Por Sebastián Allende.
Pauta por Sebastián Allende/Francisca Neira.
Angela Boatwright, es una documentalista y fotógrafa estadounidense con más de 27 años de trabajo en la escena punk y metal norteamericana. Gracias a su experiencia adquirida, ha logrado retratar a través de fotografías y videos la evolución del circuito underground de estos movimientos. Una muestra de ello es el film “Los Punks, we are all we have”, documental que se presentará en Chile este 8 de marzo en el Cine Arte Alameda, y que narra la historia de la cultura punk de las comunidades latinas que viven en Los Ángeles, Estados Unidos.
Para conocer sus impresiones sobre este documental, sus otros trabajos y, además, conocer algo de su historia, conversamos con la cineasta Angela Boatwright, en la siguiente entrevista:
Angela, muchas gracias por conversar con Parlante.cl, para comenzar nos gustaría que nos cuentes, ¿cómo nace la idea de crear un documental sobre la comunidad punk latina en L. A.?
Cuando me mudé a Los Ángeles comencé a investigar la escena punk. Empecé a investigar que estaban haciendo los jóvenes, leí unos artículos del periódico L. A. Weekly y convencí al periodista del medio, Javier Capral, a que me llevará a los primeros shows en los patios, y fue ahí que le propuse a Vans a realizar el documental.
Siguiendo esta misma línea, ¿dónde surge el interés por las comunidades latinas, las que han sido protagonistas de tus dos trabajos audiovisuales?
Realmente no sé, pero tuve un novio mexicano hace unos 6 años cuando vivía en Nueva York y creo que por eso se me hacía familiar estar con latinos. Cuando me mudé a L.A., me di cuenta que quería documentar algo y así después de un par de meses me comencé a acercar a la escena latina underground que existía. Siempre he sentido una gran cercanía con ellos.
¿Te costó entrar con ellos o que sus integrantes aceptaran ser registrados por tu cámara?
Cuando grabé el documental, nadie había grabado esa escena y encontraban algo chistoso que alguien llegará a grabar esto. Yo soy bastante graciosa, por lo tanto llegué súper bien a la gente. Hay que recalcar que esta película se hizo antes de Trump, por lo tanto el ambiente era bastante distinto a lo que está pasando ahora.
Hablando de “Los Punks”, ¿qué mensaje buscabas transmitir con el documental que vienes a presentar?
Es un poco como dejar que los punks de esta escena hablen, independiente que yo no tenga la misma opinión que ellos. Es dejarles una plataforma, un espacio, donde puedan mostrar este movimiento. Las fiestas en los patios traseros, es un tema bastante underground, algo que para mí es interesante de mostrar y gracias a los contactos que tengo tenemos la oportunidad de mostrar a mucha más gente, y ayudar a los punks a llegar a otras audiencias e inspirar a la gente, a bandas y movimientos por sí mismo.
Como anécdota te cuento que tenía un productora local que se negó a ir a estos barrios y me decía que por qué no documentaba a los surferos, a los “cuicos” y por supuesto que después de eso la despedí (risas).
La “escena” que podemos apreciar en “Los punks” está mucho más alejada de las luces de bandas como Bad Religion o NOFX, mostrándonos tocatas en patios de casas, con los fans encima y con la policía clausurando algunos shows. ¿Cuéntanos de esa experiencia?
Es una gran pregunta. Fue muy divertido, era un locura, porque todo no tiene reglas, no es controlado. No sabes si llegará la policía, la gente habla inglés y español. Fue algo muy divertido, porque era un lugar donde se sabía que se está creando algo y por ello mismo era muy importante documentarlo.
Me gustaría que nos contaras, ¿cómo fue el proceso de producción que llevaste a cabo para este trabajo?
Fue una locura, porque era juntar dos mundos: La escena punk que no tiene reglas y que tiene su propio orgullo callejero, con el mundo corporativo de Vans, quienes eran los que estaban produciendo el trabajo. Lo cual era muy raro, pero excitante.
Se puede apreciar en tu trabajo una pasión muy marcada hacía la música. ¿Dónde nace el interés por retratar el mundo del skate, el hardcore y el punk?
La música es una expresión de lo que yo experimenté en mi niñez, en mi adolescencia. Vengo de una familia con problemas familiares y me refugiaba en la música. Tú sabes que la música tiene el poder de sanar, de ser como una familia. Cuando joven era una metalera de siempre, que siempre asistía a shows. Cuando comencé con la fotografía, retraré en los primeros años a Kurt Cobain y Nirvana. Desde siempre he estado relacionada con los shows y la música como una forma de escape.
