El debut de una legendaria: Hiromi Uehara repletó el Nescafé de las artes
4 de octubre 2016.
Por Juan Pablo Droguett.
Fotografías por Víctor Santibañez.
La pianista y compositora japonesa Hiromi Uehara, se presentó la noche de ayer en el teatro Nescafé de las Artes, entregando un show contundente y lleno de sorpresas.
Aquellas tibias conversaciones de pasillo que poco a poco llenan el lugar y se transforman en símbolo inequívoco del paso de la hora y con ello el comienzo de un show que se transformó legendario. La noche de ayer en el Nescafé de las artes, nos brindó la posibilidad de oír colores y entender historias que se cuentan sin decir una palabra.
El debut de Hiromi en Chile fue recibido con gran expectación. Pese al ya anunciado cambio en el programa, el público asistente supo generar el ambiente apropiado para esta noche. Sobre el escenario sólo un piano y la ovación generalizada de los espectadores al ver el ya clásico look de la japonesa, que agradecía cada aplauso con una gentil reverencia.
La artista nipona, que ya ha trabajado con artistas del nivel de Chick Corea y Stanley Clarke, no tardó en mostrar el estilo vanguardista que le caracteriza, empujando los límites de su instrumento con un lenguaje contemporáneo y fresco que permite un genuino gesto de asombro, casi incredulidad al ver el desplante de Hiromi sobre el escenario. Así es como Hiromi nos propone un recorrido por el mundo contrastando sonidos ya clásicos como “Chica de Ipanema” con una versión propia de «Canon en Re» de Johann Pachelbel, mezcla que se ve expuesta magníficamente durante la interpretación de la suite “Viva! Vegas”, que es la visión de la artista sobre la denominada ciudad del pecado, imitando en “The Gambler” el distintivo sonido de una noche en el casino acompañada por las luces del recinto que proyectaban una brillante ruleta sobre el escenario terminando de armar la ilusión.
Parte importante de la presentación de ayer, fue la sutileza elegante y energética que propuso Hiromi. Tensiones armónicas al punto de la agonía que se entrelazaban con el manejo dinámico de la sonoridad, permitiendo en momentos oír su susurrante canto sobre las improvisadas notas en los compases de “Old Castle, By the River, In the Middle of a Forest”, compuesta por la artista inspirada en una pintura sin título.
Hiromi comenzó a despedirse de su primera visita a Santiago con el single, “A Place to Be”, que caracteriza fielmente años de exploración musical volcadas en el piano. La sociedad entre la japonesa y su instrumento, se ve reflejada sin lugar a dudas en su concepción musical, enfocada en la unión de culturas esparcidas por el mundo reunidas por Hiromi en una carrera extraordinaria.
Para finalizar con un guiño al público, que aplaudió a rabiar en cada silencio, Hiromi subió por tercera y última vez al escenario despidiéndose con la dulce sonrisa que la caracteriza y dándose el tiempo de tomar algunas fotos al público que ya la despedía agradecido por la jornada, realmente memorable.
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