Por Francisco Aguilar A.
Pauta por Sebastián Allende/Francisco Aguilar A.
Portugal es una banda que nació en San Antonio el 2005. Con varios cambios de formación en su carrera y tres discos en su historial, el 2017 lanzaron su última producción titulada Los antiguos astronautas, que les permitió consolidar el regreso del grupo a la escena nacional iniciado en 2016, tras un silencio de tres años.
Pudimos conversar con su vocalista Mariano Hernández, acerca del proceso que implicó la creación de la banda, su pasado y sobre todo su presente, en la entrevista que dejamos a continuación:
Mariano, muchas gracias por conversar con nosotros. Para comenzar nos gustaría conocer cómo nace la idea de crear una agrupación como Portugal.
Portugal nace originalmente en San Antonio, ya que los integrantes originales somos de allá. Ellos éramos Rodrigo Sáez (baterista), Fabián Rosales (bajista), después se integró Felipe Cuadra, que es el tecladista actual, y yo. Ha cambiado harto la formación, ya que los dos primeros no están. Partimos allá donde todos se conocen, el ambiente musical es más chico. Todo tuvo mucho que ver que con Rodrigo (“El Poroto”) ya que nos conocíamos desde hace mucho tiempo: él era compañero de curso de un primo y hacíamos body hace muchos años atrás. La música llegó a nosotros con el contacto de gente que venía de Santiago con VHS musicales o los mismos videos de bodysurf que venían con canciones de fondo, todo muy neardental. Así, la aproximación que tuvimos en la música fue gracias a que siempre mucho hubo mucha gente motivada con ésta en mi círculo, de ellos aprendí y conocí mucho. Por otro lado, Fabián iba en mi colegio, tocaba bajo y también era súper motivado, cabros muy inteligentes. Cada uno por su cuenta había tenido bandas garage, de la escuela del punk y hardcore melódico. “Poroto” había tenido algunas bandas funk también, a Fa siempre le gustó la música en habla hispana, de la escuela de Boom Boom Kid y Eterna Inocencia. Una de las decisiones importantes, fue que desde el primer ensayo, dijimos que no íbamos a tocar covers y eso nos sirvió mucho para estimular la creatividad, ya que eso queríamos, crear canciones.
¿A qué se debe el nombre de la banda?
La banda pasó por varios nombres, todos medios gringos. De hecho, cuando sacamos “Dónde debo estar” y “Uhu”, que salieron en un compilado llamado De atrás pica el indio, de El Mercurio, hace muchos años, nos llamábamos Rocket. Nos fue súper bien con eso, tuvimos buenas críticas y surgió la idea de grabar un disco. Cuando decidimos eso, paramos de tocar un año y nos dedicamos solo a ensayar y preparar las canciones. Teníamos como 15 temas antiguos, pero nada, dejé la guitarra eléctrica, me pasé a la electroacústica y nos pusimos a componer. Cuando nos vinimos a grabar el disco, “Poroto” vivía por Vicuña Mackenna con Diagonal Oriente, yo vivía en Portugal, Fa por ahí cerca. Todo el proceso de maqueteo se hizo en Av. Portugal, entonces de ahí nace el nombre.
Actualmente, ¿quiénes componen Portugal?
Felipe Cuadra en sintetizadores y teclados, Matías Figueroa en batería, Sebastián Iglesias en bajo y, hasta hace algunos días, Felipe Castro en guitarra eléctrica (risas), que toca con Pedro Piedra, con muchos artistas más y ha grabado varios discos. Tocó techo y se nos va a México. Para “Gnomito” es una oportunidad buenísima, él se ha dedicado toda su vida a la música y se empezó a topar con muros por condiciones del medio y tuvo que tomar decisiones. Ya tenemos una próxima guitarrista, Camila Milla, sequísima, y será un inmenso aporte a la banda y al proceso creativo no solo como músico sino como persona. El show debe continuar, tenemos que seguir, aunque el proceso haya sido bien mutado.
¿Cómo definirías su estilo?
Siempre es difícil esta pregunta, porque ha sido siempre evolutivo. Somos una banda de indie/pop/rock y ocupamos a toda su cabalidad el género, ya que no tenemos problemas en pasarnos de temas que son súper baladas y expresar los sentimientos a concho, como lo amerite la canción, siempre teniendo a la música que nos gusta de referencia. Hasta lo que hacemos en vivo, donde hacemos principalmente rock con tintes electrónicos.
¿Notas que han evolucionado o cambiado su sonido desde que partieron en San Antonio, el 2005?
