Por Ingacia Gutiérrez.

La segunda parte de una de las películas más importantes del siglo XXI es sin duda una de las más esperadas de este 2024. La pregunta sobre quién es capaz de desafiar una verdadera leyenda solo puede quedar en manos de unos pocos como es el caso de Ridley Scott a sus casi 90 años.

Connie Nielsen y Derek Jacobi son los únicos que regresan en Gladiador II. Con casi todo el elenco renovado, la película resulta ser varias veces más cruda y salvaje que su primera parte, en esta entrega los luchadores y la arena del Coliseo serán nuevamente los verdaderos protagonistas.

Puede que el actor irlandés Paul Mescal haya tenido una difícil tarea de equipararse al Máximo Décimo Meridio de Russell Crowe, pero sin duda ha logrado estar a la altura gracias a una actuación limpia y absolutamente propia, que probablemente lo lleve directamente a las nominaciones de los premios más importantes del mundo del cine. Con la cuota de sensibilidad y vulnerabilidad que el actor incluye en cada uno de sus papeles, hace que conectemos que lo que Lucius ha debido pasar a lo largo de los años tras su escape de Roma.

El chileno Pedro Pascal es otro de los actores que se luce en pantalla, la comodidad con la que se enfrenta al género bélico y de acción se nota en cada minuto que interpreta en la pantalla grande. Sin embargo, es Denzel Washington quien se queda con la mejor actuación de la película, su actuación como el Maestro de Gladiadores, Macrinus, hará que el resto de las actuaciones pasen desapercibidas cuando él se encuentra en escena.

Gladiador II es una secuela interesante tanto desde el punto de vista técnico como del fenómeno del que procede. La cinta planta cara con orgullo a su legado y sorprende a propios y extraños ofreciendo una de las mejores películas estrenadas este año. La segunda parte del hit histórico lanzado a inicios de los 2000 puede disfrutarse sin la necesidad de haber visto la primer parte. El guión hace lo suyo justificando la existencia de cada acto, haciendo múltiples referencias tanto de frases, símbolos e imágenes de la primera entrega. Con la sola introducción podemos saber lo suficiente para imaginarnos la gran historia que nos quieren contar, el artista Gianluigi Toccafondo ha recreado en forma de animación los momentos más memorables de la original en los créditos iniciales. Todas estas referencias, funcionan a la perfección a nivel estético y narrativo, en particular las que están relacionadas con la simbología o la impresionante banda sonora, uno de los mayores logros de la cinta.

Sobre la trama, Roma ha estado sometida a una decadencia insostenible bajo el mando de los dos emperadores Geta y Caracalla, sucesores de Cómodo. Por su parte Hanno, interpretado por Mescal, es capturado como prisionero de guerra de Roma al conquistar la tierra en la que se encontraba, en medio de África Nova. Tendrá que asegurar su vida como gladiador, bajo el amparo del Maestro de Gladiadores Macrinus, quien le ha prometido la cabeza del general Acacius, interpretado por Pascal.

Del film solo se puede criticar el uso de CGI y las escenas generadas por computador. Puede que algunas peleas con rinocerontes y monos en la arena del Coliseo o en medio de un evento naval anegado de agua para recrear un evento naval, podrían haber sido suprimidas. Sin embargo solo nos dejan de manifiesto el uso de la tecnología en la producción de la obra y la opulencia de la que hacían gala sus gobernantes, Ridley Scott parece consciente de esto y por lo mismo solo utiliza unos pocos minutos y planos cortos.

En todo momento se derrocha épica, en todas sus formas: batallas navales, guerras entre pueblos, luchas mano a mano, con armas, con animales. Todas y cada una de las escenas de acción de Gladiator 2 son maravillosas y mantienen al espectador atento a toda la trama. Todo esta gala visual y estética se acompaña de la banda sonora compuesta por Harry Gregson-Williams, el británico conocido por su trabajo en la saga Shrek, o en los videojuegos Metal Gear.