The Mission, emblemática agrupación del movimiento gótico en el Reino Unido confirmó su visita a nuestro país para el próximo 21 de octubre, fecha en la que compartirán escenario junto a los nacionales de Los Ciervos. Este esperado espectáculo tendrá lugar en Club Chocolate, en el marco de su gira mundial Deja Vu, que los hizo recorrer prácticamente toda Europa, Estados Unidos y que también los llevará a las principales ciudades de Sudamérica. Encabezados por el legendario Wayne Hussey, el cuarteto ya cuenta con once álbumes de estudio, siendo el último Another Fall from Grace del año 2016. De todo aquel material elegirán sus grandes éxitos para este reencuentro con sus fans, donde aprovecharán de celebrar sus 35 años de existencia.

No todos los días se puede habar con leyendas como Wayne Hussey. Desde su casa en Brasil recibió nuestro llamado y nos comentó lo placentero que le resulta vivir en nuestro continente, pese a que tiene que viajar mucho más para ir de giras al norte del mundo. Pero la paz de su casa de campo en la que vive junto a su esposa y perros paga con creces cualquier incomodidad. En exclusiva para Parlante.cl, esta fue la conversación que sostuvimos con este ícono del rock gótico, por mucho que él no se vea así mismo como tal.

Este año han estado muy ocupados tocando en vivo en Europa. ¿Cómo se siente el regreso luego de dos años de inactividad?

¡Se siente genial! Teníamos muchos conciertos pendientes desde el año pasado que por el COVID no pudimos hacer, así que en marzo nos reunimos para comenzar a ensayar para los shows de abril. Ahí estuvimos poniéndonos a tono con nuestro nuevo baterista, Alex Baum, un joven talento que nos ha ayudado incluso a nosotros a elevar nuestro nivel ya que tiene mucha energía y eso nos obliga al resto a estar a la altura. Así que ha sido genial volver a tocar. Pese a que no hemos podido sociabilizar mucho con la gente ya que debemos mantenernos sanos y no contagiarnos durante la gira. Pero han sido conciertos fantásticos y la gente nos ha recibido muy bien. La gente está lista para salir y pasarlo bien otra vez. Y por supuesto, estamos ansiosos por regresar a Latinoamérica.

Desde “Another Fall from Grace” de 2016 que no sacan un nuevo disco. ¿Pudieron trabajar en nuevo material?

No, realmente. Por mi parte, he estado bastante ocupado escribiendo un par de libros, música para una obra de teatro, campañas de caridad y trabajando en un disco con mi esposa, aquí en nuestro estudio casero. Así que por ahora no, nada nuevo para The Mission.

Tu última vez en Chile fue como solista en 2018. Con The Mission vinieron tres veces antes. ¿Cómo recuerdas tu experiencia aquí en nuestro país?

Me encanta Chile, especialmente Santiago, ya que tengo una conexión especial con la ciudad. Conocí a mi actual esposa, que es brasileña, en Brasil el 2000. No pasó nada ahí, pero nos mantuvimos en contacto por carta y email. Luego, cuando regresamos a Sudamérica, no pasamos por Brasil, así que ella viajó a Santiago para encontrarnos y ahí comenzó realmente nuestra relación juntos. Y bueno, en lo que a música respecta, allá siempre tenemos audiencias muy buenas. Siempre es un placer ir a tocar a su país.

Y en general, tocar en Latinoamérica es siempre muy especial. Porque es normal tocar en Europa o los EE.UU., pero no lo es ir a Sudamérica. Nosotros fuimos una de las primeras bandas alternativas del Reino Unido que vinimos y fue una experiencia increíble. La gente enloqueció, me sentí como que fuera de The Beatles. La gente aprecia mucho más las oportunidades de ver a sus artistas favoritos, porque no van tan seguido.

¿Por qué crees que el rock gótico se volvió popular? ¿Qué es lo que hizo que tanta gente se sintiera cercano a ese estilo?

Nunca nos vi como una banda gótica necesariamente. Siempre vi a The Mission como una banda de rock más tradicional. Tenemos canciones más pop, otras más oscuras, algunas más felices y positivas. Creo que somos una muy buena banda de rock, con mucha influencia de los años setenta. Pero eso es como yo lo veo, lo cual no tiene por qué ser igual a como lo ven los otros. Y claro, te estoy diciendo que no soy gótico y estoy aquí, ¡vestido de negro! (risas).

Y sobre el estilo, bueno realmente no se a ciencia cierta qué lo hizo ser popular. De alguna forma, la música resuena en las personas por motivos muy individuales y eso hace que se acerquen a tu música. Pero es imposible entender completamente qué es lo que le gusta a la gente. Nosotros los músicos gravitamos en torno a lo que nos gusta y desde ahí componemos canciones que eventualmente serán del gusto de alguna gente. No tratamos de forzar eso, y la gente también sabe reconocer cuando algo es genuino o forzado. Y eso pasa con el rock, con el gótico, con el pop y con todos. Finalmente son solo nombres de estilos, pero todo es música.

El mundo ha estado muy loco últimamente. Pandemias, guerras, crisis económicas y políticas. ¿Cómo te ha afectado todo esto? ¿te inspira para tus canciones?

Me dio una buena oportunidad de estar más tiempo con mi esposa en casa, lo cual es muy bueno. Lo necesitamos después de 20 años juntos. Pero no me inspiran esas cosas en lo musical, al menos no desde un punto de vista político. Nunca he intentado hacer política desde las canciones. Pero sí creo que todo esto que pasa le está dando a las personas una chance de pensar sobre sus vidas y cuestionar sus prioridades, y eso es muy bueno.