Por Sebastián Allende.
Cuando en junio pasado leímos entusiasmados de la fusión de dos grandes festivales que poco a poco se están estableciendo dentro de los imperdibles de todos los rockeros de nuestro país, sabíamos que podíamos esperar el anuncio de magnas bandas para liderar esta notable fecha. Para el próximo 2 de noviembre el Movistar Arena será el escenario escogido para cobijar al Santiago Gets Louder Meets Solid Rock, el que seguramente será el mayor evento rockero del año, y que será encabezado por dos verdaderas instituciones del Olimpo del rock y el metal: Judas Priest y Alice In Chains.
1969 y la ciudad de Birmingham, Inglaterra, sería la cuna de uno de los primeros Metal Gods de la historia de la música contemporánea, Judas Priest. Considerados una de las bandas más importantes del rock de todos los tiempos y, además, fundadores, influenciadores y gestores de la masificación del heavy metal, vuelven a nuestro país con un nuevo disco bajo el brazo para ser uno de las cabezas de este show.
El germen de la banda tendría como protagonistas al vocalista Al Atkins quien junto a Glenn Tipton y K.K. Downing a cargo de las guitarras, Ian Hill en el bajo y John Hinch en batería, darían vida a la primera encarnación de la banda, donde lanzaron sus primeras canciones en demos anteriores a su debut discográfico. Llegaría 1973 y la banda aún sin poder publicar material propio llegaría a su primer fin, separando los caminos de Atkins, Tipton y Downing quienes decidirían continuar con el nombre del grupo, con algunas de las antiguas canciones junto a quien es considerado uno de los mejores vocalistas de la historia del metal, el señor Rob Halford.
Llega el momento del debut y Rocka Rolla (1974), con un sonido e imagen más similar a bandas como Deep Purple o Rainbow que a lo que se asimila habitualmente a esta agrupación, marcaría el inicio de la carrera de los británicos.
Sad Wings of Destiny (1976) nos daría una prueba de los sonidos más cercanos al heavy metal, en mayor medida, gracias a las composiciones del guitarrista Glenn Tipton quien participó en manera más activa en este disco. Una gran obra que con el tiempo ha llegado a ser considerada uno de los discos de metal más influyentes jamás hechos. Sin After Sin (1977) continuaría la senda trazada, manteniendo e impulsando lo creado por Halford y Tipton.
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Los discos Stained Class y Killing Machine, ambos lanzados en 1978, serían puntales para la definición estética del metal al utilizar cuero y tachas metálicas, elementos que hasta el día de hoy se asocian con el estilo. Pero no sería hasta la publicación de British Steel (1980) que la banda asumiría el éxito de manera global y ayudaría a colocar al heavy metal a la cabeza de la escena musical durante los años ochenta. Además, serviría para introducir al mundo junto a bandas como Iron Maiden, los sonidos de la Nueva Ola del Heavy Metal Británico (NWOHMB).
Fue durante los años ochenta que la banda demostró todo su poder compositivo con las entregas de Point of Entry (1981), Screaming for Vengeance (1982) (el que sería uno de los discos más vendidos de la banda a la fecha), Defenders of the Faith (1984), Turbo (1986) y Ram It Down (1988), y dar la bienvenida a un nuevo decenio con Painkiller (1990). Aunque, lamentablemente, tras una gira junto a Alice Cooper, se produciría la salida de Halford de la agrupación logrando así un nuevo quiebre que duraría cerca de 5 años.
Tras el regreso, que se vería marcado por la incorporación de Tim ‘Ripper’ Owens en las voces, Judas seguiría cosechando trabajos discográficos que servirían para enardecer la leyenda, y tras una serie de rumores que fueron alimentados durante los años, los fans tuvieron que esperar hasta el 2005 para que junto al lanzamiento de Angel of Retribution se viviera el retorno de la leyenda Rob Halford, quien traería de regreso toda la mística y la grandiosidad de su voz para el deleite de millones de seguidores alrededor del mundo.
Firepower, lanzado este 2018, los devuelve al sitial del que nunca deberían haber abandonado. Guitarras afiladas y temas potentes, demuestran el gran nivel que poseen los británicos y confirman el porqué de su inclusión en este magno evento al que de seguro ningún amante de los sonidos pesados querrá perderse.
El Movistar Arena se estremecerá junto a Judas Priest, quienes son uno de los protagonistas de Santiago Gets Louder Meets Solid Rock. Si quieres ser parte de este gran evento, aún puedes conseguir entradas a través de Punto Ticket y en los puntos de venta de Tiendas Hites, Audiomusica y Cinemark habilitados en todo Chile. www.puntoticket.com/sgl-solidrock