Si, de todas maneras. Ya son 13 años, las personas cambiamos, aprendemos, nos equivocamos muchas veces. Lo que persiste dentro del proyecto son las ganas, la motivación por lo nuevo, escuchar siempre la vanguardia, ser busquillas. Partimos desde la ignorancia, yo venía de la escuela del punk rock, donde necesitas más actitud que conocimiento musical y hoy han cambiado muchas cosas. Me siento súper orgulloso de la banda, de los músicos con los que toco. De los cinco, tres son profesores, literalmente. Todo ha cambiado en la parte técnica, se ha desarrollado mucho, hemos mejorado bastante, siempre desde el foco de hablar de la sinceridad, del cuestionamiento. Sacando un rollo a lo que se ha hecho antes, hay una línea evolutiva, nuestro primer disco, Viajes de memoria, es más de un periodo de adolescencia, con cosas más sencillas, desde lo personal, que adolece de experiencia. El segundo disco, Kaipaan sinua, habla sobre la familia, el duelo, la paternidad. Este tercer disco, Los Antiguos Astronautas, es más filosófico, ya que tiene mucho cuestionamiento, pero desde la observación, como especie humana, desde nuestro lugar en el universo. Ha habido una progresión desde adentro hacia afuera en las temáticas de Portugal que siempre se acompaña con la música, tratamos de tener una coherencia entre nuestros sonidos y lo que pretendemos mostrar/escribir.
¿Cómo es su proceso de composición?
Armo yo los temas, en un principio con guitarra de palo/electroacústica. El proceso en sí nunca para: si voy caminando por la calle y se me ocurre una melodía, la grabo. Tengo miles de temas a medio caminar, otros sobre los que me gustaría escribir. Algunos salen en una tarde y otros demoran semanas/meses en convertirse en algo. Cuando ya están, los presento con la banda y se transforman en cualquier otra cosa, ya que pueden variar, no son como un hijo único. Ahora que estamos más afiatados como banda salen temas muy rápido, con mucha claridad, que pueden partir desde el ritmo, desde el sonido o desde la letra, también eso ha ido mutando.
¿Poseen alguna referencia o artistas que los inspiren al momento de crear música?
El Matías (baterista) es un melómano, full coleccionista de vinilos y música, lo que ha sido buenísimo. Él fue productor de nuestro primer disco, en el segundo colaboró como multinstrumentista y en el tercero es baterista, siempre estando en el proceso. En cada ensayo pone música, de hecho hizo unos playlist de verano y de otoño y los escuchábamos harto. Dentro de lo que puedo mencionar esta Sohn, Unknown Mortal Orchestra, Mac de Marco, James Blake, el cual nos voló la cabeza como el 2011, Kendrick Lamar, Flying Lottus, Radiohead. Algún día sería ideal ser unos Radiohead hispanos, no como ellos en lo personal, sino cómo son en la búsqueda musical.
¿Cómo ves la escena musical chilena? ¿Y dentro de este universo en donde estableces que se sitúa la banda?
Nosotros somos un bicho súper raro. Ya que llevamos mucho tiempo desde que sacamos nuestras primeras canciones, pero hemos tenido una carrera media accidentada en términos de recesos. Entre cada disco, paramos uno a tres años: en una oportunidad fue para dedicarnos a grabar, otra por temas laborales, qué sé yo, no hemos hecho una carrera continua ni tampoco supimos aprovechar ciertas oportunidades que se nos dieron en el camino, entonces creo que no consolidamos una buena cantidad de audiencia; si bien teníamos un público establecido, gente que nos conocía hace rato, este proceso del nuevo disco fue como iniciar todo de cero. En el periodo que no estuvimos, alcanzaron a aparecer y desaparecer bandas, como los Niño Cohete, por ejemplo. Hoy día, somos unos cabros más viejos, con más experiencia y hay otra generación que está metida en la escena, hay otro lenguaje musical. A nosotros nos encanta eso de retroalimentarse, ver lo que está sonando. Hay bandas que nos gustan mucho, con las que nos gustaría tocar, colaborar con ellas, hacer nexos. Pero situarnos en un lugar, no lo hemos hecho.
El tema audiovisual es algo que nos podemos dar cuenta que es importante para ustedes. Lo hemos visto con el video “Nuestro Momento” y ahora con “Laniakea” ¿Cuéntanos, qué tan importante es para ustedes lo audiovisual?
