Conversamos con Joe Vasconcellos: “Estoy agradecido de estar sano, poder tocar, cantar y componer”
Por Paulo Domic
Desde su llegada a Chile y su debut con Congreso en el disco “Viaje Por La Cresta Del Mundo” de 1981, Joe Vasconcellos sintió el llamado instintivo de tocar con sus manos la tierra de su origen materno. De madre chilena y padre brasileño, el rol diplomático de su progenitor lo llevaron a ser un ciudadano del mundo a través de sus primeras décadas de vida. Sin embargo, fue aquí en Chile que encontró la más grande inspiración, y también el cariño más grande, para su música. Situación que tuvo su coronación definitiva con su disco solista “Toque” de 1995, en el que su salto a la fama logró gran altura, siendo también una fuente de enorme influencia para lo que hoy conocemos como la “Nueva Cumbia Chilena”.
En el marco de la promoción del Streaming “Que No Decaiga” que estará disponible en On Demand por una sola vez, dentro del periodo que va desde las 16:30 hrs. del sábado 19 de junio y hasta las 23:59 hrs. del domingo 20 de junio de 2021, tuvimos la oportunidad de conversar con él y saber cómo ha estado en este año y medio en que la pandemia lo ha puesto lejos de los escenarios y de su gente que con tanta fidelidad siempre lo acompaña a lo largo de nuestro país.
En febrero de 2020 fue tu último show en vivo. ¿Cuánto extrañas subirte a un escenario?
Es tremenda la sensación porque yo he hecho mi carrera en base a la tocata en vivo. Soy medio vintage, medio duro con la tecnología. Y la pandemia me pilló fuera de Santiago, con cero tecnologías. Con harta depresión también, porque uno no sabía lo que estaba pasando. Hasta que apareció el Zoom y empezamos a vernos las caras nuevamente con mis músicos, a darnos aliento.
No estábamos haciendo música, todos estábamos en distintas cosas. Haciendo clases los que podían, otros inventando otros trabajos, etc. Pero todos seguíamos unidos en la música que hacemos. Hasta que se dio la oportunidad de ir al cajón del Maipo para juntarnos y vernos un rato. En un restaurante que ese llama Antiguo Sueño, que tiene mucho espacio. Y como detrás de cada uno de nosotros hay técnicos e ingenieros, casi todos quisieran estar presentes y terminamos grabando esta suerte de ensayo y tocata.
¿Así nació el streaming “Que No Decaiga” del 19 de Junio?
No teníamos ninguna sensación de que eso se iba a transformar en un streaming. Era juntarse y al final salió muy bonito. Grabamos una sesión de día y otra de noche. Y cuando vimos las imágenes nos dimos cuenta de que estaba bonito, que sonaba muy bien también. Y en los rostros, sobre todo en el show del día, era super elocuente la alegría del momento. Un reencuentro después de mucho tiempo. Y eso se notaba en nuestras expresiones.
¿Por qué lo llamaron “Qué No Decaiga?
Es el título de una canción que escribí hace algún tiempo. Empecé a tocarlo y a leer la letra, y me di cuenta de que calza justo para este momento que estamos viviendo. Cerramos la presentación con esta canción, sólo yo cantando con la guitarra y salió lindo. Cerró el sentido de esto que estábamos haciendo. Es un show muy sincero, será un lindo reencuentro. Necesitábamos apoyar con nuestro aporte cultural a los equipos que están trabajando mucho, los médicos, los bomberos. Y para todos quienes están viviendo momentos tan complejos. Es lindo escuchar música que escuchaste en tu juventud y de que sea capaz de alentarte. Y saber que estamos juntos. Nosotros desde nuestro espacio no queremos parar tampoco y estamos haciendo el esfuerzo de entregar estos estímulos para que no decaiga el ánimo.
¿Ves al mundo de forma distinta luego de todo lo que hemos vivido?
