Doja Cat en Lollapalooza Chile 2022: Un tornado que pasó rapeando por Santiago
Parque Bicentenario Cerrillos, 20 de marzo
Por Amaranta Cartes.
Fotografías por Francisco Aguilar A.
Amala Ratna Zandile Dlamini es el verdadero nombre de la cantante, compositora, productora y, por sobre todo, rapera, que se presentó como cabeza de cartel en la última noche de Lollapalooza Chile 2022. Su nombre artístico es Doja Cat y este domingo reinó en Cerrillos desde su trono, el escenario Banco de Chile. Fue el cúlmine de un día dominado por la música urbana, llevando todo lo visto durante el día a otro nivel en términos de voz, flow, baile y producción. Con mucha razón varios de los artistas locales, como Princesa Alba, Ceaese y DrefQuila recomendaron ir a ver su show. No estaban equivocados y les contaremos por qué a continuación.
Doja Cat sobre un escenario es una extraña mezcla entre la suavidad de una estrella pop y la rudeza de Lil Kim. Parece sacada de un video juego, pero la fluidez de su baile y destreza de sus movimientos no permitirían reproducirla en una realidad virtual. Justamente porque es inigualable es que quien la ve y escucha por primera vez queda impresionado.
Las primeras palabras que salieron de su boca fueron los dos primeros versos de la canción “Rules”: “Said play with my pussy, but don’t play with my ‘motions. If you spend some money, then maybe I just might fuck ya”. Sexo y dinero, pero también feminismo, se hicieron notar rápidamente en su propuesta, así como la advertencia de un show sin ningún tipo de pudor o censura. Siguiendo el mismo camino de su disco de 2019, Hot Pink, interpretó “Juicy”, canción en la que acompaña el rapero jamaicano-vietnamita, Tyga. A pesar de lo complicado de sus letras y de la rapidez de su rap, muchas fanáticas y fanáticos ya cantaban cada palabra que salía desde su micrófono rosado hacia los parlantes. Terminada la tercera canción, uno de sus últimos singles de su disco de 2021 Planet Her, ante la locura desatada del público que gritaba “¡get into it, yuh!” a todo pulmón, miró a la gente, sonrió nerviosa y no pudo contener un grito de “I love you!!”
Pero Doja Cat no era la única estrella sobre el escenario. Una banda y bailarinas excepcionales la acompañaban y justificaban la sensación de que el público de Lollapalooza estaba frente a una fuerza de la naturaleza. La banda sostuvo a lo largo de todo el concierto el concepto del R&B y del soul, pero lo dió todo también para marcar el beat del hip hop que Doja no podía soltar. La versatilidad de los músicos se manifestó en los primeros acordes de “Bottom Bitch”, una canción más melódica y tranquila que dejó de lado a las bailarinas por un momento, pero no nos hemos olvidado de ellas. Se quedaron en el escenario y, a medida que la canción transcurría, Doja Cat las abrazó a todas, una por una, con un calor de amistad que conmovió al público. Había algo auténtico en todo su fluir sobre el escenario. Y bailaron, claro que bailaron, como si fuera el perreo más duro del mundo, en una canción con más tintes de balada, una propuesta genial e innovadora. El show era pura alegría, mientras caía la noche.
Una de las canciones que apareció en la pandemia, en el mismo disco de 2021, fue “Woman”, cercana al dancehall y definitivamente conocida por todos, no solo por los más fanáticos. Lo mismo ocurrió con “Kiss me more” y “You right”, una seguidilla de éxitos que causó estragos dejando unos cuantos miles de damnificados. Luego de eso, el show tomó un tono mucho más calmado con una seguidilla de canciones con ritmos de soul como “Streets”, “Been like this” y “Shine”. De pronto, la noche que recién comenzaba se volvió más oscura con “Tia Tamera”, una canción de rap pesada y grave, que alude a las hermanas gemelas Tia y Tamera Mowry, que en los años 2000 protagonizaron la exitosa serie de televisión Hermana hermana. La canción no dejó indiferente a nadie, mucho menos a los nacidos a comienzos de la década de los 90. Fue al comienzo de dicha canción cuando Doja tomó las baquetas en la batería eléctrica para hacer un pequeño solo tocando ritmos improvisados. Con un beat reggaetonero enloqueció al público y mostró su intención de conectar con latinoamérica desde lo más popular. A la vez, al finalizar la canción dos de sus músicos hicieron un dúo en la batería impresionando a todos con su capacidad de coordinar algo tan complejo.
La presentación de Doja Cat arroja demasiados estímulos a la vez que trastornan a quien la tiene enfrente. Su forma de moverse, de bailar, de lanzarse al suelo, de subir y bajar por el escenario, el excelente juego con las cámaras que la proyectaban en las pantallas gigantes, su forma de rapear y cantar, su ropa, su personalidad graciosa y desinhibida (como en las ocasiones en que se quejaba de lo apretado de sus diminutos shorts), su feminidad agresiva y a la vez tierna, todo suma para generar un tormenta en un día veraniego de marzo que sabe que esa noche comienza el otoño. No hubo errores, pero sí una imperfección muy humana para su figura inalcanzable que la acerca a la gente normal, lo que se agradece en una artista de su nivel. El concierto terminó con “Say So”, una de sus canciones más exitosas que tiene una versión remix, la más conocida, con Nicki Minaj, un claro referente de su estilo musical.
Terminó pidiendo a todas las personas que fueron a verla que se felicitaran a sí mismas por su actuación como el público más entusiasta y comprometido con su rol de responder con la misma energía que se propone desde el escenario, algo que muchas veces no se logra. Cuando estas energías chocan como dos masas de aire, lo que se forma es un tornado que se sale de control y que no puede domarse. Ese nivel de caos ordenado y libertad entregó el show de Doja Cat en Lollapalooza Chile 2022. Su paso dejó escombros en el escenario y otorgó, sin duda, una experiencia inolvidable para los asistentes.
Setlist:
Rules
Juicy
Get Into It (Yuh)
Talk Dirty
Addiction
Bottom Bitch
Woman
Kiss Me More
You Right
Streets
Been Like This
Shine
Tia Tamera
Ain’t Shit
Need to Know
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