Hoppo! en Lollapalooza Chile 2022: Ocio y gozo desactivando al negocio
Parque Bicentenario Cerrilos, 19 de marzo 2022.
Por Amaranta Cartes.
Fotografías por Francisco Aguilar A.
La segunda jornada de Lollapalooza Chile 2022 contó con la presencia casi desapercibida de Rubén Albarrán, pero no al frente de Café Tacvba, sino que como front man de la banda chileno-mexicana Hoppo!, una propuesta fuera del sistema, una declaración de principios.
El show de Hoppo! ocupó el Lotus Stage inmediatamente después de la presentación de Slowkiss en el escenario del frente. La diferencia de energía se hizo notar desde las primeras notas emanadas de las manos de Rodrigo Aros en un sitar, instrumento que no puede sino proporcionar un ambiente de relajo, casi meditativo, que te transporta inmediatamente a la India. Como explicó Rubén, esto es como “slow music”. El público, no muy numeroso, pero sí muy amoroso, se involucró rápidamente en el ambiente buscando descubrir música que no se puede encontrar en Spotify.
El espectáculo de tarde comenzó con un cielo nublado y con la canción “Surlandia” del disco Te vas al sur. A esta le siguió “Después, después”, sencillo lanzado el año 2019 con un excepcional video que refleja el espíritu de la banda. Poco a poco comenzaba a tener sentido un discurso de paz, de alejarse del ajetreo del día a día y de reencontrarse con otras personas, con uno mismo y con la naturaleza. “El ocio y el gozo desactivando al negocio” rezaba la canción que es un mensaje al sistema “que nos mantiene trabajando como idiotas todo el tiempo”, en palabras de Albarrán. Justamente lo que se hace en un festival como Lollapalooza, tiempo de ocio y, sobre todo, de goce musical. Aunque no podemos dejar de pensar en el negocio detrás. Al menos, mientras duró la presentación de Hoppo! la gente se olvidó del cansancio, del precio de las entradas y del lunes.
Avanzando en el concierto, aparecieron las temáticas de la liberación animal, el cuidado de la naturaleza y la conexión con la espiritualidad. De la misma manera, el lado más chileno de la banda se hizo notar. La canción “Volver a los 17”, de Violeta Parra, fue uno de los dos covers que tocó la banda, dejando en claro la admiración que sienten por la obra de la chilena. Una versión que incorpora sonidos muy disímiles a los de la canción original, pero que no rompen con su esencia. El público cantó, como era esperable, creando un momento que con justicia podría tildarse de emocionante. “Te vas al sur” resultó ser una cueca, un poco trastornada y con sonidos de sitar o de dos flautas tocadas por Aros, ambas al mismo tiempo. Y cómo no contar con una cueca cuando otro de los integrantes de Hoppo! corresponde nada menos que a Juan Pablo Muñeco Villanueva, emblemático integrante de la reconocida banda de cueca, La Gallera. Finalmente la canción “El Huachito” habla por sí sola, con un nombre que es más chileno que los porotos.
Conocida por realizar versiones de artistas latinoamericanos, además de “Volver a los 17”, al momento chileno le siguió una innovadora versión de “Alfonsina y el mar”, la canción compuesta por Ariel Ramírez y Félix Luna, cuya interpretación más célebre es la de Mercedes Sosa. Hoppo! oscurece aún más una canción que ya es trágica y dolorosa con sonidos orientales, bajando el tempo y cambiando la melodía por una combinación de notas tristes y graves. Con el respeto que merece esta canción, la banda logra una de las versiones más originales y conmovedoras de la historia de Alfonsina Storni.
Doce años de trayectoria tiene esta banda que sigue siendo de bajo perfil a pesar del reconocimiento con el que cuenta su vocalista. Es, sin embargo, un grupo cohesionado de personas muy talentosas, con sus propios proyectos y virtudes en el que se nota que hay un trabajo comunitario y muy pensado. Una presentación en vivo de Hoppo! es un ritual sanador, un paréntesis dentro del movimiento continuo de un sistema que no para y un respiro frente al frenesí de las multitudes y a la obsesión por la apariencia que muchas veces reina en Lollapalooza.
El show finalizó con una canción de ceremonia, “Wakantanka” que terminaba con el grito de “¡Marichiweu!” para, como dijo Rubén, vencer diez veces sobre nosotros mismos. Los asistentes se retiraron para volver al frenesí, pero con la alegría de haber descansado con un poco de ocio y mucho de gozo.
Setlist:
Surlandia
Después, después
Ocio y gozo
El sentir
Perro centrífugo
Volver a los 17
Te vas al sur
Vaso de vino
El Huachito
Alfonsina y el mar
Wakantanka
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