Por Tomás Soto.
Uno de los personajes mitológicos más famosos de Norteamérica llega a la pantalla grande, aunque esta vez en formato animado y con una gran historia sobre su origen, muy distinta a como lo imaginan todos.
Dirigida por Jeremy Degruson y Ben Stassen, este jueves 2 de noviembre, llega a las principales salas de nuestro país El Hijo de Pie Grande, película animada que, a simple vista, al leer su título y ver su portada, no pasa desapercibida. De inmediato impresiona el nombre y por lo menos en mi caso, sentí que podía ser una propuesta interesante. También entrega una nueva visión e historia a un mito más que conocido.
La cinta nos propone algo distinto y entretenido, además de ser muy emotiva. Adam Harrison, es un niño de aproximadamente 12 años que vive con su mamá, el cual siempre se ha sentido raro y diferente a los demás. Es por esto último que, a diario se ve acorralado y obligado a permitir que un grupo de «bravucones» lo molesten y no lo dejen tranquilo, pero estos días de escuela y monotonía terminarán finalmente para él, cuando comience a notar enormes y extraños cambios en su cuerpo y sentidos. Además de enterarse que su padre no estaba muerto como le había contado su mamá, y que un par de aventones en camión y unas horas en carretera lo dejarían en pleno bosque, para así comenzar la búsqueda de su anhelado y misterioso padre.
El protagonista, después de reencontrarse con su padre, entre felicidad y enojo, y luego de enterarse que es el mismísimo Pie Grande, sabrá que el motivo de la desaparición de éste, fue por mantener a salvo a su hijo y a su esposa del malvado y lucrativo plan del director de «Pelucas Copete», empresa que necesitaba los genes del padre de Adam para crear el eterno crecimiento del cabello.
Juntos, Pie Grande y su primogénito deberán luchar sin darse por vencidos, para así poder acabar con las intenciones de la perversa empresa y sus científicos locos, con el fin de lograr vivir una vida tranquila en familia común y corriente.
Es difícil opinar si la película es buena o mala cuando se trata de una cinta animada, sin embargo, es sencillo notar cuando se diferencia de las demás. Creo que es esto lo que ocurre con esta película.
Al tratarse de un cuento más que popular y conocido surge expectación por saber cómo se relatará y qué historia nos propondrá la cinta. Más allá de entregar risas y situaciones de humor, aquellas que tanto agradecen los más pequeños, podemos disfrutar del lado más emotivo de la película al decirnos que, un padre o madre siempre querrá lo mejor para su familia e hijos, independiente de lo que esto implique. En general, es el mensaje más claro.
Desde buenas animaciones, luminosidad, rapidez, un soundtrack que agrada y, sin tener una trama demasiado difícil de seguir, El Hijo de Pie Grande no se estanca en sólo una bonita portada y merece definitivamente una oportunidad.
Los 92 minutos que dura la película, dejan en claro que no sólo Disney o DreamWorks son los reyes a la hora de crear buenas historias animadas, y que Studio Canal y nWave tienen mucho que decir a través de su más reciente producción.