La cantante chilena Dulce & Agraz, sigue mostrando lo que será su EP titulado “La Piel”, un trabajo compuesto por tres canciones que retratan los distintos rincones y etapas que vivimos al momento de amar.

Luego de presentar un primer sencillo, encargado de darle nombre al corto, llega el turno de ‘Ay, Amor’, “una canción que retrata una relación amorosa en la que existe un tercero. Traté de describir cómo se vive la búsqueda de responsabilidad afectiva, de ponerme en el lugar de esa persona que exige honestidad y transparencia como factores claves para el respeto”, cuenta Daniela González sobre su trabajo de composición.

“Es también, el vaivén de querer dejar libre pero al mismo tiempo el sentir que te deben algo”. Tras vivir relaciones monógamas y abiertas, la artista comenzó a buscar las urgencias que se anhelan en una relación libre, dejando entrever que existen problemas de apego, de ansiedad.

Una balada que convive muy bien con su época. “Ay, Amor la hice por primera vez en guitarra, inspirada en ‘Tutorial’ de Diego Lorenzini, luego fue evolucionando a lo que escuchamos hoy”, un trabajo que tiene guiños al reguetón más lento, al mainstream urbano que por estos días suena en todos lados.

‘Ay, Amor’ llega como la piedra inicial de la historia que podremos conocer en totalidad durante las próximas semanas. Es aquella etapa en la que nacen las dudas, la ansiedad, los acuerdos entre las partes; todo en busca de un amor en libertad. Así conocimos ‘La Piel’, donde los deseos se materializan en algo tan personal e íntimo como el cuerpo propio y el ajeno.

Constanza Fuentes, tal como en ‘La Piel’, dirige la pieza visual en la que la corporalidad, los colores y los movimientos son claves. “Quisimos plasmar mediante el rojo, que es pasión y fuego, y el azul, que es frialdad y miedos, esta dualidad que significa la responsabilidad afectiva».

«Es una canción personal, que habla de tu consciencia, de tu sentir, de tus deseos ocultos. La responsabilidad afectiva es un desafío; deconstruir ciertas partes personales trae muchas cosas buenas pero tiene mucho de inseguridad, de soltar cosas”, cuenta Fuentes sobre las luchas internas a las que nos enfrentamos, que Daniela no teme en desnudar mediante su honesto relato lírico y físico.

La tercera entrega no sólo nos dejará con un relato completo, también con una experiencia multidisciplinaria en la que podremos leer los recovecos de Dulce y Agraz, quien mediante un poemario espera complementar toda la experiencia de su investigación romántica musical.