Haken en Teatro Teletón: operar la pericia instrumental
26 de enero 2019.
Por Rodrigo Guzmán.
Fotografías por Javier Martínez.
Hay estilos musicales y propuestas sonoras que no pasan de moda jamás. Atraen y convocan a cientos de seguidores, aunque pasen los años y se sucedan una y otra vez distintas corrientes mainstream dentro de la escena de la música popular. Uno de estos estilos es el rock y el metal progresivo: anclado en los aspectos técnicos y destrezas musicales tan individuales como colectivas, el progresivo siempre ha sido el chiche preferido para quienes buscan en la música la explotación máxima de la pericia instrumental. Y a quien disfrute, de este sonido, le sonará de inmediato el nombre de Haken, el conjunto británico de metal progresivo que se presentó por primera vez en tierras nacionales, ante un Teatro Teletón abarrotado de seguidores del sonido más fino del espectro metálico.
El inicio de la cita se pactó para las 21:00 hrs, horario en que Claudio Cordero subió al escenario con su guitarra, para hacer brillar las cuerdas entre notas y acordes imposibles. El nacional se hizo acompañar por un sólido conjunto de músicos, que desde la batería, el bajo y el teclado dieron cuerpo y sostén a la propuesta de Cordero, quien aprovechó para anunciar el lanzamiento de este proyecto como banda formal, llamada desde ahora Plasma. Tras el paso de Cordero y compañía, se sucedieron con virtuosismo y complejidad rítmica, temas como “Outatime”, “Zenith”, “7 días” y una impactante “Quasar”, cortes extraídos desde Enlace (2017) y Quasar (2018). A diferencia de Haken, lo de Cordero o Plasma, estuvo dado por una ejecución impecable pero absolutamente instrumental, donde la carga melódica se articuló en torno a los teclados y la guitarra en parte, pues dicho instrumento fue explotado con prolijidad por Cordero que, a punta de solos, climatizó el ambiente hasta dejar a tono la escena preparada desde temprano para los británicos.
A eso ya de las 22:00 hrs, los ingleses subieron a las tablas del Teatro Teletón entre las notas de la Obertura de Guillermo Tell, compuesta por Giachino Rossini. Tras esta primera impresión, vino sin más la puesta en escena de “Clear”, extraída de su última producción de estudio, Vector (2018). Con un sonido adecuado, lejos del excesivo volumen al que nos tienen acostumbrados los sonidistas del metal, el primer corte proporcionado por Haken fue una pequeña muestra de lo que venía: sonido limpio, técnico, melódico y polirrítmico. Luego, vino la interpretación de “Clear”, “Good Doctor”, “Puzzle Box” y “Fallen Back to the Earth”, cortes extraídos desde sus cinco álbumes de estudio.
Durante la jornada, pasó un hecho más bien atípico. Bien sabido es que el metal progresivo no utiliza el formato canción de manera extensiva ni mucho menos, pues los pasajes instrumentales se llevan la carga musical y la atención primaria del escucha, quien busca en este estilo, un desplante técnico extremado que prima por sobre cualquier estructura. Esto tiene un correlato directo: el lugar del progresivo parece nunca estar dirigido hacia la radio o el mainstream en general, suponiendo así un espectro de público de nicho y por tanto, más bien reducido. Sin embargo, esto no se replicó en la presentación de Haken, quienes lograron llenar el Teatro Teletón con una audiencia que disfrutó a concho la experiencia del sonido que los británicos propusieron. Esta popularidad se debe, quizás, a la particularidad y estilo de Haken, que explota el elemento melódico tan bien como el técnico. La melodía, aspecto fundamental de la música y su percepción, fue trabajado con precisión por Ross Jennings, quien desde su voz logró articular la arista melódica que hizo corear al público los distintos cortes proporcionados por los ingleses.
Ya hacia la mitad de la presentación, se vino “Cockroach King”, “Nil By Mouth”, “1985”, “Veil”, “The Architect”, “Crystallised” y “Celestial Elixir”, completándose así el anillo de perfección sonora que fue ejecutado al dedillo por cada uno de los integrantes del conjunto. Créditos para un carismático Diego Tejeida, que desde el teclado encendió y enfrió el ambiente a punta de atmósferas, texturas y solos, que en más de alguna ocasión conmovieron con intensidad a los asistentes.
Si bien admirar la destreza instrumental de ciertos músicos e intérpretes es una experiencia sonora cautivante y sumamente seductora, urge mencionar que tras la abundante utilización de este recurso, el truco pasa a desgastarse en algún momento u otro. Si alguien que no se encuentre familiarizado de manera cercana con los sonidos del progresivo asiste a uno de estos maratónicos conciertos, muy probablemente se agotará con premura, pues dicho estilo musical parece ser música para músicos o al menos, para gente que toque algún instrumento con mayor o menor grado de precisión, pero siempre iniciados en el mundo de la complejidad y la elaboración sonora. Con todo, la presentación de Haken fue una tromba elegante y comedida, estructurada con pulcritud sobre un cúmulo de escalas, notas, trucos y técnicas musicales que se manifestaron como un sonido organizado a la perfección, demostrando así que se puede operar la pericia instrumental sin perder ni un gramo de melodía y ni un solo buen escucha.
Setlist:
The Good Doctor
Puzzle Box
Falling Back To Earth
Cockroach King
Nil By Mouth
1985
Veil
The Architect
Crystallised
Celestial Elixir
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