Por Francisco Aguilar A.
Pauta por Bernardita Ponce.
Desorden Público es una banda de ska de Venezuela, fundada en 1985 por Horacio Blanco y José Luis Chacín, en Caracas. La banda que ya lleva más de 30 años haciendo su música, cuenta con un sonido propio que une elementos caribeños con un sonido urbano caraqueño y es una de las agrupaciones de ska latino más sólidas de la actualidad.
Pudimos conversar con su vocalista/guitarrista Horacio Blanco sobre sus orígenes, influencias y actualidad, en esta entrevista, que dejamos a continuación:
Horacio, junto con saludar y agradecer tu tiempo. Nos gustaría que nos contaras para comenzar ¿Cómo nació tu interés por la música?
Desde adolescente empecé a sentir una muy fuerte atracción, un magnetismo en lo que expresaba, la estética, los conceptos y los sonidos y por ahí, desde ya muy jovencito comencé a soñar con la idea de hacer una banda, cosa que es muy común en la adolescencia, solo que en mi caso afortunadamente se dio, que ese primer intento en realizar una agrupación resultó afortunadamente exitoso, en primer instancia mostrado a nuestros amigos más cercanos y fue creciendo y mira, ya tengo 33 años de trabajo ininterrumpido en este proyecto. De esa razón inicial, de ese magnetismo, esa atracción por la música, el hambre de vivir en una banda, se mantiene incólume, intacto, más bien encendido con mayor potencia de llama.
Formaste la banda junto a José Luis Chacín, cuéntanos ¿Cómo se conocieron?
La verdad, José Luis estudiaba con mi hermana mayor y yo ya tenía ciertos gustos musicales que no eran necesariamente los más mainstream y mi hermana en alguna oportunidad haciendo un poco de estudio entre sus compañeros de aula, descubrió que Caplis tenía intereses muy afines a los míos, la música no muy común en aquellos años en Venezuela, punk, ska, reggae y le comentó a Caplis: “Sabes, mi hermano escucha la misma música que tu”, y a mí me dijo “Tengo un compañero que escucha la misma música que tú” y en un momento nos conocimos y comenzamos a intercambiar discos, para prestarme cosas que no tenía y a la inversa y ahí comenzó una amistad que terminaría no solamente creando una banda, con todo el tiempo que tiene activa, sino que además consolidando una amistad para siempre.
Si tuvieras que definir a Desorden Público en pocas palabras, ¿cuáles serían?
Banda ska latinoamericana nacida en Caracas que decidió tomar los instrumentos para gritarle cosas al mundo loco en que nos toca vivir mientras nos divertimos un montón.
¿Durante estos más de 30 años como banda, ¿cómo crees que ha evolucionado su música?
Por un lado siento que hemos sido fieles, en algún modo coherentes con ese big bang inicial que permitió la creación del grupo. Todavía hay una conexión muy fuerte con nuestros primeros álbumes, con esa primera composición, con esas primeras energías grupales. Obviamente, así como tenemos un hilo conductor, que tiene coherencia, es cierto que hemos crecido como seres humanos, como personas, han madurado nuestras visiones del mundo, nuestras maneras de aproximarnos al quehacer musical, al profesionalismo, cosas que el tiempo brinda y se han permitido licencias creativas que yo celebro, donde de verdad no hay prácticamente ningún prejuicio, alguno habrá, pero no somos fundamentalistas ni del arte, ni de nuestro género musical, aquí los compases son bien abiertos, culturalmente nos hemos convertido en unos seres omnívoros, que degustamos prácticamente todo lo que nos atraviesa, incluso lo que tanto nos molesta, para aprender.
Al momento de componer o crear canciones, ¿tienen referentes musicales que los inspiren?
Muchos. Hay un compás bien abierto para degustar influencias y no solo en el ámbito musical. También por ahí nos influencia la literatura, el cine, la gastronomía y todo ese lado, soñando como un demente (risas), lo digo porque hay referencias puntuales que incluimos en las letras de las canciones. También una gran influencia para desarrollar los conceptos que luego se transforman en canciones son la mayoría de la gente en la calle, lo que se comenta en el colectivo, en el metro, en el almuerzo en la casa de la tía. Ahí la gente habla cosas, hay una inteligencia muy fuerte en la gente de a pie y nosotros en la medida de lo posible tratamos de tomar de ahí esas sensibilidades plurales y convertirlas en canciones.
Sienten que a principios de los años 90´s, fueron pioneros en su movimiento musical. ¿Cómo ven su rol en la música latinoamericana actual?
Pues somos de las bandas más longevas de toda la región. Hemos mantenido la batalla desde ya 33 años y quizá esa puede ser uno de nuestros aportes, el valor de la terquedad. Luego, bueno hemos estado allí desde que el ska latinoamericano comenzó a hacer ruido, ya nosotros estábamos ahí y hemos visto muchas cosas que han evolucionado, tanto en la estética como en la ética, como en los formatos de distribución, ahí hemos estado, en un montón de cosas y esa constancia es la que nos ha dado un pedacito, un lugar, en la movida de la música latinoamericana.