Creo que, particularmente en este nuevo disco, en el que hay una mayor claridad en cuanto a conceptos, en lo que somos y qué queremos. En Viajes de memoria que fue un disco desde la adolescencia, donde te faltan cosas, te falta conocimiento, te falta saber qué quieres mostrar, había una mezcla entre búsqueda y ambigüedad, sin claridad. En ese tiempo, entramos a Sello Azul e hicimos un video de “Nuestro Momento” que no nos gustó y logramos no publicarlo e hicimos un video por nuestra cuenta. En ese tiempo Moisés Sepúlveda, que fue el director del video, quería hacer una película porno de escolares, pero siempre ha tenido un corazón bien político. En pleno apogeo del movimiento estudiantil se le ocurrió hacer esta analogía entre “Nuestro momento”, que hace referencia a un momento de pareja con nuestro momento social, que era lo que ocurría en el minuto. Así se empezó a gestar este video, que fue en tiempo real, con imágenes maravillosas. Se viralizó y nos abrió una oportunidad buenísima. Creo que fue todo un acierto, tiempos muy bonitos. Dentro de eso hubo cosas que no pudimos aprovechar, también estábamos solos. Por otro lado, en términos políticos no me sentí capaz, como representante de la banda, de defender posturas, no tenía las bases, solo habíamos hecho una canción. El tema se volvió bastante político, hasta el día de hoy, pero el público lo asocia más al sentimiento de recordar que a algo netamente político. Con “Laniakea”, el disco ya tenía nombre, le habíamos dado muchas vueltas. Laniakea es el vecindario de galaxias donde está la vía láctea, ahí vivimos. Las cosas esenciales que ha tomado este disco, es que hemos aprendido a conocer mucho a las personas. Hay directrices generales, todo va fluyendo, con un par de feedback y llegamos al objetivo. Si hay algo que ha caracterizado a este disco, es que ha sido un trabajo colectivo, que se agradece mucho.
En base a lo mismo, ¿cómo ven la música como herramienta para adentrarse en temas sociales, políticos, que tienen repercusión en el diario vivir?
La música y el arte en general son fotografías sociales, si uno decide que sean así, ya que uno puede escribir de lo que quiera. Eso es política. Con respecto a su poder de cambio, lo cuestiono mucho, ya que uno debe apuntar a hacer lo que le gusta. Si quieres entregar un mensaje, dedícate a ello, porque resulta un poco frustrante que temas como “Imagine” de John Lennon, que hablan sobre la paz, un tema política y musicalmente hermoso, no consiguió la paz. Entonces no sé cuál es la expectativa que uno debe tener respecto a este tema en cuanto a la música, pero sí tiene impacto, no sé cuánto eso sí.
¿Qué relación tienen con las nuevas tecnologías como redes sociales, YouTube, streaming, etc, para la difusión de su música?
Ha sido un proceso de aprendizaje. Entender que te gusten o no las redes sociales, el público está ahí. Hay que vender donde la gente está comprando. Es importante manejar éstas, no solo Facebook, sino que también Instagram, Snapchat, etc. Hay que estar ahí, hacer presencia, saber cómo y cuándo postear, es una herramienta muy útil. Siempre ha sido el core en este proceso, lo importante es siempre hablar desde la verdad. Aprendiendo, equivocándose, como todo en esta vida. Cuando aprendes el lenguaje de la aplicación, le puedes sacar el jugo, teniendo un objetivo claro.
¿Quién maneja las redes en la banda?
Está un poco dividido, yo manejo principalmente YouTube y Facebook. Matías está en Instagram, porque me robaron el celular y el que tengo ahora saca fotos malísimas. Cuando tenga otro espero agarrar más vuelo. Pero nos ayudamos entre los dos.
Para ir cerrando, cuéntanos, ¿qué se viene para Portugal este 2018?
Esta mortal el año, han pasado cosas buenas. Hemos tenido muy buena recepción del disco, lo habíamos visto en redes sociales, pero ahora que hemos tocado en vivo lo hemos visto más. Después del lanzamiento, se nos cayeron tres fechas, así que estuvimos casi todo este verano sin tocar. Ahora retomamos de nuevo y hemos tenido salas llenas, gente cantando el disco nuevo entero, todo muy motivante. Nos ganamos un Fondart, vamos a hacer un cortometraje con tres canciones y va a salir durante este año dividido en tres partes, terminando con una presentación final con un show en vivo. Estamos mirando la continuación del disco, ya que hicimos 30 canciones en este proceso, se grabaron 16 y quedaron 10 finalmente, hay mucho material fuera. Letras con bastante coherencia con el concepto de Los antiguos astronautas así es que vamos a sacar un satélite de lo que fue el disco. Se vienen fechas afuera, ya que empezamos a trabajar con una nueva productora, todo muy movido, bien entretenido.
¿Próximas fechas de presentaciones en vivo?
La próxima es en la SCD Plaza Egaña el 8 de marzo, después un Insular, estamos cerrando con Trotamundos, se viene una en Magnolia en Chillán. Los esperamos ahí.