Conversamos con Maca Torres: “La música es lo que pone a andar mi vida, ya que es el palpitar de mi corazón”

Mis inicios en la música fueron cuando yo era muy chiquitita, comencé a cantar a los 5 años en la televisión regional de mi natal La Serena. De a poco, empecé a buscar los instrumentos, a tocar un poco de piano, de guitarra. A los 14 años, comencé a crear mis propias canciones y a los 15 ya estaba participando en festivales regionales y nacionales con mis propias canciones. Fue en ese momento que dije: Eso es lo que quiero hacer con mi vida, hacer mis canciones y tocárselas a la gente.

La música para mi es lo que pone a andar mi vida, ya que es el palpitar de mi corazón. Siento que en la vida uno podría dedicarse a cualquier cosa, potenciar una habilidad por otra, por ejemplo, las matemáticas que a mí me gustan mucho, pero no me produce la adrenalina de la música. Como ese desafío de querer que me vaya bien con esto y poder subirme a muchos escenarios y cantarle a mucha gente, pero con mi música, con mi proyecto, con lo que a mí me hace vibrar. Lo que a mí me motiva y emociona. Eso de poder levantarte todos los días y decirlo, lo voy a lograr. Quizás a la edad que tengo (25 años), podría estar titulada en un súper trabajo, pero ¿cuál es la emoción de tu vida? La música es un desafío constante, de levantarte todos los días y decir: Voy a cumplir mis metas. Es un gran desafío que nunca termina.

Estoy escuchando muchas bandas, siento que más que escuchar bandas, escucho canciones. Escucho mucha música en Spotify, como también mucha radio para no desconectarme de lo que hoy está sonando. Podría decirte que mis favoritos son gente como Earth Wine & Fire, me encanta Michael Jackson y sobre todo el rock latino.

Siento que la composición es como hacer ejercicio. Cuando comienzas con el ejercicio, te cuesta porque los músculos están flojos y tienes que entrenar para llegar a un buen nivel. Con la composición es lo mismo, es entrenar, entrenar y entrenar, y llega un momento en que te explotan las canciones. Sale todo fácil, te sientas en un piano y sale todo de ti y ahí aparecen las canciones que más me identifican. Es por eso que estoy continuamente entrenándome, componiendo para otras personas, entre otras cosas, para cuando lleguen esos momentos de grandeza, aparezcan esas canciones solas.

Simboliza el inicio formal de mi carrera. Si bien, tenía un EP anteriormente, estaba en la búsqueda de lo que quería hacer. Malas Lenguas es mi primera muestra real de lo que soy y de lo que yo quiero proyectar. Siento que con esto empecé a encontrar mi identidad.

Uno puede hacer letras de casi cualquier cosa, desde algo que viste en las noticias a algo que le paso a un amigo. No necesariamente compongo en base a experiencias personales, sino de lo que me llama la atención. A partir de esas cosas, se crean mis canciones.

Fue super lindo trabajar con Gonzalo Yáñez, ya que cuando era chica y empecé a componer a los 14 o 15 años, en ese tiempo daban “Amango”, “El Blog de la Feña” y más que interesarme por los personajes, me preguntaba quiénes eran los que componían y producían las canciones y ahí me di cuenta de que estaba Gonzalo. Él con el tiempo se transformó en uno de mis referentes y llegar a conocerlo y trabajar juntos fue una grata experiencia. Fue muy bacán.

Es súper emocionante que ocurran estas cosas. Son esos sucesos que pueden ser realidad. Pensar que tu canción suene en una serie y que pueda inspirar a otra persona, es muy bueno. Así te escucha gente que llega a tu música a través de otro medio. Es como seguir avanzando, dando un pasito más, ya que en el fondo esta exposición se transforma como un reconocimiento.

El video de “Fiera” fue una locura. Yo tengo un equipo de trabajo que es impresionante, el que está compuesto por una cineasta que se llama Camila Grandi, una artista visual, María Jesús Guzmán y un diseñador-ilustrador, quien es Diego Candia. Con ellos tres hago toda la parte estética y creativa de este proyecto. Para “Fiera”, nos juntamos en la punta del cerro estas 4 mentes a tirar ideas y llegamos a esta en donde soy una chita de la selva en que si tú me tocas a mi hombre yo te voy a arruinar. Todo el video fue mucha risa y pasarlo espectacular, lo cual creo que se refleja en el trabajo, ya que lo pasamos increíble haciéndolo.

Fue una experiencia espectacular. Tuve mucho miedo al principio, ya que fue enfrentarme a un público de 12.000 personas que no me conocían y que tenía que caerles bien o sino me podían comer. Fue preparar un show con mucho cariño y elaboración, de manera bastante minuciosa en lo que respecta al tema del equipo. Que fuera lo bastante profesional, para que al momento en que yo tenía que subirme al escenario estuviera relajada y tranquila, que todo funcionara bien así poder dedicarme a entregarlo todo sobre la escena. Recuerdo que la gente fue muy receptiva, aplaudieron y cantaron. Fue una linda experiencia, que marcó un antes y después, ya que, al ir a otros países, como Argentina y México, me han preguntado sobre este concierto que no deja indiferente a nadie, ya que es un hito que queda en tu curriculum.

Siento que es sensacional y agotador a la vez. Es sensacional porque uno está más cerca de los seguidores, como también puedes subir música desde tu casa. Pero es agotador, ya que ahora un artista, además de estar preocupado de la música hay que preocuparse de las redes sociales, de que la gente te siga a través de ellas. Hay que estar todo el rato pendiente de subir material, de lo que uno dice y de responder mensajes. A veces me gustaría estar más cerca del piano, que preocupada de las redes, para así, poder estar viviendo el tiempo de la mejor forma posible.

Tenemos un show preparado en el Bar El Clan para el próximo 8 de diciembre junto a Madvanna. Lo que se vendrá para el 2018 serán nuevas canciones, nuevo material. Quizás saque un último single de Malas Lenguas, pero ya estoy enfocada en crear música nueva con una propuesta aún más definida, para así poder entregar más y más.