Cumbre del Rock Chileno 2017: Un encuentro de emociones

Cumbre del Rock Chileno: Un encuentro de emociones
Estadio Nacional, 7 de enero 2017.

Por Agustín León.

10 años han pasado de la primera Cumbre del Rock Chileno, la cual nos hizo cantar, saltar y disfrutar por más de 12 horas seguidas con más de 30 artistas chilenos de la talla de Los Jaivas, Los Bunkers, Lucybell, por nombrar algunos, y que estuvo marcada por la vuelta de 2 artistas que darán que hablar en esta versión 2017, estoy hablando del regreso a los escenarios de Jorge González, que con tan solo una guitarra eléctrica hizo corear a todo el Estadio Nacional, y la de Los Tres, que volvían a tocar en un escenario después de 6 años, culminando una jornada histórica.

Siguieron las versiones en los años 2009 y 2012, que siguieron con la misma misión, entregarnos un festival con pura música chilena, donde esta última estuvo marcada por un homenaje a Los Prisioneros y al reconocimiento a Jorge González como el “Icono del rock chileno». Por último, la versión 2013, que fue enfocada en solamente en música de los 80´s. Por todo esto, la versión de 2017 que nos reunía en el Estadio Nacional nuevamente prometía, y no nos falló.

El puntapié inicial lo dio, a las 11 hrs, la banda Julius Popper con su blues y el rockabilly, prendió a los más madrugadores, que ya habían llegado al estadio, recibiendo una buena respuesta por parte del público que ya sentía el calor que se nos venía por encima. Le siguió Yo soy Pérez, el indie pop de Planeta no, el ex vocalista de Primavera de Praga: Leo Saavedra, y la banda de rock Aiken.

Continuaron We are the Grand y De Kiruza, la banda liderada por Pedro Foncea ,demostró una calidad increíble de Funk y Soul, que hizo bailar con su soul a los asistentes que se encontraban a esas horas en el caluroso sábado.

Una de las sorpresas agradables del día, fue la performance de Sexual Democracia, ya que se preocuparon de hacer un show para la gente junto a un grupo de baile folklórico, haciendo que el público se prendiera saltando y coreando sus canciones. Luego tocaron Ases Falsos, Gonzalo Yáñez, el cual le dedicó unas palabras a Jorge González, y Pedropiedra, aprovechando muy bien su poco tiempo en el escenario, hizo vibrar a gran parte de los asistentes.

Weichafe, Sinergia, Los Miserables, fueron el bloque más rockero de la jornada, rompiendo cuerdas de bajo. Weichafe hizo un cover de “Estrechez de corazón” de Los Prisioneros; por su parte, Sinergia mostró el descontento con los políticos chilenos con “Hágalo bien” ; o Los Miserables mostrando su irreverencia dedicándole “Crack” a Gabriel Boric e idolatrando al mismísimo Luis Jara y terminando su show diciendo “Me cago en Megavisión”, canal que estaba transmitiendo vía streaming el festival.

A las 14:44 hrs., fue el momento de más tranquilidad y más calor a la vez del festival llegando a los 31° de calor, donde la gente se agolpaban en los puntos de hidratación haciendo filas enormes para poder refrescarse y tratando de capear el sol buscando cualquier sombra que se podría encontrar en el estadio.

Uno de los momentos polémicos fue la presentación de Alex Anwandter, ya que después de un discurso sobre la diversidad sexual y de que no se sentía representado por el rock, sufrió problemas técnicos a los que aludió en forma de broma como una “censura”, terminando su show abruptamente con “Amar en el campo”, botando su micrófono y yéndose sin despedirse del público.

Uno de los puntos más bajos de la jornada fue la banda López, que nunca pudo conectarse con el público y sólo cuando Álvaro López tocó “Quién fuera”, cover de Silvio Rodríguez hecho por su ex banda Los Bunkers, recién ahí pudo llegar a unirse con los asistentes.

Pero, sin duda, la mujer que se llevó todos los aplausos fue Mon Laferte, la ex “chica rojo”, radicada en México. Con sus tatuajes y su vestido naranjo nos dejó, en media hora de show, perplejos con su calidad vocal, donde nadie despegó su mirada en ningún minuto y nos mostró del por qué tiene tanto éxito en México y del por qué la llevó a estar nominada en el 2016 a los Grammy Latinos como “Mejor disco pop alternativo”.

El punto que marcó la jornada fue la despedida de Jorge González, siendo las 21:50 hrs., y después de una presentación retrasada por la banda Diacero, que al más puro “Kiss Cam” la producción quiso opacar este retraso, sale a escena González con su banda que lo acompañó tanto años como solista y que ahora lo acompañaban por una última vez en un show acústico. Con un público muy emocionado, González partió su despedida con “Trenes” y “Nada es para siempre”, repasando canciones de su época como solista y otros clásicos que fueron disfrutados por todos, Jorge terminó su show con “El baile de los que sobran” coreados por las más de 35 mil almas, era el adiós de uno de los grandes iconos en la historia del rock chileno.

Luego, en un momento incomodo de la noche, Jorge le entrega el mismo título que le dieron a él en el año 2012 “Icono del rock chileno”, pero, esta vez, al vocalista de la banda Los Tres, Álvaro Henríquez.

Tras ese reconocimiento salió a escena Los Tres, quienes empezaron su presentación, sin ningún detalle, con la rockera “Bolsa de Mareo”, pero en un momento mientras tocaban “Hojas de té” se pierde el audio, provocando el enojo del público, el cual respondió pifiando a la producción y gritando “No se escucha, no se escucha”, pero eso no fue impedimento para que Los Tres supieran sobrellevar este percance, ya que lo opacaron con sus clásico “La torre de Babel”, que fue bailada y coreada por todos, inclusive con invitada a Mon Laferte en “Tírate”, hicieron que este percance no hubiera pasado a mayores, con “Amor Violento“ las parejas del Nacional se empiezan a acercar y “Déjate Caer” hace que el estadio cante a todo pulmón. Terminan con “Restorán” y ya sentiamos que quedaba poco de esta cumbre.

Para finalizar, el broche de oro lo dieron Chancho en piedra, donde el vocalista Lalo Ibeas, homenajeando a Carrie Fisher sale a escena disfrazado de Princesa Leia, haciendo prender a un público que se tomó la presentación de Manuel García y Fran Valenzuela como un descanso. Luego fue el turno de Juana Fe, Santa Feria y Guachupé, haciéndonos saltar y bailar a los que nos quedamos hasta las últimas horas de este festival, haciendo explotar el Nacional y mostrándonos que las 12 horas de música no eran impedimento para sacar el lado más “pachanguero” del chileno.

La jornada de ayer, seguramente quedará en la retina de todos los asistentes, marcándola como una de las mejores versiones de La Cumbre del Rock Chileno que se tenga recuerdo. En donde las más de 12 horas de pura música chilena y mucho calor, nos hicieron recalcar que en nuestro país tenemos artistas envidiables y que es necesario una mejor masificación por partes de los medios, ya que no puede ser posible que artistas de la talla de Mon Laferte o Weichafe, por nombrar algunos, sean más conocidos en otros países que en su propia casa.