Recordando un poco tus inicios en la fotografía, ¿cuéntanos alguna anécdota de esos años? ¿Y alguna banda favorita que te haya tocado retratar?
He fotografiado a tanta gente, que me ha dado un montón de historias. Nunca pensé que el fotografiar a Kurt Cobain cuando tenía 16 años, sería algo tan reconocido para mi carrera. Cuando comencé a retratar a bandas nunca pensé en ser famosa, sino que en pasar un grato momento junto a mis amigos e ir a los conciertos, ya que me gustaba la música. Debo contar que saqué muchas fotos en CBGB´s cuando vivía en Nueva York.
Volviendo a lo que nos convoca. ¿Cómo entra Vans, una gran empresa comercial, en un documental que habla de la marginación, de la lucha, del lado más despiadado de la vida?
Fue un poco una locura. Cuando me mudé a Los Ángeles, ya llevaba 4 años invirtiendo todo mi dinero en un proyecto de documental sobre seguir a bandas de gira. Me estaba quedando sin dinero y justo comencé a trabajar como fotógrafa para Vans, y conversando con ellos supe que estaban buscando un proyecto de documental, así que les mostré el trabajo que estaba realizando, lo que les gustó y me pidieron proponer temas para un documental el año 2014. Todo esto gracias a Doug Palladini, quien era el vicepresidente en esos años (hoy presidente de la marca). Todo ha sido posible gracias a que él apoyó el proyecto. A pesar de ser dos mundos distintos, Vans vende un concepto de familia, lo que encaja muy bien con mis documentales que en el fondo hablan de eso, la familia.
En tu siguiente trabajo, Todo es Metal, también tomas un aspecto de la vida de una subcultura y de bandas musicales que están fuera del mainstream, sin embargo, se pone protagónicamente sobre la palestra el tema de la migración, las dificultades para entrar a USA y acceder a su público, el sentido de identidad. ¿Cuéntanos acerca de eso, de dónde surgió esa idea, cuál es el “mensaje” que quisiste transmitir con esta segunda entrega?
Ya traía todo el background de haber filmado “Los Punks” y de tener un acercamiento con la comunidad punk latina de Los Ángeles. Ese producto (todo es Metal), surgió ya que tenía un contacto en Red Bull, en donde había trabajado anteriormente, que estaba interesado en documentar esa escena mexicana chicana de bandas de metal y entonces comenzamos a rodar eso. Quería hacer no solo el contraste de los músicos chicanos en Los Ángeles con una banda mexicana y además, no solo mostrar a una banda tocando como un documental, sino que mostrar una visión más grande. Una de las cosas que me tiene más orgullosa de este documental fue el lograr grabar a Mictlantecuhtli, palabra que significa el señor de la muerte en azteca, y que pertenece al nombre de una banda de L.A. que reivindica toda la cultura mexicana indígena. Uno de los planos del film que más me gusta es cuando los grabo donde están ubicados unos murales que hablan de los migrantes mexicanos.
¿Conoces alguna banda punk chilena?
Lamentablemente no conozco bandas chilenas, pero lo bueno de este proyecto es que me hace viajar a otros países y lograr así, conocer otras realidades y muchas bandas del mundo.
Y para ir finalizando, ¿te has interiorizado de alguna forma en el movimiento punk latinoamericano?, ¿qué opinión te merece?, ¿cómo es en comparación del que se desarrolla en USA?
La mayor diferencia es la exposición. Las bandas americanas poseen un mayor grado de exposición por el simple hecho de cantar en inglés. Encuentro que es algo injusto, ya que en Estados Unidos la gente blanca escucha una banda que cante en español y es algo que desconecta. Sin embargo, todo el mundo está como obligado a escuchar y aceptar el inglés. En el film “Todo es Metal” cuando documento a Disgorge (banda mexicana), que le es muy difícil tocar con EE.UU., pero gracias al apoyo de Red Bull, logramos que toquen, logrando un show espectacular, en donde todos están vueltos locos, cantando en español y disfrutando al máximo.
Este jueves 8 de marzo, a partir de las 21:00 hrs, en el Cine Arte Alameda, podremos disfrutar de “Los Punks, we are all we have”, el primer film de la destacada documentalista y fotógrafa Angela Boatwright. Tras el film, Angela conversará con los asistentes. Además, se presentará en vivo la banda nacional Subradical y habrá un post show a cargo de Dj Madbeat.
“Los Punks, we are all we have”
Exhibición + conversatorio con Angela Boatwright + Subradical en vivo
Jueves 8 de marzo – 21:00 horas
Cine Arte Alameda
Entradas en boleterías del recinto – Valor $4000