Al hablar del rock alternativo, tal como lo conocemos en estos años, es imposible dejar de lado una banda tan significante como Sonic Youth. Formados durante 1981 en la ciudad de Nueva York, fue con Thurston Moore, Lee Ranaldo, Kim Gordon y Steve Shelley, que lograron la formación más nobel y que los llevó a ser reconocidos durante todo el orbe, gracias a una discografía que acumuló más de 16 discos en los más de 30 años de vida que llevó esta agrupación.
Una banda con este tipo de historia es imposible que no despierte la mente creadora de cientos de escritores, que nos lleven a recorrer su vida discográfica para el placer de sus fans. Pero para una banda que posee ese tipo de pergaminos ¿Que más se puede contar sin caer en las mismas historias conocidas?
Esta es la premisa que lleva a cabo el catalán Ignacio Juliá, en su libro “Estragos de una Juventud Sónica”, un acercamiento más que breve a la vida de la banda de Nueva York, en donde Juliá se basa en su propio conocimiento enciclopédico y en sus años de entrevistas con la banda, de la cual, él tiene el privilegio de llamarse amigo y cercano. Y como no va a ser cercano, si las aventuras narradas comienzan en una noche de paella para ocho, post show ofrecido en la sala Razzmatazz de Barcelona, circunstancia que sirve de introducción para relatar la dinámica que poseía la banda por esos lejanos años 2010, en donde la separación del núcleo creativo de la banda (Moore, Gordon) ya era un indicio del comienzo del fin de la agrupación.
Hablando del autor, les podemos contar que Ignacio Juliá es un periodista y crítico musical nacido en Barcelona de basta historia relacionado al rock, que comenzó en el periodismo musical escribiendo para la revista Star y que con los años, compartió su pluma en las ediciones de Vibraciones, Rock Spezial y Rockdelux, entre otros. “Estragos de una Juventud Sónica” es el último libro del español, en donde nos comparte una biografía de la banda neoyorquina Sonic Youth, siempre desde una mirada muy cercana, gracias a los años de estrecha relación que formó con la agrupación desde la época del disco Daydream Nation.
Sobre sus primeros años en la meca de CBGBs, deambulando entre el punk, el noise y el new wave, hasta llegar al final de la banda, en donde las cuatro mentes ya no funcionaban como una entidad. Este es parte del relato en que nos comparte biografías de cada una de las cabezas de la agrupación, desmenuza joyas sonoras como lo fueron Goo, de 1990 y Dirty (1992) y además comparte anécdotas del escritor junto a la banda, lo que le da un valor adicional a este libro. Por nombrar alguna, entre las grandes citas que nos trae esta lectura, como no recalcar el recuerdo de Thurston Moore de lo vivido en 1991 con Nirvana (retratado en la película documental 1991: The Year Punk Broke): “Fue ese año la cumbre de Nirvana. Luego todo cambió, Kurt quiso ser famoso y se sumergió en las drogas. A nosotros nos interesaba Pavement, Sebadoh. Esa era la dirección que nos atraía, no andar girando con los Red Hot Chili Peppers y toda esa mierda”. Una oración que fácilmente nos sirve para confirmar una declaración de principios que se mantuvo de inicio a fin.
“Estragos de una Juventud Sónica” de Ignacio Juliá, es un libro hecho para los fans, desde la mirada de uno de los más privilegiados. Juliá con su prosa logra retratar la vida y obra de Sonic Youth, en nuestro idioma, con material gráfico adicional y una pequeña sorpresa para el lector chileno. La edición de Santiago Ander Editorial posee un epílogo especial en donde se entregan ciertas impresiones ante una eventual vuelta de la agrupación, se dan agradecimientos y además, se invita a abrirse a nuevas dimensiones e intereses, tal como lo ha realizado la música de Sonic Youth.