Fémina en Club Subterráneo: una banda sonora para el movimiento feminista
13 de marzo 2019.

Por Manuela Beltrán.
Fotografías por Eric Parra.

El nombre del grupo, de entrada, evoca una energía poderosa. Fémina es una oda creativa al ser mujer y todos sus procesos físicos, emocionales y esotéricos. La estrambótica y hermosa banda está compuesta por Clara “Claridad” Miglioli, en voz y guitarra, y las hermanas Clara “Wen” Trucco en voz, percusión y flauta traversa y Sofía “Toti” Trucco en voz, guitarra y ronroco. El trío argentino salió pasado la medianoche a tocar al escenario del Club Subterráneo, recitando al unísono las primeras letras de la canción “Brillando”, “Unidos existimos para soñar”. La ovación, digna de su primer concierto en Chile, creció en el público que las había estado esperando. Si bien Fémina lleva un buen rato tocando, aún mantienen un perfil bajo y su público, mayoritariamente de mujeres, es un nicho que encuentra en su música una banda sonora feminista, otorgando extravagantes ritmos y poesía a los procesos sociales y espirituales que han estado cuajando durante estos años.

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El concierto entero fue acústico y de protagonista tuvo siempre al triplete de voces complementarias y naturales que se cruzan como una trenza multicolor de sonidos. En sus letras describen a las mujeres que, como mencionaron, “son de todos los tipos y colores”. Con un cajón, guitarra y sonajas, Fémina llenó el escenario con su presencia. El público repitió de memoria los versos de rap y de jugueteos musicales en las canciones “Deshice” y “Palpita y Goza”. A lo largo de los siguientes temas aparecen diferentes instrumentos musicales; Toti toca el ronroco, un instrumento primo del charango, propio del folclor, pero que se profana en ritmos en este concierto; Wen toca de forma virtuosa la flauta traversa en el inicio de la alegre y bailable canción “Arriba” y, más adelante, también se integra un trompetista que complementa hermosamente el tierno verso que se repite en la canción “Buen Viaje”, “no quisiera desaparecer antes de mojarme otra vez los pies en la luna”. Le sigue “En mi memoria”, tema que en el disco comparte interpretación con Sara Hebe, es decir, un rap patagón de San Martín de los Andes y Trelew de donde son oriundas las cantantes.

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Después de la canción “Olvido” vino el momento álgido del concierto. Con letras como confesiones íntimas y sin tabúes. “Los Senos” fue cantada, bailada y gritada, seguida de memoria por el público. La interpretación comenzó con juegos de voces y descripciones del dolor de la mano, del alma y del mismo dolor. La estrofa de rap que continúa describe realidades y condiciones impuestas al ser mujer. Simone de Beauvoir pareciera asomarse en su letra. Luego las voces cambian a una especie de murga en aceleración, que vira a través de gritos e in crescendos a un exorcismo colectivo del cuerpo de las mujeres para adoptar y reproducir la más simple y efectiva consigna de paz que soluciona todo: “Ser sin doler”. La canción termina con la energía muy arriba y, en el momento de la pausa, el público sigue golpeando las palmas en el ritmo de la canción. Wen en el cajón se suma a complementar el ritmo y las dos amigas, Toti y Claridad, se ponen a bailar lúdicamente en el escenario: se agachan despacio y hacen bajar al público, naturalmente luego suben y el ritmo continúa. Por reacción espontánea de entre la multitud surge el grito de la marcha del 8M que aún está fresca en el espíritu de las mujeres presentes. Con mucha energía surge la consigna “¡Abajo el patriarcado que va a caer, y arriba el feminismo que va a vencer!”. “Las vamos a traer a todas a grabar con nosotras”, termina diciendo Clara sorprendida.

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Toti invita a una persona de entre el público a improvisar beatbox para la canción “Guacho”. Junto con el sonido de la trompeta que complementó el tema, se elaboró un entramado de sonidos muy dinámico. La improvisación continuó con Claridad preguntando al público “¿Cuál quieren escuchar?”, por supuesto un alarido de pedidos surgió de entre la gente, “Eu Tein” fue la canción elegida. Y luego la que fue anunciada como la última canción tuvo dedicatoria al país de Venezuela y los difíciles momentos por los que está pasando. La letra de “Mi Eje” se cantó fuerte en el clímax casi teatral del final, repitiendo con mucha intensidad el último verso: “tierra del desarraigo”. En el encore, las tres mujeres volvieron al escenario, sin instrumentos, para cantar a capella “Resist”, el último single de la banda que grabaron con Iggy Pop como invitado. Las tres voces se entrelazan armónicamente en un mini coro de milimétricos acoples, con la ternura y potencia de mujeres poderosas. Fémina encanta y encarna la simpleza de un grupo de amigas que, tan sólo con sus voces y algunos instrumentos, descubre e irradia la alquimia sanadora del poder de la música y la poesía.

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Una mención a Reptilian Beats, la banda telonera, que con vivaces cadencias y ritmos repetitivos lograron encender la pista de baile, estableciendo en algunos momentos oscuros e interesantes trances al evocar cadencias de ritmos mapuches sin mencionarlos pero, seguramente, inspirados en ellos. Definitivamente, en este momento de la contingencia, resulta muy esperanzador y emotivo haber visto tantas mujeres arriba y abajo del escenario aquel miércoles de féminas en el Club Subterráneo.

Setlist:
Brillando
Deshice
Palpita y Goza
Arriba
Buen viaje
En mi memoria
El Olvido
Los Senos
El Guacho
Eu Tein
Mi Eje
Resist

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