Por Carlos Barahona.

Moldavia, oficialmente conocida como la República de Moldavia, esta situado en Europa del Este. Limita al oeste con Rumania y al norte, este y sur con Ucrania. Es un lugar sin acceso al mar y su capital es Chisináu. La nación es conocida por su paisaje montañoso y viñedos, así como por su historia como parte de la antigua Unión Soviética, de la que se independizó en 1991. Básicamente, un territorio de la que en estos lares, poco y nada sabemos, de no ser por las conexiones mágicas y los viajes sonoros que la música nos proporciona, ya que Infected Rain se ha convertido en embajadores culturales de este país.

Los moldavos han logrado hacerse un nombre en la escena del metal moderno, destacándose por su mezcla única de metalcore, nu metal y elementos electrónicos. Formada en 2008 en Chisináu, la banda rápidamente se ganó el reconocimiento en la escena underground europea gracias a su sonido potente y la energía desbordante de sus presentaciones en vivo.

El grupo está liderado por la carismática vocalista Lena Scissorhands, cuya presencia escénica y habilidades vocales son fundamentales para el sonido de la banda. Su rango vocal es impresionante, capaz de alternar entre guturales intensos y voces melódicas que aportan una dualidad emocional a las canciones. Además, la banda está compuesta por el guitarrista Vadim “Vidick” Ozhog, la bajista Alice Lane, y el baterista Eugen Voluta, quienes juntos crean una base instrumental sólida y dinámica.

Desde sus inicios, Infected Rain ha lanzado varios álbumes que muestran una evolución constante en su sonido. Su álbum debut, Asylum, lanzado en 2011, presentó a la banda como una fuerza a tener en cuenta en la escena del metal. Sin embargo, fue con 86, lanzado en 2017, que la banda realmente comenzó a encontrar su identidad sonora, combinando riffs pesados con atmósferas más melódicas y complejas.

Una de las canciones más representativas de este período es “Mold”, un tema que encapsula la intensidad y la profundidad emocional que la banda puede alcanzar. La canción, con su lírica introspectiva y su estructura dinámica, se convirtió en un himno para los fanáticos de Infected Rain.

El conjunto ha logrado trascender las fronteras de Moldavia y ha captado la atención de audiencias internacionales. Su participación en festivales de renombre y giras europeas ha consolidado su lugar en la escena global del metal. El álbum Endorphin, lanzado en 2019, marcó un punto de inflexión para la agrupacióm, mostrando una madurez en la composición y una mayor cohesión en su sonido. Temas como “Lure” destacan por su capacidad para fusionar elementos electrónicos con una base de metal agresivo, creando un sonido distintivo que les da una identidad propia.

La participación de Infected Rain en el festival CL. Rock es una situación muy esperada por los fanáticos del metal. Esperamos de la banda un setlist variado, que incluya tanto clásicos de su repertorio como nuevas canciones de su álbum más reciente, Ecdysis (2022). Este álbum, que incluye canciones como “Postmortem Pt. 1”, muestra a la banda explorando temas más oscuros y personales, con una producción que resalta la capacidad de la banda para innovar dentro del género.

El mega festival CL. Rock es una de las propuestas más interesantes que habrá durante ese segundo semestre; no solo contará con la presencia de los moldavos, sino que contará con una parrilla interesante dentro de la gran gama que nos otorga el mundo del metal: Katatonia, Deicide. The Pinneaple Thief, Satyricon, Enslaved, Chelsea Grin, entre otros. Recuerden la fecha de este magno evento: domingo 10 de noviembre en el Estadio Santa Laura – Universidad SEK y los tickets pueden ser adquiridos a través del sistema Punto Ticket (https://www.puntoticket.com/cl-rock)

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