Como dice una canción de Milton Nascimento, “nada será como antes”. Yo no me veo en un avión en este momento. No me veo viajando fuera de Chile. No me veo en giras. Me veo concentrado en mantener la mente en el lugar que tiene que estar, sin caer en depresión. Me veo agradecido de estar sano y de tener el don maravilloso de tocar, cantar y componer. Creo que, por mi parte, he ganado mucho en humildad y en estar más cercano de los seres queridos y de la familia, ahora en que todos nos apoyamos y nos necesitamos. La visión más macro que uno tenía ahora es ahora una visión más micro. En este momento lo más importante es ser íntegro. No dejarse llevar por las olas fútiles que son tan frágiles e impalpables.
¿Cómo ves el cierre casi total de los espacios culturales en esta pandemia?
Los que llevamos tiempo haciendo música, no nos podemos perder de lo que hacemos. Debemos buscar todas las formas posibles de hacer lo que hacemos, porque es nuestra vida, nuestro amor. Somos parte de la cultura, del alma de nuestro Chile, junto con lo pintores, poetas y todos los creadores. No porque algunas personas no nos consideren relevantes, nos dejaremos llevar por ese pensamiento mediocre.
¿Qué te parecen todos los cambios sociales y políticos que se viven en Chile y América Latina?
Lo encuentro un gran desafío, partiendo por Chile. Que siempre ha tenido una actitud algo alejada de América Latina. Daba la impresión de que nosotros éramos más neozelandeses que latinoamericanos. En este momento está el continente manifestándose con toda su riqueza. Y una de esas formas de manifestación es la cultura. Cada país es una fuente de conocimiento por descubrir, hay tanto por conocer.
En cuanto a Chile, respecto a esta nueva era, el cambio climático es el punto número uno en el que debemos actuar con suma urgencia. Parece verano y estamos casi en invierno. Y para poder enfrentar eso y el apremio que vivimos se necesita muchísima educación. Yo apuesto en eso, fundamentalmente. Las causas son muchas, pero creo que hay que partir apostando en que la educación es clave para tener el país que soñamos. Pero hay una sensación de urgencia que produce incertidumbre. Sin embargo, yo tengo mucha fe. A mis 62 años creo seremos capaces de lograr un país lindo. Un país que debemos proteger. Ya basta de venderlo, prostituirlo y saquearlo. Eso ya no da más.
A ti te gustó desde muy pequeño la música. ¿Te apoyaron tus padres cuando decidiste convertirte en músico?
La bendición de ellos la recibí cuando me fueron a ver por primera vez. Yo vengo de una familia de melómanos, pero no de músicos, entonces cuando uno dice que se quiere dedicar a la música, la típica es que te salgan con el “pero se va a morir de hambre”. Pero cuando naciste para martillo, del cielo te caen los clavos. Así que cuando me fueron a ver, se dieron cuenta de que nací para eso. Ahí recibí su apoyo y la credibilidad de mi familia. El apoyo uno lo puede tener o no, pero el peso de la vocación y del don, es responsabilidad de cada uno. Porque hay gente que no tiene ningún apoyo, pero es tan músico y nació tanto para eso, que hay que ser perseverante y seguir adelante. No se puede despreciar ese don maravilloso.
¿Por qué decidiste venirte a Chile?
Cuando decidí venir, yo ya estaba cansado de los caminos que estaba tomando el “primer mundo” y quise irme lo más lejos posible de ahí. Y pude haber sido abogado, ingeniero, etc, pero vine como músico y tuve la dicha de que mi arte le gustara a los chilenos. El “Hijo Del Sol Luminoso” terminó siendo un pasaporte para poder estar aquí haciendo música como chileno, para chilenos y para quien le pueda gustar. Mi trabajo siempre se ha concentrado en Chile, siempre he dicho que prefiero viajar por mi país que ir a San Petersburgo o a Ginebra. Conocer cada espacio de Chile, es invaluable. Cada verano uno conoce lugares nuevos, sabores nuevos, aromas nuevos, cariños nuevos. Eso hace que uno tenga cierta coherencia cuando habla de su propio país.
En el siguiente enlace pueden ver un adelanto de lo que será el material del Streaming “Que No Decaiga”: