí mismo para desafiarse creativamente y conseguir los resultados que salen a la luz en Malabar.
Ésta es su primera obra producida, grabada y mezclada completamente por él. Únicamente cuenta con los aportes de tres instrumentales producidas por DRT, Control Habilis y el beat de la canción “En pie” que tomó prestado de sus amigos de Segundo Aliento para aventurarse con el remake del clásico “Puedo” de La Tarea, una de sus letras más icónicas. En cuanto a colaboraciones, las intervenciones y arreglos de músicos como Daniel Worner, Cristián Rojas, Marie Lyon’s y Yuan Picciotto brindan nuevos matices y profundidades a la identidad de sus producciones. El arte de la portada es obra del destacado artista visual Caballero. Daniel Pérez (Dj Pérez) fue quien se encargó de la masterización en su estudio en Santiago, brindando la calidad necesaria para apreciar en su esplendor cada uno de los detalles y momentos que hacen a Malabar.
“Siento que es mi obra más completa, porque todas las letras son mías, no quise tener colaboraciones. Además, en cuanto a beats y rapeos, es lo más versátil que he hecho hasta ahora. Traté de suplir la falta de colaboraciones con las variantes que me da mi propia voz. Para mis beats no uso samples, entonces todas las melodías son orgánicas y tocadas con mi teclado. Lo pasé muy bien en el proceso.”
Reflexiones en formas de rimas certeras, como las que ya nos acostumbra, sobre ritmos variados que van desde lo más clásico a lo más experimental, conquistando libremente distintos sonidos, velocidades y métricas, es lo que resume Malabar de Kanitrou, una propuesta que lo desencasilla de todo lo realizado en más de 15 años de trayectoria.
El álbum está disponible en el canal de YouTube del artista y prontamente en todas las plataformas digitales. Su lanzamiento cuenta con el apoyo audiovisual de Nataniel Films en el vídeo clip de “La música me sana”, que ya supera las 4.000 reproducciones.