¿Qué nos podrían contar acercar de su producción Pa’ Fuera junto con la banda C4 Trío, y que fue nominada a los premios Grammy?
La reinvención y el no tener prejuicios estéticos como te hablaba recientemente fueron importantes. Este es un álbum bien osado, donde fusionamos nuestro repertorio (al menos una parte) con música folclórica venezolana. Nos juntamos con un cuarteto extraordinario llamado los C4 Trío, ellos hacen música venezolana de raíz tradicional, pero con un concepto muy vanguardista. Esta fusión realmente fue un inmenso aprendizaje creo que para ambos conjuntos y en lo personal he descubierto una cantidad extraordinaria de cosas inspiradoras en la música tradicional de mi país y este disco, muy arriesgado, que además se hizo de forma independiente sin contar con una casa disquera o management internacional. Este año fue nuestra primera nominación a los Grammy, no a los latinos, sino que los Grammy de allá (risas). Para nosotros es fantástico, muy agradecidos, súper sorprendidos y además, es justo decirlo, en nuestro caso se confirma que no necesariamente la música que llega al Grammy cuenta con grandes padrinos, lobby, manager, casas disqueras, dinero bajo la mesa, nada de eso ocurrió en nuestro caso, es la verdad.
¿Cuáles consideras que son las diferencias entre sus nuevas producciones y las más antiguas?
La gran diferencia creo que es una pérdida de la inocencia, cuando uno inicia, la cándida torpeza de la adolescencia haciendo música, está muy clara, sobre todo en nuestro primer disco, que este 2018, esta de cumpleaños número 30. Mientras va pasando el tiempo, esa candidez se va convirtiendo en cierta malicia, en manejar un poco más las herramientas, con los beneficios que ello implica. Aunque ha habido esa maduración y no hay tanta inocencia a la hora de hacer música, no hemos tenido una evolución incoherente, nosotros de hecho en algunos conciertos podemos mezclar canciones del primer disco con las del más reciente y hacerlas back to back, una tras otra y no sentimos que hay una ruptura que pareciera que son dos bandas distintas, hay mucha coherencia estética y temática en lo que hemos ido haciendo a lo largo de los años.
Sobre la corriente de músicos independientes en Latinoamérica, ¿cómo ven la escena actual?
Latinoamérica para nosotros siempre ha sido un territorio muy variopinto, muy amplio en cuanto al abanico de cosas que aquí salen y lo sabroso de la música de nuestra región es que tarde o temprano siempre termina haciéndose música de raíz. Por ahí me gustan muchísimas de las cosas que están pasando, no soy muy proclive al reggaetón, no por prejuicio, honestamente no, no me gusta mucho, pero reconozco que tiene mucha proyección en la región. Prefiero apuntarme hacia otras tendencias, me gusta mucho lo que pasa con el reggae, las bandas que hacen un revival de la música cebollera, el punk latino, el ska por supuesto, y por ahí, muchas cosas.
¿Cómo ven la escena musical chilena? ¿Tienen algún músico o grupo chileno que les parezca interesante?
Sí, claro. Recién participe en la grabación de una canción del disco más nuevo de los Johnny Olas, banda con la que tenemos una relación muy bonita. También hemos alternado y conocemos personalmente a los Santiago Downbeat, Natalia su cantante, es una gran amiga. Conocemos bandas de ska, de reggae, de cumbia, de allá de tu ciudad, de tu país. Los Santo Barrio, son nuestros amigos, desde hace muchos años. Nos gusta el trabajo de Chico Trujillo, con sus locuras, algo hemos escuchado del Bloque Depresivo, que está buenísimo lo que están haciendo. Quique Neira, Gondwana, Los Prisioneros. Hay mucha música que hemos disfrutado de la escena chilena.
¿Cómo ven el rol de la música, la sociedad y el estado en temas relacionados con la igualdad, la libertad de expresión y el respeto hacia personas de diferente tendencia sexual, política, entre otros temas?
Absolutamente en sintonía con eso. La música y el arte en general, muchas veces representa la vanguardia de la sociedad, muchas veces hay algunos músicos que tienen esa conexión con la sensibilidad de la evolución que tienen los pueblos. En el caso de Desorden y nuestra conexión con nuestro país y las realidades de éste, hemos ido cantando al tema de la migración, del éxodo venezolano. Ustedes en Chile, muy bien saben de lo que está pasando con nuestros compatriotas venezolanos en términos de migrar a otras latitudes, otros países. Ustedes reciben miles de venezolanos mensualmente y a nosotros por ahí, por supuesto, eso nos inspira, nos hace escribir canciones, al igual que un rechazo visceral a todos estos estafadores populistas que tanto daño le están haciendo a la región.
¿Qué opinan ustedes sobre el uso de las redes sociales, los website y la música en streaming para exponer su música?
