Por Francisco Aguilar A.
Créditos Fotografía: Felipe Prado.

Chicarica es una banda nacional compuesta por Lorena Pulgar, Felipe Zenteno, Santiago Farah y Martín Pérez Roa. Su trabajo es todo un viaje sonoro donde sus capas, que pasean entre la densidad de los arreglos y la candidez vocal, han posicionado a la banda como una de las responsables de los pasajes más frescos de la movida chilena actual.

Chicarica, que ya cuenta con un par de singles sueltos y un celebrado EP editado durante el 2018 bajo el nombre de Dale Mami, presentó hace algunos días el sencillo «Ay tentación» como adelanto de lo que será su próximo disco, esta vez, bajo el sello Quemasucabeza.

Pudimos conversar con ellos. Todo el detalle a continuación:

Chicos, gracias por su tiempo. Para iniciar esta conversación, cuéntennos, ¿cómo nace la idea de crear la agrupación?

Nunca fue algo que ideamos en verdad. Pero un día nos juntamos a #hacemosunpoquitodemusica y sentimos que podíamos seguir creando para ver si algo salía. Fue una buena cita.

¿A qué se debe su nombre?

Nació de un juego de sonoridades más que de una búsqueda de significado. Felipe Zenteno a.k.a. Pipe, llegó a uno de nuestros primeros ensayos con una anécdota sobre cómo le había enseñado un ritmo a un niño en la guitarra, chi-ca-ri-ca-chi-ca-ri-ca.

¿Como definirían su propuesta musical?

Una mezcla de intereses y referentes variados, que decantan en canciones no tan normales con melodías suaves.

¿Cuáles son sus referentes musicales?

Hay muuuuchos. Ahora en particular podemos nombrar. Cate Le Bon, Young Juvenile Youth, Deerhunter, Javiera Mena, Clairo, Mura Masa, Aphex Twin, Skee Mask, Tyler, the Creator, Blood Orange, Empress Of

A la hora de componer, ¿cómo es el proceso?, ¿tienen roles definidos?

Los temas siempre parten en los ensayos, por lo general alguno de los cuatro llega con alguna idea, puede ser muy pequeña, pero algo desde donde partir, y de ahí va mutando mientras jugamos y nos acomodamos. El único rol definido es el de la Lore, que es la que hace la melodía y las letras.

El 2018 lanzan su EP Dale Mami, ¿qué diferencias ven entre ese trabajo versus lo que están haciendo ahora?

Hay ciertas cosas que se mantienen, pero los instrumentos con los que tocamos cambiaron, ya no hay batería ni bajo, sino drum machine y sintetizadores, por lo que inevitablemente ha habido un cambio en lo musical. De todas maneras, se sigue sintiendo como parte de un mismo proyecto musical, especialmente porque la voz, letra y melodías de la Lore son súper reconocibles y eso se mantiene. Además, están empezando a aparecer influencias más allá del gran paragua “Indie”, músicas más ligadas al beat.

Hablemos de su single “Ay tentación”, cuéntennos como nace esta canción

Nació como generalmente nacen nuestras canciones, desde un ensayo/improvisación que después de algunas versiones llegó a una forma y sonido que nos gustaba y la Lore le incluyó melodías y letra.

Ahora están bajo el alero del sello Quemasucabeza, ¿cómo han sentido el cambio?

Fuerte, ha sido asumir varias responsabilidades, enfrentarnos a que hay un equipo grande trabajando para el proyecto, y que nuestra música y Chicarica tienen potencial para seguir creciendo.

¿Cuál es su opinión respecto a la difusión que dan los medios tradicionales, sean estos TV y radio, a la música chilena?

Exceptuando algunos programas de radio, no toman ningún riesgo. Esperan a que los proyectos solos hagan la enorme pega y que también los medios no “tradicionales” los levanten para recién empezar a difundir.

¿Cómo ven el estado actual de la escena chilena “alternativa” de la cual ustedes son parte?

Está con todo. Está lleno de proyectos autogestionados increíbles dando vueltas. Si buscas un poco (en internet o en espacios donde se está haciendo música en vivo) te das cuenta que hay una gran variedad. Ha ayudado mucho el hecho de que grabarse y producirse ya no esté restringido a unos pocos.

Para finalizar, ¿cuáles son los planes de Chicarica en lo que queda del año?

Empezar a grabar nuestro primer LP, seguir tocando y ojalá sacar un single.