Es necesario hoy saber emplear las herramientas más accesibles de distribución, justamente las redes, ya que por ahí quien no monta un espejo de su música en Spotify, Apple Music o cualquier otra de las redes, está perdiendo un importante segmento de público. Ahora bien, nosotros no nos conformamos solo con eso, porque si bien son muy importantes, no son las únicas maneras de presentar la música. Desorden y sus álbumes por ejemplo Bailando Sobre Las Ruinas está en Itunes, Amazon, etc., pero también está en vinilo, también levantamos nuestra música en casete, porque creemos que estos formatos tienen mucha razón de ser. Nosotros crecimos, primero como melómanos y luego como banda, utilizando esos formatos, sentimos que hay algo de románticos, pero también hay mucho de valor artístico. Cuando uno presenta un álbum y conceptualmente colocas una tipografía, una ilustración, un determinado tipo de fotos, incluyes los textos de tus canciones, además le das una oportunidad al usuario de tu música, que tenga una experiencia multi sensorial, lúdica. Eso tiene un inmenso valor, por eso nosotros no renunciamos, si bien no nos negamos al uso de las plataformas actuales, pues nos parecería tonto hacerlo, si mantenemos el uso del cd, del vinilo (7 y 12 pulgadas), el casete que también lo estamos retomando y así vamos.
Recurriendo al lado melómano que nos comentabas, ¿Qué escuchas por estos días? ¿Algún disco que nos recomiendes?
Ahora recién me llego el disco más reciente de mis grandes amigos Tokyo Ska Paradise Orchestra, una banda con la que hemos tocado en Japón y en América y hemos grabado música juntos. El disco de llama Glorious y está bueno, esta interesante ver lo que está pasando con la escena japonesa, tiene mucho que ver con la latinoamericana, más de lo que nosotros creeríamos. Por ahí escuchando esas locas fusiones cumbieras, que le dan un nuevo sabor a lo tradicional, a lo popular y hay una banda venezolana que vive en Miami, que se llama Bacalao Men, que me encanta y ellos lanzaron un disco ahora, esta bueno, se los recomiendo.
El próximo 2 de junio regresan a Chile para para tocar en Teatro La Cúpula junto a sus compatriotas Amigos Invisibles. ¿Tienen alguna relación con la banda?
Nos conocemos desde siempre, yo tui al primer concierto de Amigos Invisibles, antes de llamarse así, se llamaban Trucos. Amigos desde principios de los noventa, en la ciudad de Caracas, donde provenimos ambas bandas. Buenos amigos desde hace muchos años, nos cruzamos con ellos en los Grammy en enero, en Nueva York, por allá apareció la oportunidad de que grabemos algo de música juntos, ambas bandas fuimos nominadas a la misma categoría del Grammy. Sentimos que de pronto ver la oportunidad de hacer algo y ahora los productores del show en Santiago consideraron que era una buena llave, es perfecto, ya que muchas veces hemos tocado juntos.
¿Qué tienen pensado para el show? Cuéntenos un poco sobre lo que veremos ese día
Entiendo que va a ser un show con buena asistencia, así nos lo han informado los amigos de la producción. También sabemos que va a haber una considerable asistencia venezolana al show. Considerando esas cosas, nuestro show va a ser bien fiestero, bien arriba, non stop, canción tras canción, para mantener el pie en el acelerador. Obvio, que haremos un recorrido por nuestro repertorio, nos encanta lo más reciente, que es lo que nos tiene más entusiasmado, pero sabemos que mucha gente querrá escuchar algunos clásicos de Desorden. Estaremos paseándonos de forma “archilarga” por nuestra historia.
Finalmente, ¿Cuáles son sus planes para este año?
Mucho trabajo en tarima, nosotros antes de llegar a Chile habremos hecho shows en México, Panamá, Costa Rica, Uruguay, Argentina. Luego de eso vamos a EE.UU. donde tenemos giras por Florida y Texas. Luego volver a México, que sigue el trabajo. En términos musicales, de grabación y producción este es un año donde tenemos un reto de hacer llaves con otros artistas y bandas latinoamericanas, es como el reto que nos hemos montado. Lo primero, que ya lanzamos, es una canción junto a una banda de Panamá, que se llaman Los Rabanes, que ya subimos a las redes y se llama “Panamezuelans” y bueno es una onda reggae panameño con algo de murga y calipso venezolano, esta divertida la canción, por si la quieren chequear, y la idea es hacer algo con colegas de Chile, no quiero adelantar mucho, para no quedar mal, en eso estamos, es el panorama actual de Desorden.
Desorden Público se presenta este 2 de junio en el Teatro La Cúpula junto a los ya mencionados Amigos Invisibles en una fiesta denominada #AmigosDesordenados. Las entradas están a la venta por sistema passline. La jornada inicia a las 18 hrs. y estará animada por el Dj Rui, junto a una feria con comida y barra de licores y bebidas típicas venezolanas.
Valores:
Preventas agotadas
Normal: $30.000
Enlace de compra: https://www.passline.com/eventos/amigos-desordenados–desorden-pblico–amigos-invisibles
*Precios no incluyen cargo por servicio.